Carlos Corach: "En la Argentina rige un hiperpresidencialismo con una fuerte tendencia centralizadora"
A 20 años de la reforma constitucional de 1994, el ex ministro del Interior de Menem y ex convencional constituyente trazó un balance y disparó críticas al actual gobierno
Renuente a dar entrevistas, Carlos Vladimiro Corach, quien fue uno de los ministros emblemáticos de la gestión menemista, aceptó dialogar con LA NACION con la condición de acotar la charla al balance de la reforma constitucional de 1994, a 20 años de sancionada, y no opinar sobre la situación política actual. No obstante, al desgranar lo que a su juicio fueron los objetivos incumplidos de la reforma, disparó críticas al gobierno de la presidenta Cristina Kirchner.
"Sí, en la Argentina rige un hiperpresidencialismo -respondió Corach a una pregunta de LA NACION-. Desgraciadamente, es una forma de gobierno común en América latina, no sólo de la Argentina. Yo no la comparto."
El ex ministro reivindicó la gestión de Carlos Menem -aunque criticó la "re-reelección" que se promovió durante su segundo mandato- y cuestionó que, en la actualidad, la Nación concentra la mayor parte de los recursos públicos en detrimento de las provincias. "Nos convertimos en un país con una fuerte tendencia centralizadora", dijo.
-¿Qué balance puede formular de la reforma de 1994?
-Fue un hecho inédito en la historia argentina porque fue la primera vez que la Constitución Nacional se reformó siguiendo estrictamente los lineamientos de la Carta Magna de 1853. Además, se realizó tras un comicio irreprochable en el que participó todo el espectro político argentino, que tuvo su representación en la convención reformadora. Esto significó un giro gigantesco en nuestra política constitucional.Por otra parte, la reforma creó instituciones que mejoraron la vida diaria de los argentinos. Por ejemplo, la incorporación con carácter constitucional de los tratados internacionales, sobre todo los de derechos humanos. Esto permitió incorporar el mundo a nuestra propia legislación y mejorarla.
-Pero pasaron 20 años y algunos artículos no se reglamentaron. Por ejemplo una nueva ley de coparticipación de impuestos.
-Es cierto, pero hay que decir que su dificultad radica en que se trata de una ley convenio que debe ser aprobada por todas las provincias y sus legislaturas. Todos quieren ganar y ningún gobernador quiere ceder puntos de coparticipación. Para zanjar este problema habría que buscar un método que fije un piso de ingresos a repartirse entre las provincias según la ley actual, mientras que todo lo que se recaude de más se distribuya mediante pautas distintas, beneficiando a aquellas provincias de mayor eficacia fiscal. Porque ¿de qué federalismo hablamos cuando hay provincias que no recaudan ni el 10 por ciento de sus gastos corrientes?
-O cuando hay un Estado nacional que concentra el 70 por ciento de la recaudación...
-Pero eso es una distorsión actual. No es la ley de coparticipación.
-¿Pero no es a consecuencia de la falta de una ley de coparticipación?
-No, es consecuencia de la discrecionalidad en el reparto de recursos por parte del Poder Ejecutivo.
-¿Nos convertimos en un país unitario?
-No somos un país unitario, pero sí tenemos una fuerte tendencia centralizadora.
-Otro aspecto cuestionado de la reforma es que no ayudó a atenuar el presidencialismo y que la figura del jefe de Gabinete no tiene peso político.
-La Argentina es un país fuertemente presidencialista, como ocurre en toda América latina. Evidentemente no pudimos crear las condiciones ni la legislación necesarias para que el jefe de Gabinete cumpla las funciones que pensaron los convencionales constituyentes. No para quitarle poder al presidente, sino para dotar a la gestión de una mayor eficiencia gubernativa al coordinar todo el gabinete.
-La gestión actual no se destaca por tener un gabinete fuerte. ¿Es un déficit?
-No, es una manera de gobernar. Puede ser buena o mala, hay que ver los resultados. Yo soy partidario de darle la importancia que tiene al gabinete de ministros.
-¿Por qué la gente identifica la reforma de 1994 sólo con la reelección de Menem?
-Por puro marketing. Porque no se la analiza lo suficiente.
-Pero en algún momento el gobierno menemista planteó la reelección indefinida...
-No, jamás se planteó eso. Los primeros que propusieron la reelección por sólo un período fue durante el gobierno de (Raúl) Alfonsín. Que es en definitiva el modelo que nosotros tomamos.
-Pero en el segundo mandato se planteó la re-reelección.
-Pero no la reelección indefinida. Los planteos de segunda reelección del presidente Menem fueron un error político del cual se desprendieron muchas consecuencias negativas para el propio presidente Menem.
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