César Milani: "Nunca torturé, nunca conocí un centro clandestino de detención"
SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- El teniente general César Milani, exjefe del Ejército durante el gobierno de Cristina Kirchner, negó su participación en el encubrimiento de la desaparición del soldado riojano Alberto Ledo,ocurrido en 1976, hecho por el cual comenzó a ser juzgadohoy en Tucumán, 43 años después. "Nunca torturé, nunca conocí un centro clandestino de detenciones", afirmó sobre su paso por las fuerzas armadas.
Sentado en el banquillo de los acusados, de cara a Marcela Brizuela y a Graciela Ledo, madre y hermana del conscripto desaparecido durante la última dictadura, quienes llegaron desde La Rioja para participar del debate, Milani expresó: "A ledo no lo vi en mi vida". Y aseguró que "se trata de una causa artificialmente armada" para perjudicarlo.
En ese contexto, sostuvo que desde que asumió al frente del Ejército, en 2013, fue blanco de "una feroz campaña, pocas veces vista, política, mediática y judicial orquestada por miembros de la oposición actualmente en el Gobierno, por poderes mediáticos que replicaron todo y por sectores de inteligencia externa e interna que alimentaron todo este proceso". Y apuntó como responsables de esa supuesta maniobra a "los sectores neoliberales y conservadores que quieren tener un Ejército chico, para una patria chica".
Milani, quien el pasado 9 de agosto fue absuelto en otro juicio por delitos de lesa humanidad en La Rioja, donde cumplió funciones en 1977, advirtió desde el estrado que "las presiones mediáticas y políticas hacen obrar mal muchas veces al Poder Judicial".
El Tribunal Oral Federal de Tucumán (TOF), integrado por los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, también está juzgando en este proceso al excapitán Esteban Sanguinetti, apuntado como autor material del secuestro y posterior asesinato de Ledo, ocurrido en esta provincia en junio de 1976, tres meses después del golpe de Estado.
Milani está acusado por los presuntos delitos de encubrimiento agravado y falsedad ideológica de instrumento público, ya que se lo acusa de haber falsificado el acta de deserción del soldado Ledo con la supuesta intención de ocultar su desaparición seguida de homicidio. Según detalló Mariano García Zavalía, secretario del TOF , de ser declarado culpable, el exjefe del Ejército del kirchnerismo podría recibir una condena máxima de seis años de prisión efectiva.
Por su parte, Sanguinetti debe responder por los cargos de homicidio calificado y privación ilegítima de la libertad del conscripto Ledo, quien en 1976, con 20 años, había llegado a la localidad tucumana de Monteros junto al Batallón de Ingenieros en Construcciones 141 de La Rioja, donde cumplía con el servicio militar obligatorio. En este caso, la pena máxima que podría caberle a Sanguinetti sería la perpetua.
Según indicó García Zavalía, el juicio se extenderá durante aproximadamente entre 30 y 45 días, con audiencias todos los jueves y viernes, teniendo en cuenta que declararán unos 40 testigos. Con estos plazos, la sentencia se podrá conocer después de las elecciones presidenciales del 27 de octubre.
Al hacer uso de la palabra para ejercer su defensa material ante el tribunal, Milani aseguró que la causa por la que comenzó a ser juzgado tiene una vinculación directa con su designación al frente del Ejército por parte de Cristina Kirchner.
"Cuando asumí dije que el proyecto nacional necesitaba de las fuerzas armadas que lo apoyen y esto a ciertos sectores del poder les ha molestado mucho" sentenció. Y agregó: "Si cuando me llamó la presidenta para ofrecerme ser jefe del Ejército yo no hubiera aceptado, este juicio no existiría y ni siquiera me hubieran acusado".
"Nunca torturé"
En otro tramo de su exposición, Milani defendió su actuación en el Ejército, donde cumplió servicios durante 45 años. "Nunca cometí ni un hecho que atentara contra los derechos humanos o tuviera visos de ilegalidad; nunca encubrí, nunca torturé, nunca conocí un centro clandestino de detenciones", afirmó.
Además, expresó su "solidarizó con la madre y con la hermana de Ledo, porque se puede percibir lo que debe ser que le saquen a un hijo a los 20 años".
Milani también dijo que es falsa la copia del acta de deserción de Ledo cuya confección le atribuyen (el documento original no figura en el expediente porque fue extraviado en el ámbito del Ministerio de Defensa). "Quisieron darle legalidad a una desaparición confeccionando un burdo documento, armado no sé dónde y confeccionado por sabe quién. Hasta mis hijas reconocieron que la firma que aparece en ese documento no es la mía. Uno siente impotencia cuando le adjudican un hecho en el que no tuvo nada que ver", argumentó.
El soldado Ledo era oriundo de La Rioja y tenía 20 años cuando desapareció, el 17 de junio de 1976 en Tucumán, donde había sido enviado para cumplir con el servicio militar obligatorio. La última vez que fue visto Ledo había salido a realizar una recorrida en la localidad tucumana de Monteros junto a Sanguinetti. En tanto, Milani, según el propio Sanguinetti, fue el encargado de realizar y firmar el acta en la que se hizo constar la supuesta deserción de Ledo, cuando en realidad, según el fiscal que instruyó la causa, Carlos Brito, se trató de una desaparición forzada seguida de asesinato. Varias investigaciones sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura determinaron que la figura de la "deserción" fue utilizada por los militares como cortina para la desaparición de más de 190 soldados en todo el país, entre ellos Ledo.
El juez federal N° 2 de Tucumán, Fernando Poviña, quien en diciembre de 2018 elevó la causa a juicio oral, responsabilizó a Milani de haber confeccionado "falsamente el acta de deserción del desaparecido soldado Ledo, con la finalidad de encubrir el hecho delictivo y la responsabilidad de sus perpetradores".