Cerca del Presidente le bajan al tono a las críticas de Cristina: “Son enojos de cierre de campaña”

Llegado desde Brasil a la quinta de Olivos en la noche del lunes, el presidente Alberto Fernández decidió bajar el tono de la pelea interna y no contestarle a la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien ayer lo criticó duramente por su “insistencia” en unas “PASO competitivas”, en principio con Daniel Scioli como candidato.

“No pasa nada. El día después de un cierre de listas se descargan los enojos. Y la vida sigue”, contestaron muy cerca del Presidente a LA NACION, sin ahondar en mayores detalles, y en el inicio de una jornada que, para el Presidente, tendrá actividad oficial a partir de las 16, cuando reciba a directivos de empresas mineras, y un poco más tarde, cuando se encargue del discurso de cierre la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) en el predio de la Sociedad Rural.

Desde el entorno presidencial creen que el enojo de la vicepresidenta, extendido además al canciller Santiago Cafiero y la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, quienes finalmente lograron quedar en las listas de diputados nacionales, será simplemente otra “herida de cierre” y que no habrá mayores represalias desde el camporismo. Del mismo modo califican la situación de Scioli, que ayer conversó largo y tendido con el Presidente en el viaje que ambos compartieron a Brasil, para la visita de Estado de Fernández al país vecino. De todos modos, parece haber distintas consecuencias en las cercanías del Presidente: mientras el propio Fernández, Cafiero y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, parecen haber recuperado posiciones, Tolosa Paz y Scioli, que se mantiene en silencio, dan evidencias de haber sufrido el golpe.

“Bueno, finalmente se resolvió. Además de darle dos puestos de diputados a la que competía con Axel [Victoria Tolosa Paz] y otra para el ahora canciller [Santiago Cafiero]. En esto terminaron las PASO en la República Argentina”, había ironizado pero con altas dosis de enojo la vicepresidenta durante el acto de recepción del avión Skyvan PA-51, utilizado para los “vuelos de la muerte” durante la última dictadura. Acto en el que también aludió al supuesto veto presidencial a la candidatura presidencial del ministro del Interior y dirigente camporista Eduardo “Wado” De Pedro, quien “iba a ser candidato si había Paso”, según la propia vicepresidenta, que tenía a Massa a su derecha.

Sin hablar de las declaraciones de la vicepresidenta, el ministro Aníbal Fernández, frontman en la defensa del Presidente y la candidatura de Scioli, frustrada el viernes por la tarde, también bajó un cambio en la pelea interna. El ministro de Seguridad afirmó que creía que “se hizo lo correcto”, al acordar la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi. “Cuando se ponen de acuerdo el Presidente, la vicepresidenta, intendentes, gobernadores, es que hay una sinergia indispensable para una propuesta”, dijo el ministro de Seguridad en declaraciones a C5N.

La misma intención tuvo Tolosa Paz, quien combinó mesura con la férrea defensa de su espacio en las listas del oficialismo en declaraciones radiales. “No permitían que Daniel se presente, juntamos avales y había obstrucciones claras”, afirmó la ministra de Desarrollo Social, en defensa de la candidatura del ex motonauta y en tiro por elevación al cristinismo.“Esto fue un parto, esto dejó dolor en todos, miremos hacia adelante. El peronismo sobrevive a estas instancias”, dijo Tolosa Paz a radio 10. Y fue más allá, en dirección a la vicepresidenta. “Cristina no me pegó un palito, me pegó un palazo”, sostuvo, y calificó de “mirada equivocada” a las críticas de Cristina a su postulación. “No es cierto que las PASO se declinan por carguitos, no es cierto que yo hago política por algún carguito”, dijo la ministra, dando muestras de una cuenta aún no saldada.

“Hay que escuchar todas las voces. Y lo que se terminó imponiendo es que los liderazgos de nuestro espacio acordaron avanzar en una fórmula de unidad, que puso a Massa y Agustín Rossi, y el sentido de la responsabilidad militante, cuando el peronismo se une, es también trabajar sin pedir nada a cambio y ponerse a disposición del espacio”, dijo Cafiero a Perfil.com, sin ánimo de escalar en el conflicto. “Para los debates sobre operaciones de prensa e internismo no hay tiempo, tenemos que trabajar juntos para que sea un programa de desarrollo con justicia social”, dijo el canciller, dando por cerrada la discusión.

Desde el albertismo afirmaron, no obstante, que “se acordó una lista de unidad, no una lista camporista”, en defensa de los lugares obtenidos y en respuesta a las críticas de la vicepresidenta, muy dura con el Presidente y sus allegados en su reaparición pública luego del tumultuoso cierre de listas.