Carlos Castagneto cuestionó el “equilibrio emocional” de Milei y Espert le apagó el micrófono
El diputado nacional de Unión por la Patria dijo que el Presidente le da “vergüenza ajena a todos los argentinos”; “Quédese sentadito que yo lo escucho igual”, replicó el libertario
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En medio del debate en comisión de la Ley de Bases, el diputado de Unión por la Patria Carlos Castagneto cuestionó -durante su alocución en contra del proyecto- el “equilibrio emocional” del presidente Javier Milei. Fue en esa secuencia que el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert -un aliado clave para el gobierno libertario- le apagó el micrófono porque se excedió de los dos minutos que debía durar su intervención.
Antes de que el oficialismo logre el dictamen, Espert había pedido que, como quedaban 17 oradores y menos de 50 minutos para firmar el dictamen de comisión, los que resten hablen tan solo un par de minutos. Tras ello, le dio la palabra a Castagneto.
En su discurso, el exfutbolista y extitular de la AFIP aseguró que no se sabe qué se está debatiendo y que el proyecto tiene problemas. “El bloque oficialista no pudo explicar lo que realmente estamos debatiendo, algo que no sabemos qué. Hay problemas con la parte tributaria, laboral, ponen y sacan empresas [para privatizar] sin ningún sentido”, explicó Castagneto.
En esa misma línea, cuestionó la delegación de facultades extraordinarias para Milei, planteadas en el primer artículo de la Ley de Bases. “Delegar al Presidente [atribuciones] cuando en el Foro Llao Llao felicitó a los que evaden impuestos y giran dinero al exterior sin declarar, estamos cometiendo un error muy grande, delegando potestad a un Presidente donde el equilibrio emocional que tiene es cero”, aseguró.
Luego, agregó: “Ayer pudimos ver a un Presidente que da vergüenza ajena a todos los argentinos y argentinas”. En esa seguidilla de alusiones, cuestionó una de las modificaciones de la Ley de Administración Financiera.
“Dos minutos”, le reclamó Espert inmediatamente después, a lo que Castagneto replicó: “Bueno no hablo más presidente, ya está”.
Al escucharse aplausos en el recinto por el cierre del discurso, Castagneto lanzó: “No aplaudan. Presidente, una cosita”.
Inmediatamente, Espert le apagó el micrófono y le cedió la palabra al radical Fernando Carbajal. Al elevarse la tensión por los cruces a micrófono apagado entre el legislador y el presidente de la comisión, el libertario cerró: “Quédese sentadito que yo lo escucho igual. Yo dije que quedaban 17 diputados por hablar”.
El oficialismo logró dictamen
Con el apoyo de un amplio sector de la oposición dialoguista, el oficialismo se alzó esta tarde, con 61 firmas, con el dictamen de mayoría de la versión acotada de la “Ley de bases”. El objetivo es llevarlo al recinto el lunes próximo para darle media sanción.
Para la obtención del dictamen, el Gobierno realizó numerosas concesiones en la redacción del texto a lo largo de las negociaciones que mantuvo en el último mes con los bloques de la oposición dialoguista.
Sin embargo, pese a los esfuerzos por acercar posiciones, el grueso del bloque de la UCR anticipó que planteará disidencias parciales al proyecto, mientras que los diputados Pablo Juliano y Fernando Carbajal votarán en contra, mientras que la bancada Hacemos Coalición Federal, que preside Miguel Pichetto, se mostró dividido: la Coalición Cívica y el socialismo, junto a Margarita Stolbizer, presentarán sendos dictámenes de minoría, mientras que el resto de sus integrantes plantearán disidencias en varios artículos. Lo mismo hará la bancada Innovación Federal, que representa a los gobernadores de Salta, Misiones y Neuquén.
Los bloques de Unión por la Patria y la izquierda, por su parte, ya anticiparon su rechazo al dictamen.
Por lo tanto, el oficialismo solo cuenta con el apoyo incondicional de Pro, que suscribió el dictamen libertario.
Este nuevo texto contiene, entre sus puntos más relevantes, la inclusión de una reforma laboral acotada –que omite aquellos artículos que generan conflicto con los líderes de la CGT como la eliminación de la llamada “cuota solidaria” que financia las cajas sindicales-; un régimen de incentivo a las grandes inversiones, que contempla un abanico de beneficios fiscales, aduaneros y tributarios para las grandes empresas como también la posibilidad de que el Poder Ejecutivo pueda declarar sujetas a privatización una decena de empresas públicas.