Caso Rafecas: el Gobierno y el kirchnerismo tensionan con estrategias opuestas
La designación del Procurador General está en un laberinto. Es una maraña que fue tejiendo el propio oficialismo y que dejó al descubierto una fuerte pulseada entre la Casa Rosada y el kirchnerismo.
Las espadas de Cristina Kirchner en el Senado quieren condicionar la designación del jefe de los fiscales a una modificación de la leyorgánica del Ministerio Público Fiscal. Pero los colaboradores de Alberto Fernández siguen apegados al plan original y comenzaron a trabajar en los apoyos políticos para el candidato que eligió el Presidente, Daniel Rafecas.
Esa tensión se hizo más evidente en los últimos días. La Ministra de Justicia, Marcela Losardo -una funcionaria que habla por Fernández- ratificó que "Rafecas es el candidato a la Procuración" y que "el Gobierno espera que el Senado acompañe". El pliego de Rafecas duerme en la comisión de Acuerdos del Senado desde marzo.
En el Gobierno parecen dispuestos a ir más allá de la retórica. En los últimos días, en la Casa Rosada vislumbraron una cuña para buscar una masa crítica de apoyos políticos para el pliego de Rafecas, que necesita la mayoría calificada de dos tercios del Senado.
Esa "ventana de oportunidad" apareció cuando Elisa Carrió generó un sismo en Juntos por el Cambio al reclamar que la oposición apoye la candidatura de Rafecas. Pero, sobre todo, se abrió con la sanción de la Ley de Presupuesto, donde los diputados que responden a los gobernadores de la UCR acompañaron al oficialismo. "Los senadores responden a los gobernadores, no a Cristina", afirmó un miembro de la mesa chica del Gobierno a LA NACION, e involucró en la negociación con los mandatarios provinciales (oficialistas y opositores) al propio ministro del Interior, Eduardo de Pedro.
Varios colaboradores de Fernández comenzaron a hacer la matemática para buscar avales a través de los gobernadores. En su lista figuran senadores de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Salta, San Juan y San Luis. También aspiran a acercar los radicales de Jujuy -el gobernador Gerardo Morales visitó esta semana la Casa Rosada con muy buena sintonía- y de Corrientes.
Otro plan
Los laderos de Cristina Kirchner en la Cámara alta, sin embargo, ya trazaron hoja de ruta totalmente distinta: antes de tratar el pliego de Rafecas pretenden avanzar con la modificación de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal. "Si vamos a cambiar la ley sería ilógico que ahora designemos un procurador con una norma vieja", afirmó a LA NACION un senador cercano a la vicepresidenta.
El núcleo de la reforma apunta a acotar el mandato del procurador a cuatro o cinco años (hoy es vitalicio). Para el kirchnerismo, ese cambio trae aparejado otro: relajar la mayoría agravada de dos tercios. "Es muy difícil conseguir los dos tercios cada cuatro años. Terminaríamos con ‘Casales’ interinos toda la vida", agregó el legislador kirchnerista.
Rafecas ya dejó saber que no quiere asumir si no es con la mayoría agravada, por la debilidad institucional que implicaría. De todas formas, la pregunta que hoy sobrevuela en la Casa Rosada es ¿Quiere el kirchnerismo que el procurador sea Rafecas, el candidato de Fernández ratificado por Losardo?
"El problema es que el propio candidato (Rafecas) puso condiciones. Eso no es bueno", dijo una fuente muy cercana al Instituto Patria. Y acotó: "Que Carrió salga a defender a Rafecas también es extraño, sobre todo si el argumento es que hay que frenar a Cristina".
La senadora cristinista María de los Ángeles Sacnun dejó ver este razonamiento cuando advirtió: "Ni Rafecas ni Carrió ni nadie nos va a condicionar". El kirchnerismo duro también dirigió los misiles a Losardo. "Lo extraño es que la ministra [Losardo] haya aparecido solamente para esto [el tema Rafecas]. Hace seis meses estamos debatiendo cuestiones judiciales",lanzó Leopoldo Moreau, otro legislador fiel a la vicepresidenta.
Desde un despacho incondicional al Presidente replicaron: "Cristina quiere ver hasta dónde puede condicionarnos, y en todo caso llevárselo puesto a Rafecas". Además de criticar al proyecto ("a nosotros tampoco nos gusta que se saquen los dos tercios", aclaran) se lamentaban por la encerrona. "Trabajamos desde marzo para consensuar un candidato a la Procuración. Ahora conseguimos que parte de la oposición lo apoye y los que no quieren son algunos de los nuestros", se quejaron.
En medio de la artillería verbal explícita y subterránea, Alberto Fernández recibió el jueves en la Casa Rosada a Oscar Parrilli. El senador, incondicional a Cristina, ingresó por la explanada a las 13.30 -conoce a la casa de memoria- y se retiró dos horas y media después. Fue un extenso almuerzo, mano a mano.
Parrilli convocó a la comisión de Justicia para tratar la reforma de la ley del Ministerio Público Fiscal para el próximo el martes. El kirchnerismo no desacelera el debate, a pesar de que asegura que esperará el dictamen del Consejo Consultivo de juristas convocado por Fernández, que se pronunciará el 18 de noviembre sobre la Procuración General, entre otros temas (ver aparte).
Fernández pone mucho en juego con el pliego de Rafecas, sobre todo tras la ratificación que hizo Losardo ¿Y si cambia la ley? "Rafecas no va a renunciar, aceptaría los cambios, pero siempre que la ley sea consensuada", aseguró un funcionario bien informado. Otro estrecho colaborador del Presidente confió: "Rafecas va a ser el Procurador. Este partido se gana o se gana".
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