Carlos Rosenkrantz: "El rol del presidente de la Corte no es armar mayorías"

"Se presupone que el rol del presidente de la Corte es el de formar mayorías. Pero no es así. La tarea es permitir una dinámica de trabajo para que cada uno de los integrantes del máximo tribunal pueda expresar sus ideas", sostuvo hoy Carlos Rosenkrantz, titular de la Corte Suprema de Justicia, durante una charla que ofreció en el Centro Cultural San Martín, invitado por el Club Político Argentino.

Desde que llegó a la presidencia del máximo tribunal, Rosenkrantz quedó marginado en las votaciones más sensibles para la Casa Rosada frente a la mayoría que formaron los ministros Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.

También sufrió recortes en su facultades. El trío definió que las decisiones administrativas de la Corte dejaran de estar en manos del presidente y dependieran de un acuerdo de tres firmas del tribunal. Era una facultad que Lorenzetti, antecesor de Rosenkrantz, mantuvo durante los once años de su presidencia. Rosenkrantz también perdió el control del Centro de Información Judicial (CIJ), un espacio clave para controlar la difusión de las decisiones de la Justicia.

Detrás de cada pulseada perdida por Rosenkrantz se combinaron de distinta manera los argumentos jurídicos, los posicionamientos políticos y las ambiciones individuales de los integrantes del trío, así como un cuestionamiento recurrente hacia el presidente del tribunal por las críticas que suele lanzar hacia el Poder Judicial que encabeza, sin consultarlos previamente.

Hoy, Rozenkrantz volvió a la carga y trazó un diagnóstico crítico sobre la actualidad de la Justicia y un reconocimiento de la crisis de legitimidad que atraviesa el Poder Judicial. "El juez debe limitarse a aplicar el derecho. No debe hacer política, no debe fijar moral", manifestó el presidente de la Corte. Y añadió: "Enfrentamos tiempos muy difíciles por distintas razones y necesitamos un punto donde apoyarnos. Es el juez que aplica el derecho la roca sólida donde debe apoyarse la sociedad para volver a confiar".

Rosenkrantz dijo que "el funcionamiento de la Justicia es mejorable, como todo en Argentina. Pero la pregunta que debemos hacernos es por qué le cuesta a la Justicia ser veloz, porque somos un país con un alto nivel de litigios".

Además, señaló que existe "un problema madre que hay que cambiar y es la actitud que tenemos los argentinos hacia el derecho y lo que esperamos los argentinos de nuestros jueces". Pero añadió: "Nosotros, los jueces, no debemos ser originales, debemos ser predecibles".

El CPA surgió, hace casi once años, en pleno conflicto del gobierno de Cristina Kirchner con el campo. Un grupo de intelectuales y dirigentes políticos crearon un espacio con el objetivo de ser una fuente de debate de los problemas nuevos e históricos de la Argentina. Percibiendo que la división de ese entonces podía entenderse como el preludio de lo que más tarde se llamó grieta, el CPA tomó la diversidad como un valor fundacional, con el objetivo de resistir la lógica de descalificar a quien piensa distinto.

El acto contó con la presencia de Graciela Fernández Meijide, que ofició de moderadora; el exintendente porteño durante la presidencia de Raúl Alfonsín Facundo Suárez Lastra; y el exsecretario de Comunicaciones durante el gobierno de la Alianza Henoch Aguiar.

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