Caso Loan: la Armada investiga si el militar detenido por la desaparición del niño cometió faltas disciplinarias

El jefe de la Armada, contralmirante Carlos María Allievi, dispuso abrir una actuación administrativa interna para determinar si el capitán de navío retirado Carlos Guido Pérez -detenido en Corrientes e implicado en la desaparición del niño Loan Danilo Peña, de 5 años- incurrió en faltas disciplinarias militares.

“La orden es que la investigación interna se haga en forma sumarísima”, reveló a LA NACION una alta fuente militar, al explicar que esa actuación administrativa es independiente de la investigación judicial por la desaparición del niño.

El máximo jefe naval le encomendó las actuaciones administrativas internas a un oficial superior de la Armada, con asistencia del personal de la Dirección Jurídica de la fuerza.

La fuente naval señaló que en esa instancia administrativa “no se analiza el presunto delito, sino aspectos disciplinarios militares”. Por ejemplo, si incurrió en el uso del uniforme en circunstancias que no lo ameritan o si no tenía registrado su domicilio. Según se explicó, se investiga la situación actual del militar retirado y “los aspectos colaterales de índole castrense que pudieran surgir”.

Desde la derogación del Código de Justicia Militar, dispuesta por el gobierno de Cristina Kirchner en 2008, en las Fuerzas Armadas rige un Código de Disciplina Militar, que fijó las normas de conducta a las que se deben ajustar los oficiales y suboficiales en actividad y retirados. Allí se describen las faltas leves, graves y gravísimas por las que corresponde aplicar sanciones. De acuerdo a la gravedad de las faltas, se prevén las sanciones de apercibimiento, arresto simple, arresto riguroso y destitución.

“Si bien el capitán de navío Pérez ha sido imputado de un delito cuya pena es mayor a tres años, aún no fue procesado. En el caso de que se dicte un procesamiento y reciba una condena firme, la Armada podrá actuar de oficio y disponer automáticamente la baja, como una pena accesoria. En esa instancia, el militar recibiría la inhabilitación absoluta y, por ejemplo, no podría usar el grado, ni el uniforme”, explicó una fuente naval a LA NACION.

Insistió, además, en que las actuaciones administrativas corren por separado de la vía judicial y que el estado militar del detenido no variaría en caso de que la Justicia dicte una prisión preventiva.

“No obstante, la Armada ha iniciado una actuación administrativa interna para determinar si existieron faltas disciplinarias militares pasibles de sanciones con motivo de los hechos de público conocimiento”, indicaron cerca del jefe de la Marina. Las autoridades navales ya entregaron en la Fiscalía el legajo del capitán de navío retirado y expresaron su decisión de colaborar con la Justicia.

El militar detenido

El capitán Pérez, de 62 años, se encuentra detenido desde el domingo último, junto con su esposa, María Victoria Caillava, y las sospechas de su eventual participación en la desaparición de Loan en el paraje Algarrobal, de la localidad correntina de 9 de Julio, provocaron un cimbronazo en la Armada, confiaron fuentes navales. En los últimos días se fortaleció la hipótesis de la posible captura del menor con fines de explotación o trata de personas y algunas fuentes judiciales dejaron trascender que el marino podría ser uno de los cerebros de la operación delictiva..

La Justicia dispuso la detención de ambos luego de verificar que el matrimonio participó en el almuerzo en que se vio por última vez a Loan, el 13 de junio pasado, y se comprobara la existencia de rastros del niño en dos vehículos de la pareja.

Con 37 años de servicio en la fuerza, Carlos Guido Pérez se graduó en la Escuela Naval Militar en 1982. Entre otros destinos, fue director de Abastecimiento de la Armada, cuya sede se encuentra en el edificio Libertad, en la ciudad de Buenos Aires, sede de la fuerza naval. “Pérez nunca estuvo destinado en Tierra del Fuego. Ni en Ushuaia, ni en Río Grande”, precisó una fuente consultada. Pasó a retiro en septiembre de 2017 con el grado de capitán de navío, por decisión voluntaria.

En su último destino, fue jefe de Auditoría de la Inspectoría General del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Pertenece a la promoción 111 de la Escuela Naval Militar, donde también realizó su formación profesional como contador. En el escalafón profesional integró la promoción 69.

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