Carteles, publicidad y bicicletas, las razones detrás de la pelea entre dos amigos de Alberto Fernández
El desembarco del sindicalista Víctor Santa María en el negocio de la vía pública le cayó mal al publicista Enrique “Pepe” Albistur; el malestar con el dueño del Grupo Octubre por la línea de sus medios de comunicación se expande en el entorno del Presidente
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Por razones comerciales pero también políticas, en los últimos meses recrudeció el enfrentamiento entre el sindicalista y empresario de medios Víctor Santa María y el publicista y exfuncionario Enrique “Pepe” Albistur, dos viejos amigos de Alberto Fernández con una larga trayectoria de militancia en el peronismo porteño que ahora comparten el rubro de la publicidad vía pública.
Hay quienes atribuyen el malestar entre ambos al desembarco de Santa María en el negocio de la vía pública, rubro histórico del exsecretario de medios de Néstor Kirchner, ahora ofuscado por al menos una concesión que el sindicalista recibió con el aval de la administración porteña.
En menos de un año, Santa María se sumergió en el sector con la incursión en más de una empresa. LA NACION informó el año pasado la compra de la firma VPM, dedicada a la publicidad en lunetas de colectivos. Además de esa operación millonaria, que ya había disgustado a Albistur, Santa María logró la concesión de la comercialización de publicidad en las estaciones Ecobici de la Ciudad de Buenos Aires con la firma Tembici, con una oferta que superó la que había hecho el publicista. La cifra que ofreció Santa María para lograr la concesión fue de 95 millones de pesos anuales, un 30% más alta que la que había hecho el el Grupo Al Sur, según informó el medio Letra P.
Y en estos últimos meses -siempre en nombre del sindicato que conduce- Santa María aceitó una nueva operación: la compra de la empresa publicitaria Girola, que si bien hay quienes ya la dan por consumada, todavía no se oficializó. “Hay papeles que van y vienen”, respondieron cerca de Santa María ante la consulta de LA NACION.
Cerca del Presidente también admiten cierto fastidio con el sindicalista. Se quejan de la línea editorial de los medios del Grupo Octubre, cada vez más lapidaria con el sector del Frente de Todos que encabeza Alberto Fernández. Y aluden, también, a las listas negras que circulan entre los trabajadores del grupo. Un dirigente político del Frente de Todos que frecuenta la Casa Rosada dijo que Santa María “lleva adelante una política de apriete al Presidente con sus medios de comunicación”. Cerca del gremialista admiten la preocupación por eventuales recortes en las porciones de pauta oficial que reciben los medios del grupo y señalan que Albistur recibió cifras altas en concepto de pauta oficial durante el año pasado por sus empresas.
El enfrentamiento entre los hombres de negocios también se vio reflejado en el abordaje que se le dio en los medios del Grupo Octubre al procesamiento de Albistur en la causa tramitada en el fuero penal económico por el juez Gustavo Meirovich por retención indebida de aportes a los empleados del Grupo Al Sur S.A, una medida judicial que fue llevada a la tapa de Página 12. Albistur dijo públicamente no saber si Santa María es un sindicalista o un empresario de medios. Cerca suyo, sin embargo, buscan desterrar la idea de que el fuego cruzado se trate un enfrentamiento comercial e insisten en que es una cuestión política.
Las pantallas encendidas en el sector vip del búnker del Frente de Todos en Chacarita el 14 de noviembre pasado transmitían el mensaje con el cual el Presidente evitaba presentar los resultados de la elección general como una derrota. Todos los canales de noticias sintonizados en esas pantallas mostraban a Fernández, excepto uno, Canal 9, que mostraba al gobernador porteño Horacio Rodríguez Larreta. A los funcionarios del Gobierno y amigos del Presidente que estaban allí, Albístur dijo en voz alta: “Ahora sabemos quién es el dueño de Canal 9″ y despertó una carcajada general, según reconstruyó LA NACION de varias fuentes que presenciaron la escena. Santa María, dueño a través del gremio del 90% del canal, también estaba ahí. Desde entonces, las tensiones se volvieron más nítidas, aseguran cerca de ambos. La buena relación entre Santa María, que presidió el partido opositor en la Ciudad de Buenos Aires, y Rodríguez Larreta es otra de las razones del malestar que mencionan cerca del Presidente.
En la Legislatura porteña hay un secreto a voces: el polo gastronómico que proyecta Santa María en la calle Dorrego, donde están las oficinas de Canal 9, implicaría la aprobación de un convenio urbanístico. “Para hacer eso hay que aprobar un convenio urbanístico en la Legislatura”, dijo un rival interno de Santa María y se preguntó que posición adoptará el legislador que responde al gremialista, Matías Barroetaveña.
Con las salidas del exministro de Educación Nicolás Trotta y el exsecretario de Medios Francisco Meritello Santa María fue perdiendo peso político en el gabinete de Fernández. También dejó de presidir el PJ porteño, que quedó en manos de Mariano Recalde. Pero no perdió poder de fuego. Un dirigente político de buena llegada a Cristina Kirchner asegura que es ella quien respalda a Santa María. Y en alusión a la postura que adoptó la diputada nacional Gisela Marziotta, compañera política del sindicalista, al votar en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló que Santa María además tocó puertas para que otros diputados de extracción sindical hicieran lo propio.
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