Carlos Heller: "Apuntamos a un segmento reducido de empresas y personas con el nuevo impuesto"
Con el respaldo del presidente Alberto Fernández, el diputado Carlos Heller presentará esta semana el proyecto que propone gravar con un impuesto extraordinario los grandes patrimonios y las ganancias millonarias tanto de las personas físicas como de las empresas. El objetivo, insiste, es dotar al Estado de recursos genuinos para afrontar la situación de emergencia provocada por el brote de coronavirus en el país; con este argumento, el presidente de la Comisión de Prespuesto y Hacienda de la Cámara baja desafía a aquellos economistas y dirigentes políticos que tildaron de "populista" la iniciativa.
"Ninguno va a perder su condición de rico o muy rico porque hagan una contribución extraordinaria en el sentido que estamos proponiendo. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: si al dueño de Amazon le ponen un gravamen extraordinario del 10% de su fortuna, en lugar de tener U$S140.000 millones de dólares de fortuna tendrá U$S116.000 millones. No creo que le altere mucho la vida ni que se deba privar de nada", ironizó el diputado Heller en diálogo con LA NACION.
El legislador aún no definió la base imponible del nuevo tributo como tampoco la escala de alícuotas que se aplicará. Ambas cuestiones se decidirán una vez que él y su equipo de asesores finalicen la elaboración de una base de datos con los potenciales contribuyentes del nuevo impuesto. Aclaró, no obstante, que el tributo finalmente se aplicará sobre un segmento pequeño de empresas. "En ningún momento se nos pasó por la cabeza afectar con este impuesto a los sectores medios de la sociedad", enfatizó el diputado.
-¿Qué lineamientos generales tendrá el proyecto?
-Primero hay que dejar en claro el escenario del cual partimos. La pandemia de coronavirus llegó al país en una situación económica que ya venía grave, con un Estado desfinanciado, hiperendeudado y en emergencia. Ahora las demandas se han incrementado: con el sistema de salud desmantelado, hacen falta más camas, más respiradores, más remedios, que hay que atender a los sectores más vulnerables y a aquellos trabajadores que se quedaron sin ingresos porque vivían del trabajo diario y de la changa. Para todo esto se necesitan recursos. En este marco, pensamos en un impuesto extraordinario que apunte hacia un objetivo determinado, atender la emergencia, y que esté orientado hacia quienes tienen las espaldas más grandes para poderlo resistir. Dicho claramente, hacia los grandes grupos económicos, las grandes ganancias. Cuando se conozca el proyecto se va comprobar que realmente apuntamos a un segmento reducido de empresas y personas que son los que tienen mayores patrimonios y mayores ganancias.
-¿También las grandes ganancias?
-Sí, porque si sólo graváramos los patrimonios, cometeríamos una cierta injusticia con aquellas empresas que capitalizan las utilidades frente a las que distribuyen las utilidades. Si una empresa tuvo ganancias por determinado monto y las capitalizó, entonces creció en su patrimonio y quedaría afectada por el impuesto, mientras que aquellas empresas que decidieron distribuirlas quedarían liberadas del gravamen. Estamos viendo cómo combinar ambos factores de manera de ser lo más ecuánimes posibles. Y tratando de que el sector alcanzado sea también el más chico posible. Para eso estamos armando una base de datos, que es lo más difícil.
-¿De dónde obtienen esos datos?
-De diversos lugares, porque los organismos que tienen esos datos son reacios a dar información para no vulnerar la ley ni la confidencialidad.
-Este proyecto se inició a partir de una propuesta de Máximo Kirchner de gravar a quienes blanquearon activos en 2016. ¿Este proyecto finalmente va a incluir a este sector?
-Sí y no. Me explico: si yo propongo gravar el patrimonio, no debería haber una discriminación si ese patrimonio viene del blanqueo o de otro lado. Se supone que si efectivamente se han blanqueado unos U$S120.000 millones de dólares, seguramente esos patrimonios van a estar, en su gran mayoría, incorporados en esta base de datos. No es un impuesto dirigido a los que han blanqueado. Es un impuesto dirigido a los que tienen un patrimonio de una cifra determinada para arriba.
-¿Máximo Kirchner está de acuerdo con que el proyecto tenga otra orientación?
-Máximo siempre estuvo de acuerdo. La propuesta de gravar a quienes han blanqueado sus activos surgió durante una entrevista del periodista Horacio Verbitsky con el presidente Fernández. Luego el Presidente, durante un reportaje con Morales Solá, enfatizó que apoyaba un impuesto a los grandes patrimonios. Cuando yo hablé con Máximo para empezar a diseñar el proyecto, nunca se hizo hincapié en el blanqueo. Fue una referencia.
-¿Por qué crear un nuevo impuesto y no aumentar la alícuota de ganancias o de bienes personales para los sectores de mayor nivel económico?
-Nuestra intención es dejar en claro que se trata de un impuesto por única vez. Es más transparente planteado así, como un nuevo impuesto.
-¿Es cierto que están planeando limitar las ganancias de los supermercados?
-Yo no estoy trabajando en ese sentido. No es parte de mi proyecto. Yo estoy trabajando en el proyecto del impuesto a los grandes patrimonios y a las grandes ganancias, para que no haya dudas.
-¿Cuál estima que será el piso para la contribución?
-No está definido, pero va a ser muy alto. Lo más probable es que en el proyecto no haya una alícuota única, sino que en los tramos más bajos se aplique una alícuota más chica y la vayamos escalando conforme aumente el patrimonio. Son ejercicios que tenemos que hacer.
-¿Qué recaudación estima con este nuevo gravamen?
-No lo sé, depende de cuál sea el universo de contribuyentes. Pero a manera de ejemplo, si tomamos una base conocida que es la del blanqueo y sabemos que se blanquearon 116 o 120 mil millones, a una tasa del 2% se contaría con un ingreso base de U$S2400 millones de dólares. Ojo, este es un ejemplo, no quiero decir que la tasa sea del 2%.
-Quienes critican el proyecto sostienen que sería contraproducente cargar de más impuestos a las empresas cuando son estas las que van a sacar adelante la economía cuando amaine la crisis.
-Esa discusión está en la esencia misma del sistema capitalista. ¿Quiénes van a a pagar impuestos si no son los grandes? Atrás de este argumento vienen los que alientan un Estado mínimo, los que dicen que hay que bajar los impuestos.
-Efectivamente, sostienen que hay que bajarles la carga tributaria para fomentar su producción, generar empleo y....
-(Interrumpe) Para que ganen más las empresas. Ellos dicen que hay que bajarle los impuestos a las empresas para que ganen más plata. ¿Y cómo se financia el gasto publico?
-¿No cree que la presión tributaria ya es de por sí muy elevada en nuestro país?
-Nuestro problema es que tenemos muchos impuestos "horizontales", como el IVA, que es muy alto. Esos son los impuestos que deberíamos bajar, los impuestos al consumo. Los impuestos verdaderos que el país necesita son los progresivos. Pero la primera discusión que hay que dar en materia tributaria es si querés un Estado fuerte, con recursos, o querés un Estado chiquito e insignificante.
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