Caso Antonini: España juzgará al verdadero valijero de PDVSA
Se trata de Rafael Reiter Muñoz, un exgerente de la petrolera venezolana que fue uno de los responsables de gestionar los bolsos con dólares que ingresaron a la Argentina durante el gobierno de los Kirchner
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La Justicia española avanzará contra Rafael Ernesto Reiter Muñoz, el venezolano señalado como el encargado de llevar las valijas repletas de dólares hasta el avión privado que desencadenó el “caso Antonini” en agosto de 2007 y cuyas ramificaciones siguen hasta hoy.
La jueza de la Audiencia Nacional, María Tardón, resolvió que Reiter Muñoz integre el primero de los tres tramos en que dividió su investigación sobre las distintas operaciones de lavado de fortunas robadas de la petrolera estatal venezolana (PDVSA). Espera, dijo, agilizar así el proceso.
Tardón avanzará contra Reiter Muñoz por el presunto lavado de activos cometido en España junto a otra veintena de venezolanos y españoles a los que acusó de integrar una organización criminal que perpetró múltiples actos de corrupción, defraudación y blanqueo de activos.
Tras abrirse de PDVSA, Reiter Muñoz se instaló en España donde, de acuerdo a las evidencias hasta recolectadas por la Justicia local, habría participado en “diferentes operaciones de disimulación y camuflaje [de activos] con la finalidad de defraudar [a la petrolera] y obtener un beneficio ilícito”. En particular, a través de la constitución de sociedades comerciales y la compra de inmuebles.
Pero, ¿quién es Reiter Muñoz? Nacido en Venezuela, durante años, se desempeñó como gerente de Prevención y Control de Pérdidas de Pdvsa. Es decir, el área de seguridad o “policía” interna de la petrolera, a la que entró de la mano de su entonces número uno, Rafael Ramírez.
Al frente de esa área conoció qué candidatos, partidos o gobiernos financió el régimen bolivariano en toda América Latina. Lo supo porque él fue uno de los responsables de gestionar los bolsos repletos de dinero que salieron de la petrolera. Entre ellos, los otros US$4,2 millones que habrían ingresado a la Argentina junto con Guido Antonini Wilson, la madrugada del 4 de agosto de 2007, según reveló LA NACION en septiembre de 2008.
Tras años de buena vida, poder y negocios paralelos, sin embargo, Reiter se marchó de PDVSA y de Venezuela. Debió emigrar cuando su jefe Rafael Ramírez cayó en desgracia con el régimen bolivariano. Se instaló en Barcelona junto a su esposa, Vanessa, y en julio de 2015 se compró una casa valuada en dos millones de euros. Allí estaba cuando policías españoles lo arrestaron en 2017 por orden del Juzgado 27 de Madrid.
En la Argentina, mientras tanto, el “caso Antonini” registró todo tipo de obstáculos y contratiempos. Pero en diciembre de 2018, el juez en lo Penal Económico, Pablo Yadarola, procesó al ex titular del Occovi y pasajero de ese vuelo, Claudio Uberti, al exministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y al ex titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, entre otros.
“Valiéndose de una relación de posibles intereses mutuos entre ambos Estados, inicialmente válida, se habría pervertido su objeto, utilizando su apariencia lícita para obtener dinero en efectivo, el cual pudo haber tenido como destino las siguientes hipótesis: el enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos y/o el financiamiento ilegítimo de campañas políticas”, planteó Yadarola al procesarlos. La Cámara confirmó su decisión en julio de 2019.
Reclama Estados Unidos
En el caso de Reiter, no sólo España avanza contra él. Un juez federal de Texas requirió su extradición para juzgarlo por presunto lavado de US$27 millones en coimas que él y otros exejecutivos de Pdvsa habrían recibido de proveedores de la petrolera en Estados Unidos. Pero él se negó a su traslado a Houston, donde otros diez acusados ya se declararon culpables y podrían atestiguar en su contra.
Según la acusación que presentó el Departamento de Justicia, cuya copia obtuvo LA NACION, Reiter abusó de su poder en Pdvsa para beneficiar a ciertos proveedores como Roberto Rincón y Abraham Shiera -quienes ya se declararon culpables- a cambio de sobornos por US$7 millones. Así fue como Reiter cobró US$868.000 con los que compró un departamento en Miami, recibió transferencias por más de US$500.000 a “cuentas controladas por su esposa”, otros US$1,5 millones a través de una empresa controlada y hasta dos vehículos blindados a un valor de US$107.000 cada uno, entre otros beneficios delictivos.
Similar encrucijada judicial afronta en España el otrora mandamás de la inteligencia bolivariana, Hugo Carvajal, al que también requiere la Justicia de Estados Unidos, posibilidad que el ex alfil de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro busca evitar a toda costa. Por eso declaró en Madrid que sabe sobre 20 supuestos vuelos de Caracas a la Argentina durante el kirchnerismo que habrían transportado US$ 1 millón cada uno. La Justicia argentina pidió esa declaración.
Reiter y Carvajal se conocen bien. Tanto, que cuando Carvajal retornó a Caracas en 2014 tras el primer intento de Estados Unidos por obtener su extradición, el “valijero” del “caso Antonini” fue uno de los funcionarios chavistas que integró la selecta comitiva que lo recibió. Se abrazaron frente a las cámaras de televisión.
Carvajal, alias “Pollo” intenta ahora que lo extraditen a Estados Unidos. Para eso ofreció colaborar con las autoridades españolas e italianas, que quieren escuchar qué sabe sobre el presunto financiamiento ilegal de la campaña del Movimiento 5 Estrellas, con valijas entregadas en el consulado venezolano en Italia.
Reiter, alias “Nadal” evalúa sus próximos pasos. La jueza Tardón afirmó que quiere avanzar sobre la trama PDVSA cuanto antes, “evitando en lo posible dilaciones innecesarias”, para de ese modo “posibilitar la pronta conclusión y enjuiciamiento de los investigados”.
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