China invertiría en el país 20.000 millones de dólares
Lo reveló a LA NACION una alta fuente del Gobierno; todavía falta ultimar detalles de la negociación
El misterio terminó. Néstor Kirchner anunciará dentro de ocho días el acuerdo comercial más ambicioso de su gestión: China invertiría en la Argentina 20.000 millones de dólares en los próximos años. El Presidente se aseguraría con ese convenio, del que aún falta definir varios puntos, la más importante llegada de capitales de las últimas décadas. Por eso se atrevió a bromear, en privado, que si esta jugada le salía bien iba a ser “Gardel” y que colocarían su foto junto a la del general José de San Martín.
“El as en la manga” que tiene el Gobierno es un “megaplán” de obras de infraestructura con capitales del país asiático, que incluye el plano energético, construcción de caminos, viviendas, puesta en marcha de ferrocarriles, turismo y telecomunicaciones, según contó ayer a LA NACION uno de los cuatro funcionarios a los que Kirchner participó del secreto.
Si bien el canciller Rafael Bielsa había confirmado ayer por radio que habría inversiones millonarias, el Gobierno esperará para hacer el anuncio formal a que se concrete la visita del presidente chino, Hu Jintao, que llegará a nuestro país el 16 próximo, como parte de una gira que realizará por América latina.
Para el Gobierno se trata de un plan de alto impacto: es la primera inversión de peso que llegó a la Argentina desde que el kirchnerismo alcanzó el poder, hace algo más de un año y medio.
El volumen del negocio con el país asiático representaría unos 60.000 millones de pesos, cifra cercana al equivalente del presupuesto nacional, queronda los 77.000 millones de pesos para el año próximo.
Según fuentes del Gobierno, el presupuesto que invertirá China en obras en la Argentina es, además, 20 veces mayor que el que previó para este año el Ministerio de Planificación, que conduce Julio Se Vido.
Los papeles del acuerdo, que en realidad son varios y de distintos rubros, ya están en la Cancillería para que se realicen la semana próxima los toques finales, se intercambien con los funcionarios chinos y estén listos para que los firmen Kirchner y su par asiático en el Salón Blanco de la Casa Rosada dentro de ocho días.
Dos fuentes calificadas que integran el gabinete aseguraron a LA NACION que "no hay condicionamientos" de China para la millonaria inversión en la Argentina que impliquen ceder recursos naturales, como denunció la ex diputada y líder de ARI, Elisa Carrió.
El acuerdo implicará por parte de la Argentina la provisión de materias primas que los asiáticos necesiten en las próximas tres décadas, ya que la Argentina tiene un gran potencial para producir commodities (productos sin valor agregado).
Aún no trascendieron los términos en los que China se hará cargo de las diversas y millonarias obras.
La financiación china llegará por medio del Banco Espíritu Santo (BES), de origen portugués, que está presente en 17 países y ya ha realizado fuertes inversiones en Brasil, como parte de una estrategia internacional.
La información obtenida por LA NACION sobre las áreas en que invertirá China es la siguiente:
- Obras de infraestructura en el área energética
- Construcción y puesta en marcha de un tren de alta velocidad que unirá Buenos Aires con Rosario y Rosario con Córdoba. Existen otros proyectos para ferrocarriles en el norte y en el sur del país.
- Construcción de 350.000 viviendas en los próximos cinco años
- En turismo: se prevé que China establezca un cupo de turismo para que los chinos vengan a la Argentina, que pasará a tener la categoría de "país admitido".
- Construcción de caminos en todo el país
- Telecomunicaciones: China tiene interés en entrar en el negocio de la telefonía cuando se abra el mercado.
Cambio profundo
El Presidente especula con que las inversiones chinas producirán un cambio profundo en el país no sólo por la dimensión de los capitales que llegarán a la Argentina y por las obras que se realizarán, sino por la cantidad de fuentes de trabajo que abrirá el acuerdo.
Todavía no trascendió ninguna cifra concreta o aproximada de cuántos puestos se crearían con las distintas obras. Tampoco está estimado, al menos por ahora, lo que significará en cifras para la Argentina la apertura al mercado chino en materia prima.
Kirchner viene trabajando en el acuerdo con China hace más de tres meses, poco tiempo después de regresar de la gira que, en junio, hizo por el "gigante asiático", que no paró de crecer en los último años y que dispone actualmente de 420.000 millones de dólares de reservas, que pretende colocar en países estratégicos que cuenten con las materias primas que ellos necesitan.
La inversión china conoce ya otros mercados, como Africa, el este europeo o incluso Brasil y Chile. Aplican, para todos los casos, la misma estrategia: asegurarse la provisión de insumos y materias primas para sostener una economía que -además de cubrir las necesidades de 1300 millones de personas- será la segunda en el nivel mundial en 2010 y posiblemente la más poderosa antes de 2050, según se estima.
El acuerdo con China fue el secreto mejor guardado del Gobierno. Fuentes del gabinete fueron las que hicieron trascender que había un gran anuncio pendiente en la última semana y después buscaron, por instrucción presidencial, bajar la expectativa del anuncio por temor a que la noticia no colmara las expectativas.
En realidad, detrás de esa orden hubo una sugerencia del gobierno de la República Popular China para que el gobierno argentino manejara con cautela el tema.
Por eso, ayer la fuente del círculo íntimo del Presidente que habló con LA NACION confirmó que se hará el anuncio con la presencia del presidente chino.
Había cierto malestar en el entorno presidencial con la Cancillería porque desde que el Presidente les habilitó los papeles del acuerdo comenzaron a trascender los detalles del anuncio.
De todos modos, Kirchner sabía que no podía seguir agrandando el misterio que él mismo había ayudado a construir.
El acuerdo sólo lo conocían el Presidente; su esposa, Cristina; el jefe de Gabinete; el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, pese a que este último estuvo más que nada en la presentación de la oferta de canje de deuda ante los Estados Unidos.
El Presidente está convencido de que con este acuerdo con China sellará buena parte de la suerte de su mandato.
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