Causa Vialidad: la fiscalía responsabilizó a Cristina Kirchner de crear una “extraordinaria matriz de corrupción”
En un durísimo alegato ante a los jueces del TOF 2, el fiscal Luciani culpó a la vicepresidenta y a su marido de haber concretado un “perjuicio económico y social inconmensurable” en el seno del Estado
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Los fiscales Diego Luciani, primero, y Sergio Mola, después, desplegaron este lunes durante ocho horas un contundente alegato contra Cristina Kirchner, que buscó probar cómo junto a Néstor Kirchner transformaron a Lázaro Báez, un modesto empleado bancario, en el mayor receptor de la obra pública de Santa Cruz, para que recibiera el dinero negro de la corrupción y lo retornara a través de los negocios hoteleros de la familia de la vicepresidenta.
Fue la primera jornada de alegatos de los fiscales en la causa Vialidad.
La audiencia comenzó a las 8.27. La vicepresidenta siguió la exposición conectada desde su despacho en el Senado.
La dureza de la acusación anticipa un pedido de condena, que se conocerá antes de fin de año.
De todas formas, ante una eventual condena, la pena solo se ejecutaría cuando quede firme, es decir, si la Corte Suprema rechaza los pedidos de la defensa.
Los fiscales seguirán desplegando su acusación a lo largo de tres semanas, los lunes, martes y viernes próximos.
Ayer, el fiscal dijo que tiene por acreditado que “funcionó en el seno del Estado una asociación ilícita”, con Báez como “socio comercial de Néstor Kirchner y de su esposa”. A todos ellos los responsabilizó de un “perjuicio económico y social inconmensurable”, a través de una “extraordinaria matriz de corrupción”.
Según el fiscal, se eligió la obra pública vial de Santa Cruz como el ámbito de donde sacar fondos del Estado para generarse enormes beneficios económicos. Para ello “crearon la empresa constructora que les respondiera”, en alusión a Austral Construcciones, la firma de Báez.
Luciani abrió su alegato con una durísima crítica a la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo gubernamental que hace 20 días, en lugar de acusar, pidió la absolución de Cristina Kirchner y los demás exfuncionarios acusados en este juicio. “El trabajo de la UIF fue temerario. No valoraron la prueba y la escasa prueba que valoraron la tergiversaron”, dijo Luciani.
Además, definió a Báez como un empresario “creado” para hacerse de los negocios y estafar al Estado. “Se le adjudicó el 78,4% de la obra pública vial de Santa Cruz”, destacó. “En 39 casos Báez logró 700 meses de prórrogas, algo así como 63 años. Y consiguió más de 1500 millones de pesos en concepto de incrementos presupuestarios. Todo con un procedimiento ilegal”, agregó.
Los nexos con el Gobierno
Luciani destacó en su alegato la relación entre los Kirchner y los funcionarios que, según él, colaboraron para montar la maniobra de corrupción. Mencionó, puntualmente, el caso de José López, el exsecretario de Obras Públicas que quedó registrado tirando bolsos con millones en un monasterio: “A pesar de que se quiera negar esta relación, López transcurrió su carrera en Santa Cruz al lado de Néstor Kirchner y de Cristina Kirchner”.
El fiscal fue muy duro contra Néstor y Cristina Kirchner. “Los jefes de la asociación ilícita consolidaron una base de poder, conocían el funcionamiento y tenían el poder de decidir”, dijo, y destacó que además manejaron “los organismos de control”.
Luciani destacó también que del análisis de los mensajes de José López se demuestra que el abandono apresurado de las obras de Santa Cruz antes de la derrota electoral de 2015 “fue una idea gestada y avalada por la propia Cristina Kirchner”.
“Desde la quinta de Olivos y Santa Cruz se coordinaron los últimos pagos que se debían a Lázaro Báez”, subrayó. Luciani no solo consideró que Lázaro Báez era favorecido por negocios irregulares y estaba asociado con los Kirchner. Fue incluso más allá y dijo: “Lázaro Báez era Néstor Kirchner, era Cristina Fernández”.
“Limpiar todo. OK”, le indica López en otro de los mensajes, luego de haber coordinado el viaje a Río Gallegos, y agrega: “No dejar sensación nunca más retomar las obras”.
“Las obras fueron abandonadas a partir del año 2016. Lo que significa miles de millones de pesos tirados a la basura. La UIF, de esto, no dijo nada. Quisieron responsabilizar a la gestión entrante sobre la parálisis con el argumento de la persecución”, dijo el fiscal.
A través de los mensajes de López, el fiscal reforzó su idea de que hubo un “plan” para “limpiar todo” antes del cambio de gobierno, en 2015. En la serie de mensajes sale a la luz que hubo un encuentro entre Cristina Kirchner y Lázaro Báez antes de que finalizara la gestión y asumiera Mauricio Macri. Luego del encuentro, Báez intentó comunicarse con López y le dijo: “Es para coordinar con lo que me dijo la señora, gracias”.
Luciani también mostró mensajes en donde se coordinaba una reunión entre López y el presidente de Austral Construcciones, Julio Mendoza. Quien también estaba al tanto era Cristina Kirchner porque al día siguiente del encuentro con Mendoza, López solicitó una reunión con la entonces presidenta a través del secretario privado Mariano Cabral. López también se comunicó para coordinar una reunión con Máximo Kirchner.
Fue solo uno de los elementos que, en la primera jornada, buscaron demostrar que Cristina Kirchner estaba al tanto de los negocios de Lázaro Báez en Santa Cruz
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