Carlos Enciso, embajador de Uruguay: “Estamos bien con la Argentina, pero el Mercosur tiene un límite para nosotros”
El diplomático uruguayo asegura que el encuentro de los presidentes ayudó a mejorar la relación bilateral, pero reitera que su país buscará acuerdos comerciales con países extra zona
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Carlos Enciso, “El Pájaro” para los amigos, comanda una semana especialmente ajetreada desde la antigua casona de la calle Arenales al 1300 que es la sede de la embajada de Uruguay en Buenos Aires. En un alto de los preparativos para festejar un nuevo aniversario de la independencia de su país, que será el próximo miércoles, el embajador aseguró a LA NACION que hay “vocación de diálogo con la Argentina”, pero reiteró que para el gobierno de Luis Lacalle Pou “el Mercosur tiene un límite, un techo” y que insistirá en acuerdos comerciales con países extra zona.
Advierte, como ejemplo, que “la balanza comercial es tres a uno favorable a la Argentina” y que eso es “bastante estructural” y no va a cambiar sustancialmente en el mediano plazo.
Enciso, engranaje clave de la política exterior uruguaya, también remarcó una postura diferenciada de la Argentina frente a los casos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, en “defensa de los derechos humanos y la democracia” en esos países.
Mientras lamenta las limitaciones provocadas por la pandemia, el embajador repasa las actividades programadas para esta semana, que incluyen monumentos históricos iluminados con los colores de Uruguay, como el Obelisco, el Puente de la Mujer o el Planetario, y eventos culturales y de debate político.
-¿Como llega la relación bilateral en este nuevo aniversario?
-Estamos en una situación buena. Es un poco el designio de la historia tender a generar siempre una mejor relación, es parte de nuestra función. El reciente encuentro entre los presidentes en Olivos ayuda.
-¿Cómo se resuelve el debate en torno a la flexibilización de acuerdos con terceros países que propone Uruguay y al que Argentina se opone?
-Rescato la diplomacia presidencial y el “mano a mano”, porque la pandemia nos complicó a todos los actores públicos y privados. A veces, cuando hay un matiz o una diferencia, surgen impedimentos para poder, diálogo mediante, superarlos. En la reunión quedaron claras las posturas, en un ambiente cordial, por declaraciones de ambos presidentes. Ni la postura nuestra es tan compleja ni difícil de llevar, ni la postura argentina deja de tener su lógica. Hay que tener en cuenta los intereses de cada uno. En general desde el bloque se acepta nuestra posición: Uruguay tiene una economía chica, pero que tiene que seguir desarrollándose, que es dependiente de sus exportaciones más que de un mercado interno. Por eso, necesitamos obtener el visto bueno [del bloque] y tener la oportunidad de generar la exploración y conversaciones con países con los que podamos avanzar en algunos rubros y productos.
-¿ De qué manera se viabiliza?
-Los presidentes van a quedar, en la medida que haya algún avance, en un monitoreo y relación directa para tener de primera mano la información para ver si aquello en lo que Uruguay eventualmente avance le puede servir al bloque del Mercosur. Este diálogo directo entre los presidentes abarca otros temas virtuosos de una agenda bilateral que incluye infraestructura, intercambio, integración, obras futuras con el río Uruguay, que nos une y no nos tiene que separar.
-Como ocurrió durante muchos años con las papeleras en Fray Bentos…
-Exactamente.
-¿Brasil parece más cerca de la postura uruguaya de flexibilizar?
-Sí, en realidad la negociación no pasa por aquí. Están los coordinadores del Mercosur con ese tema, pero da la impresión de que al menos en algunas posturas sí lo está, al igual que en la baja de aranceles, algo por lo que Brasil ha bregado. Ahora tendrá la presidencia pro tempore y suponemos que le dará su ritmo a la agenda.
-¿Qué tipo de Mercosur ansía Uruguay?
-Hay una base histórica, un proceso de acumulación virtuoso, que hoy se tiene que potenciar en base a mejorar el comercio extra zona, la capacidad de relacionarnos y abrirnos al mundo, de manera más flexible y acorde a los desafíos del siglo veintiuno. Ahí está ese equilibrio sano entre ser mercosurianos, defender al bloque, y a la vez tener la capacidad de maniobra y apertura hacia el futuro en realidades diversas como hay en el mundo hoy. El Mercosur para Uruguay tiene un límite, un techo.
-¿Por qué?
-Porque exportamos durante muchos años… la balanza comercial es tres a uno favorable a la Argentina. En muchos aspectos, como alimentos, tenemos productos muy similares a los que producen aquí. Nuestro crecimiento no va a estar en la exportación a la región. Ojalá podamos exportar más, pero los U$S300 millones de Uruguay contra los U$S900 que nos exporta la Argentina es algo bastante estructural y no va a cambiar sustancialmente en el corto y mediano plazo. Lo aceptamos y competimos sanamente, aunque tenemos que buscar salir de la zona para poder crecer aún más en otros mercados.
-La Argentina y Uruguay han votado muy diferente en temas controvertidos como los derechos humanos en Venezuela, Nicaragua o Cuba. ¿Es lógico?
- Lo ideal sería que el Mercosur tuviera posturas siempre en común, aunque en este caso cada país es soberano y tiene, hacia su interna y su electorado, sus compromisos y su lógica. Por más que sea una pregunta muy buena para nuestro canciller, Francisco Bustillo, (se sonríe) puedo decirle que Uruguay, con respecto a esos países, tiene claras sus posturas, no solo de nuestro gobierno sino también de nuestro Parlamento y de gestiones anteriores, en defensa de los derechos humanos, las garantías institucionales y la democracia.
-Hablamos de las diferencias, ¿en qué rubros sí se puede avanzar?
-Hay posibilidades de avanzar en una estrategia común en la navegabilidad y mejora en el río Uruguay, ha habido contactos con los gobernadores de Corrientes (Gustavo Valdés) y Entre Ríos (Gustavo Bordet) e intendentes de ambos lados para generar mayor actividad a sus puertos, una interesante posibilidad de un cuarto puente sobre el río Uruguay que uniría producción y gente, entre Monte Caseros y Villa Unión. También en el frente marítimo del río de La Plata; la posibilidad de articular en organismos internacionales para financiamiento como la CAF, en la que Argentina tendrá un vicepresidente. En fin, son muchos los desafíos, además del diálogo permanente en temas como educación o cultura entre ambos gobiernos y pueblos.
Los festejos por la independencia
El programa de festejos por el aniversario de la independencia de Uruguay incluye, además de la iluminación de edificios emblemáticos de Buenos Aires en homenaje al país vecino, mensajes de artistas uruguayos destacados que viven en Argentina, un recital de tango electrónico del artista Supervielle y un conversatorio, mañana, sobre la agenda regional en conjunto con el CARI, del que participarán entre otros, el excanciller uruguayo Enrique Iglesias y los embajadores Alberto Iribarne y José Octavio Bordón.
El acto central será del miércoles, con ofrendas florales en las plazas San Martín y Uruguay, y una visita del embajador a la escuela Uruguay, en el barrio de Flores. La semana se completará con un concierto de la Orquesta de los Barrios, en la residencia, el jueves 26.
“Las actividades ponen al país en agenda con la excusa de la conmemoración en clave federal. Celebramos la independencia de los poderes extranjeros, y en el algún aspecto, la integración a las Provincias Unidas y la concepción federal de Artigas que se plasma por estos años”, dijo el embajador.
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