Carrió rompió con UNEN, disparó contra todos y volvió a sacudir al frente
"Es imposible trabajar con mediocres", dijo al hacer el anuncio con críticas a sus ex socios; recibió duras réplicas; la decisión tuvo fuerte impacto en la coalición
Elisa Carrió lo hizo de nuevo. Siete meses después de haber firmado el acta fundacional del Frente Amplio-UNEN, en la que se comprometió, junto con sus socios, a "conformar una coalición política en el orden nacional, que brinde una alternativa de gobierno" al país, anunció su renuncia al espacio y desató una nueva crisis en la coalición que pretende disputar el poder el año que viene.
"Yo no me suicido. Me retiro de UNEN nacional", disparó temprano en declaraciones radiales. Fue menos de 24 horas después de haber hecho trascender, a través de sus voceros, que no volvería a hablar de UNEN en público hasta que su partido, la Coalición Cívica, definiera su política de alianzas en una reunión prevista para abril. Nadie creyó que fuera a sostener el silencio por tanto tiempo. Tampoco que lo rompiera tan pronto.
O sí. Carrió fue la principal derrotada de la cumbre del lunes último, en la que la UCR descartó aliarse con Mauricio Macri o Sergio Massa a nivel nacional. Aunque incluso en el radicalismo admitieron que las conclusiones de San Fernando son más una tregua que una definición de rumbo, a Carrió le resultó suficiente para ver naufragar su proyecto de aliarse con Pro para "ganarle al peronismo en sus dos versiones", como se cansó de aludir a Daniel Scioli y Massa en los últimos meses.
Sopesado desde esa óptica, el portazo de Carrió era previsible. Aunque ella misma aclaró que "sólo" se va de UNEN "a nivel nacional", que seguirá trabajando por la candidatura de Martín Lousteau en la ciudad y por un eventual acuerdo con Pro en la provincia, su salida impacta de lleno en el frente y su futuro.
De hecho, la partida de Carrió deja varios interrogantes en pie. ¿Cómo se va a reacomodar UNEN? ¿Tiene vida la Coalición Cívica dentro del espacio sin su alma máter adentro? ¿Qué va a hacer Carrió? ¿Y Pro? ¿Cómo impacta el portazo en la UCR? Más allá de Carrió, ¿está superado el fantasma de la ruptura en el partido? Después de todo, la presión por una alianza amplia con Pro (y eventualmente con Massa) no está descartada del todo .
Ayer, en principio, reaccionaron en público los socios de UNEN a los que Carrió atacó con nombre y apellido en una extensa entrevista que concedió a TN, en la que repartió acusaciones en todas las direcciones. Más allá de los ataques individuales, también tuvo un par de frases para todos sus hasta ayer compañeros de ruta, sin distinción. "Es imposible trabajar con mediocres" y "Se repite la historia: se vuelven chiquitos para permitir que el PJ gane", les dedicó.
De los primeros en reaccionar, Julio Cobos deslizó que "en política hay que saber ser buen perdedor" y retrucó las acusaciones de Carrió sobre su supuesto vínculo con la efedrina ("No sé si Cobos está apretado por la efedrina", había dicho ella). "Es un disparate lo de la efedrina. No voy a permitir que se genere la menor duda sobre mi persona", devolvió el mendocino en declaraciones a TN. El cruce tuvo un segundo capítulo de máxima tensión y cara a cara más tarde en el Congreso.
Ernesto Sanz , por su parte, se escudó en el silencio. Carrió evitó nombrarlo. En cambio, acusó a la UCR, que el senador mendocino preside, de haber tomado una decisión "suicida" con el no a Macri y de estar "entregándole" el partido a Scioli.
Cerca del senador, sin embargo, admitieron que la salida de Carrió "aclara el panorama", aunque no resuelve el dilema de fondo, que sigue siendo la confluencia entre la estrategia nacional y el armado en las provincias.
A Hermes Binner , Carrió lo responsabilizó del avance del narcotráfico en Santa Fe y a los socialistas en general de "haber llenado de narcos" la provincia. "Es el personaje mediático de Carrió en su máxima expresión. No dijo nada nuevo. Perdió y necesitaba hacer terapia mediática. Es Carrió y no hay que darle más importancia de la que tiene", arremetió un ladero de Binner en diálogo con LA NACION.
También le contestó Fernando "Pino" Solanas, a quien Carrió ubicó entre "los progres falsos que lo único que quieren es un cargo".
"Es un error irse, pero no podemos decir ahora que no era cierto lo que planteamos el año pasado cuando éramos una alternativa a Pro y al kirchnerismo", replicó Pino.
La ametralladora verbal de Carrió no agotó municiones en sus socios. Incluyó a la presidenta Cristina Kirchner ("Ella está enferma, hay que dejarla. No está bien, no entiende la posibilidad de transferir el poder"), a Scioli ("Es responsable de que muera gente en la provincia de Buenos Aires" y a Massa ("Avisó a uno de los carteles de narcotráfico que lo iban a allanar. Es el narco-Estado").
"Sigo siendo candidata a presidenta"
- Elisa Carrió decidió romper el silencio que se había autoimpuesto -duró menos de 24 horas- cuando leyó en los diarios que el kirchnerismo "contaba" con la división de la oposición aún antes de la cumbre de la UCR el lunes último. "Me quedó claro que el sciolismo y los radicales ya habían acordado", dijo. "¿Qué radicales?", preguntó LA NACION. "[Ricardo] Alfonsín y [Miguel] Bazze", precisó.
- Afirmó que su candidatura presidencial sigue en pie, aunque la ató a un acuerdo con Pro, al que apuesta pese al rechazo radical. "Si no hay alianza amplia no voy a participar. No voy a contribuir a fragmentar para que gane el peronismo", afirmó.
- Eso sí, dejó a Ernesto Sanz fuera de las críticas a la UCR y a Julio Cobos. "Sigo estando cerca de Ernesto. Lo que no se dio, puede darse en el futuro", deslizó sobre una alianza entre radicales y macristas.
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