Caso Noble: piden acelerar la última etapa de los análisis de ADN

Los abogados de Marcela y Felipe Noble Herrera solicitaron al juzgado federal a cargo de la doctora Sandra Arroyo Salgado que concluya con la última etapa de los análisis de ADN, exámenes que demostraron que los jóvenes no son hijos de las familias querellantes ni de personas desaparecidas en 1975 y 1976.

Las dos primeras etapas del estudio dieron resultados negativos.

El primer examen, realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos bajo las condiciones que solicitaron Abuelas de Plaza de Mayo y que dispuso la jueza –con la participación de peritos de todas las partes–, permitió determinar que los hermanos Noble Herrera no guardan parentesco con las dos familias querellantes en la causa: García Gualdero y Miranda Lanuscou.

El segundo cotejo genético, tal vez el más importante porque permitió comparar a personas nacidas en 1976, el mismo año que Marcela y Felipe, determinó que los hijos adoptivos de la directora del diario Clarín no tienen vinculación biológica con mujeres desaparecidas que dieron a luz ese mismo año. Ambos resultados produjeron un fuerte impacto político.

Pero el tercero y último tramo del examen, que incluye el cotejo con los patrones genéticos de personas desaparecidas hasta 1978, todavía no fue realizado.

A mediados de julio, ante la inminencia de la feria judicial, los abogados Horacio Silva e Ignacio Padilla solicitaron a la jueza Arroyo Salgado que habilitara el trámite durante los días de receso invernal, para poder concluir los estudios. Pero la magistrada denegó el pedido y postergó la ejecución de las pruebas para el momento en que se reanudara la actividad judicial, lo que ocurrió el lunes último.

Sin embargo, inesperadamente, la magistrada pidió licencia personal por un problema de salud, confiaron fuentes muy allegadas a la jueza. Por eso, frente a la ausencia de la doctora Arroyo Salgado, los letrados formularon el pedido ante un juez subrogante.

Los análisis realizados en el BNDG se pueden realizar en un plazo breve de dos o tres días, porque se ejecutan por un procedimiento informatizado.

A esta altura, si se hubiera habilitado la feria judicial, los peritajes ya estarían concluidos. En cambio, cualquier nueva demora puede retrasar el cierre de una causa que ya lleva once años de trámite.

Para los letrados Silva y Padilla, "el pedido se funda en la importancia que para el trámite de la presente causa tiene la prueba pericial en curso y, como consecuencia de ello y dado el estado público y repercusiones generadas por los resultados obtenidos por los segmentos periciales ya ocurridos, en la necesidad de terminar con la misma a la máxima brevedad posible".

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