Chaco: procesaron a Emerenciano Sena y a Marcela Acuña por el delito de trata de personas

Una vieja causa, que estuvo por más de una década dormida en el juzgado federal de Resistencia, Chaco, revivió tras el femicidio de Cecilia Strzyzowski, que tiene a los mismos acusados en la mira. La jueza federal Zunilda Niremperger procesó a Emerenciano Sena, a su esposa, Marcela Acuña, y al referente piquetero Osmar Quintín Gómez por el delito de trata de personas, en un expediente que se originó en 2010, tras una denuncia de Sergio Schoklender, exmiembro de la Fundación de Madres de Plaza de Mayo, que acusó al clan Sena de “someter a la servidumbre” a más de 30 trabajadores que habían tomado un predio del Ejército, en el que se iban a construir viviendas sociales.

El homicidio de Strzyzowski, que se produjo el 2 de junio de 2023, no solo puso en la mira a los supuestos acusados de matar a la joven, sino también puso en discusión el poder político del clan Sena en Chaco, bajo el mando del exgobernador Jorge Capitanich.

El fiscal federal Patricio Sabadini logró reconstruir lo que ocurrió hace más de una década, cuando 30 operarios declararon contra al líder piquetero, impulsados por el propio Schoklender, que –según las fuentes consultadas– consideraba que los Sena “le habían mejicaneado la obra de la construcción del barrio”.

Según se desprende del expediente, al que tuvo acceso LA NACION, los operarios que denunciaron por “trata de personas” a Sena, su esposa y a otro piquetero fueron sometidos a una serie de irregularidades con el manejo de los fondos del Estado que servían para la construcción de las viviendas en el Excampo de Tiro del Ejército, que habían tomado militantes del movimiento MTD 17 de Julio.

La primera tarea que les encomendaron a los operarios y militantes fue que usurparan el predio de La Rubita, donde debían plantar los postes, alambrar predio y custodiar el terreno para que que nadie más se metiera. Luego, los Sena les dieron la orden de desocupar ese predio y trasladarse hasta el exCampo de Tiro, ubicado en avenida San Martin al 3500 en Resistencia, el lugar donde Sena transformó en una especie de pueblo propio. Allí “su gente” hizo la misma tarea que en La Rubita.

“La toma de estas tierras era fundamental para la concreción del proyecto de la construcción de las viviendas acordadas en el marco convenio con la Fundación de Madres de Plaza de Mayo”, se sostuvo en el expediente judicial.

Pero allí comenzaron los problemas. Alguien se quedó con el dinero de los trabajadores, se sospecha. Porque solo algunos operarios recibieron una beca del programa “Chaco por vos” de $500 mensuales como forma de pago durante tres meses. Luego, Sena les dijo que no fueran más a cobrar el subsidio porque debía darle ese dinero a otra gente, declararon los trabajadores.

El acuerdo era otro. Les habían prometido trabajo en blanco en la fundación y una vivienda propia. Pero además los albañiles denunciaron que Sena los encerraba. “Cerraba el portón con un candado”, apuntaron quienes declararon en la Justicia.

Llegaron a trabajar 16 horas sin descanso y sin franco ni feriados. De lo que cobraban una parte iba a la organización piquetera. Les hacían firmar los recibos de sueldo por la suma de $1500 y solo les entregaban $1000.

El trabajo implicaba también la obligación de asistir a las marchas y piquetes programados por el movimiento en distintos puntos de Resistencia. “Si no realizaban los aportes que les solicitaban o si no concurrían a las marchas, la amenaza era siempre la misma, que se quedarían sin trabajo. Si reclamaban dinero, les decían que parecían prostitutas”, señala el fallo de la magistrada.

La jueza Niremperger procesó a los tres sospechosos con prisión preventiva por el delito de “trata de personas con fines de explotación laboral mediando engaño, violencia, amenazas y abuso de una situación de vulnerabilidad, calificado por haber sido cometido por tres o más personas y por el número de víctimas”.

La magistrada también ordenó trabar un embargo sobre cada uno de los imputados hasta cubrir la suma de 31.000.000 de pesos.

Ayer, LA NACION dio a conocer las últimas novedades de la investigación del homicidio de Strzyzowski. Acuña, acusada de ser coautora del homicidio de la joven, pidió declarar y ofreció una nueva versión de los acontecimientos que buscan contradecir parte de la hipótesis que plantean los investigadores.

La esposa de Emerenciano Sena y madre de César Sena, también detenido por el femicidio, afirmó que Cecilia concurrió a un encuentro político dos días después de la fecha en que se presume que fue asesinada y, además, acusó a Gloria Romero, la madre de la víctima que está actualmente radicada en la Patagonia, por un presunto comportamiento deshonesto hacia César.

Acuña pidió declarar el jueves pasado. Dijo que quería “agregar algunas situaciones fundamentales para el esclarecimiento de la causa”.

Ante el fiscal Jorge Cáceres Olivera, buscó contradecir la hipótesis de la investigación, que establece que el asesinato de Cecilia en la propiedad de la familia Sena se produjo el viernes 2 de junio de 2023. En su declaración -a la que tuvo acceso LA NACION-, Acuña afirmó que, “entre el día martes y miércoles”, César y Cecilia fueron a su casa, mientras ella estaba preparando boletas para las elecciones PASO en Chaco (en las que, junto a Emerenciano Sena, eran candidatos en una papeleta aliada a la del exgobernador Capitanich). E instaló la versión de que Cecilia habría sido vista el domingo 4 de junio.

“Fueron a pedirme algo de dinero para el arreglo de unos anteojos de Cecilia. Estaban predispuestos, preparamos unos mates y les hice la propuesta a ambos para que me ayuden con los fiscales porque las boletas eran muy complejas para el entendimiento general. Ellos me dijeron que sí, por lo cual los invité a una reunión general de fiscales en la Fundación Doctor Saúl Acuña, ubicada en avenida Edison 1345, de la ciudad de Resistencia, donde se desarrollaría, el domingo 4/6/23, a las 17hs”, declaró Acuña, y agregó que tanto César como Cecilia le dijeron que irían.

La dirigente piquetera (que está detenida en un penal de mujeres desde el mes pasado, luego de ser trasladada desde una comisaría) indicó en su declaración que “el día domingo 04/06/23 se realizó la reunión con convocatoria de jóvenes, Cesar estuvo presente, fue en su camioneta Blanca y según dijeron, Cecilia estuvo también afuera, en una moto”. Dijo que el dato de la moto se lo aportaron dos mujeres, de las que ofreció sus nombres y domicilios, y agregó que “hay [grabaciones de] cámaras que se podrían solicitar de ese día”.

Según el relato de Acuña ante la Justicia el último jueves, “la moto con que la vieron a Cecilia está en la casa actualmente, donde vivían en Barranqueras César y Cecilia, la casa de la abuela de Cecilia”. Agregó que el vehículo es de su hija Paula Martínez [fruto de una relación anterior a la de ella con Emerenciano Sena].

Cecilia fue vista por última vez el viernes 2 de junio al ingresar en la casa de la familia de Emerenciano Sena y Marcela Acuña. Una cámara de seguridad la captó al llegar junto a César Sena. Nunca registró la salida. Uno de los acusados de participar del crimen confesó haber ayudado a descartar el cuerpo de la víctima ese mismo viernes

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