"Chacho" Alvarez apuesta a un Mercosur productivo
Dice que es el objetivo pendiente; no quiere volver a la política
Está en la mitad de su mandato y no quiere saber nada con bajar a la política partidaria local. Dice que está muy conforme con la evolución del Mercosur en el último año y anticipa que en 2007 será el turno de la "integración productiva". Y pese a ser un argentino residente en Montevideo no va a pronunciar ni una palabra sobre el conflicto de las papeleras.
El ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez cumplió el viernes un año como presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM). La semana pasada volvió a mostrarse en público en Buenos Aires durante un seminario organizado por la centroizquierda kirchnerista, donde compartió cartel con Nilda Garré, Graciela Ocaña, Luis Juez, José Nun y Ariel Basteiro, entre otros. En su discurso elogió al gobierno de Néstor Kirchner.
"Me parece importante agregarme a un espacio de centroizquierda en la Argentina. Pero mi aporte no se puede entender desde el punto de vista político partidario o político-electoral. Yo vengo a aportar la visión regional", dijo ante una consulta de LA NACION.
En tanto, un colaborador del fundador del Frepaso fue más gráfico: "Si hay algo en lo que Chacho no tiene interés es en volver a la política partidaria, a los punteros y los locales en los barrios. Está contento con lo que hace y es consciente de cuál fue su momento y cuál es su función ahora".
Su actividad en el Mercosur no le impide, sin embargo, seguir dirigiendo el Centro de Estudios Económicos y Sociales. Mañana, por ejemplo, Alvarez lanzará en la Biblioteca Nacional su revista, Umbrales del Sur .
En el Mercosur, Alvarez sucedió a Eduardo Duhalde a fines de 2005. Su mandato de dos años expira en diciembre de 2007, aunque podría extenderse un año más con el acuerdo de los cinco países del bloque (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela).
En la sede de la CRPM en la capital uruguaya, Alvarez maneja una estructura de cinco funcionarios (dos están nombrados por las cancillerías argentina y brasileña y el resto son dirigentes que le responden desde su pasado frepasista) y tres empleados administrativos. Su presupuesto anual es de US$ 840.000, gran parte de los cuales se invierten en los viajes que hace en representación del bloque regional. El sueldo de Alvarez ronda los US$ 7000.
Satisfacción
Pese a que 2005 fue el año en que el Mercosur debió soportar las quejas de los países chicos por las asimetrías, las críticas de algunas oposiciones internas a la sociedad con Hugo Chávez y la crisis entre la Argentina y Uruguay, el presidente de la CRPM dijo estar "muy conforme con los avances" durante su mandato.
"El balance es muy positivo. Este año, el Mercosur avanzó mucho. Incorporó a Venezuela; votó el Parlamento regional; estamos instrumentando los Fondos de Convergencia Estructural para que las economías más grandes ayuden a las más pequeñas; estamos aprobando un instituto de políticas sociales del bloque y a fin de año creemos que ya vamos a poder tener un centro de formación y capacitación de funcionarios para la integración", dijo a LA NACION.
-¿Y cuál será el objetivo para el año próximo?
-La integración productiva. Trabajar más con los temas que tengan que ver con las pequeñas y medianas empresas, con sectores de la economía que puedan complementarse, con cadenas de valor en la región.
Según explicó Facundo Nejamkis, jefe de gabinete de la CRPM, el objetivo es "ayudar a identificar sectores que pudieran beneficiarse de una cadena productiva trasnacional y vincular esos sectores entre los distintos países del Mercosur. Ya se hizo una experiencia con el sector automotor".
Reginaldo Arcuri, ex secretario de Industria de Brasil, fue la persona designada para realizar esa tarea. Uno de los primeros sectores en los que se había identificado potencial para la integración era el de la industria forestal, área delicada debido al conflicto por las papeleras. El proyecto finalmente fue abandonado.
Claro que no todos son tan optimistas respecto de la CRPM. En la oposición consideran que el organismo dirigido por Alvarez es "una caricatura de la Comisión Europea".
"Lo mandaron del Varela Varelita [el bar en el que solía realizar sus reuniones] a una comisión sin funciones, pero con sueldo y viáticos", se quejó Diego Guelar, asesor de Mauricio Macri y ex embajador de Carlos Menem y de Eduardo Duhalde. "En Europa, la comisión es la que tiene la iniciativa y luego eso es aprobado por los países. Acá hicimos una parodia de aquellas instituciones."
Alvarez prefiere no entrar en polémicas de ningún tipo. En su entorno aseguran -con algo de asombro- que en las calles de Montevideo lo reconocen, pero que nunca recibió un comentario agresivo; ni siquiera cuando fue a la cancha a ver un partido de Peñarol.
El ex vicepresidente cuida al extremo sus palabras cuando se lo consulta por las papeleras. "Yo represento a los cinco países del Mercosur y éste es un conflicto que está instalado como conflicto bilateral. Es un tema del que no puedo opinar por mi función."
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