Carlos Bianco: “Es inevitable que Axel sea una referencia del peronismo”
El ministro de Gobierno bonaerense admite “matices” con La Cámpora, pero niega una guerra; afirma que Milei castiga particularmente a Buenos Aires con el recorte de fondos
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Carlos Bianco considera natural que Axel Kicillof se erija como referente peronista en franca oposición a la presidencia de Javier Milei. El ministro de Gobierno bonaerense recibe a LA NACION en las oficinas porteñas del Banco Provincia, donde hilvana definiciones sobre la gestión y las disputas del peronismo, aunque niega que exista una interna con Máximo Kirchner y La Cámpora. Hombre de extrema confianza del gobernador, critica los recortes de fondos a la Provincia, pide potestad para terminar obras públicas frenadas y defiende la gestión en materias como la seguridad y la salud.
–¿Cómo se está manejando el gobierno provincial ante los recortes de fondos nacionales?
–Con mucho esfuerzo fiscal y mucha creatividad. Una parte son recortes y otra parte son impactos de la política económica del gobierno nacional. La estimación que hizo nuestro ministro de Economía, Pablo López, es que a lo largo del año vamos a contar con un presupuesto con un billón de pesos menos que los que hubiésemos tenido bajo condiciones normales, sin los recortes de las transferencias no automáticas y sin la recesión profunda que está teniendo la provincia y que nos impacta por dos lados: menos recaudación nacional, menos coparticipación para la Provincia; menos actividad económica, menos recaudación propia de la Provincia. Solamente de transferencias no automáticas que recibía la Provincia son, más o menos, 65.000 millones de pesos por mes. En eso está el Fondo de Fortalecimiento Fiscal, el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), el fondo compensador del transporte del interior, programas nacionales que se ejecutaban a través de la Provincia y fueron dados de baja. Estamos haciendo todo el esfuerzo fiscal para sostener todos los programas que podamos. Algunos, no los hemos podido sostener: el Fonid lo pudimos pagar un mes y después no lo pudimos pagar. El programa Conectar Igualdad bonaerense, con el que el año pasado entregamos computadoras a todos los pibes de sexto año, este año vamos a tener que hacerlo mucho más chico; el programa de viajes de egresados no lo vamos a poder llevar adelante. Después está el otro capítulo, que es tan grave como el de los recortes de fondos, que es el de la obra pública. No solo porque en la provincia tenemos mil obras públicas que fueron totalmente abandonadas por el gobierno nacional. Algunas que consideramos estratégicas estamos solicitando al gobierno nacional que nos las traspase para poder terminarlas nosotros. Por ejemplo, la autopista Presidente Perón y la bajada hacia Ensenada de la autopista Buenos Aires La Plata. Pero, también, la menor disponibilidad de recursos para la Provincia hace que estemos lanzando menos obras nuevas este año que el año pasado. Creo que no es exclusivo de Buenos Aires, pero hay una decisión política mucho más definida de no invertir, no transferir fondos y no ejecutar obras en la provincia de Buenos Aires. Por una definición política del gobierno nacional, del Presidente.
–¿Estuvo cerca de extenderse a Buenos Aires la protesta policial de Misiones?
–Estuvimos monitoreando, como corresponde ante cada alerta que se pueda generar. Había algunos flyers circulando por las redes, de policías exonerados, que lo hacen periódicamente. Siempre llaman a reclamos que nunca suceden. En un comunicado que publicaron dicen que entendieron que el 99,9% de los policías estaba conforme con las medidas de la Provincia de Buenos Aires y que iban a dejar de protestar. También me parece repudiable lo que han hecho algunos periodistas y algunos medios, que intentaron fogonear esto, me parece peligroso.
–¿Cómo ven la cuestión de la seguridad en la provincia? Puntualmente, el escenario de un posible estallido social en el conurbano.
–Hablo permanentemente con intendentes, referentes de organizaciones sociales, de la Iglesia, con pastores evangélicos. Todos me dicen que la situación en los barrios se ha deteriorado muchísimo, por caída de ingresos, por falta de empleo formal, porque se redujeron las changas, porque la inflación no ha cesado a pesar de que se ha reducido respecto del nivel al que la puso [el presidente Javier] Milei a partir de una devaluación del 118%, y con ingresos nulos. A pesar de que esa situación se deterioró muchísimo y eso genera situaciones de mayor exclusión y violencia en los barrios, no hay un clima de lo que uno podría llamar estallido. No existe tal cosa hoy en el conurbano bonaerense. A eso, hay que sumarle la quita de alimentos que llevó adelante el gobierno nacional. Nosotros hemos puesto el foco en sostener comedores, merenderos, lo que está haciendo a través de la entrega de alimentos el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, el Servicio Alimentario Escolar, que les da la colación y el almuerzo a 2.200.000 pibes y se les da un módulo alimentario, el módulo MESA, para que se lleven a sus hogares; el impacto que tienen los descuentos de la cuenta DNI para comprar alimentos. Hay una batería de políticas, en la medida de los recursos de la Provincia de Buenos Aires, que lleva a que la situación social esté relativamente contenida.
–¿Cómo analizan las cifras del Ministerio Público Fiscal que establecen que, en 2023, subieron los homicidios, robos y hurtos en territorio bonaerense?
–Todo este tiempo venían bajando los índices de delito. Efectivamente, el Ministerio Público Fiscal publicó un salto. habrá que trabajarlo mejor y controlarlo mejor, cosa que va a ser difícil en un contexto de deterioro social, de mayor exclusión, desigualdad y necesidades. Esto no implica decir que la pobreza genera delito, pero está comprobado en muchos países del mundo que las grandes desigualdades generan situaciones de inseguridad mayores que regiones más igualitarias. Estamos trabajando con nuestro Ministerio de Seguridad, seguimos incorporando tecnología, seguimos entregando patrulleros, seguimos formando policías. Cuando [la exgobernadora, María Eugenia] Vidal comenzó su gobierno, tenía 95.000 efectivos; terminó con 90.000. Cuando terminamos nuestro primer mandato, pudimos recuperar los 95.000, con todas las dificultades que hubo porque durante los dos años de la pandemia no pudimos hacer la formación completa de los agentes. Incorporamos los drones para el interior de la provincia, el cuerpo de policía rural y la escuela de policía rural que generamos en Olavarría. Hay que seguir trabajando con políticas de estado y sin marketing. Las políticas de marketing no tienen ningún resultado; las políticas de Estado tienen resultado, a veces tardan un poco más que lo que la gente espera.
–El IOMA está bajo la lupa. ¿Cuál es para ustedes su situación?
–Tiene tantos problemas como tiene todo el sistema de salud privado, público y de las obras sociales. No digo que el IOMA, a diciembre del año pasado, no tenía problemas; hoy tiene muchos más. Pero también los tiene OSDE, los hospitales municipales, los nacionales y los provinciales. La desregulación del sistema de salud, no ponerle un coto al costo de los tratamientos, de los medicamentos, ha generado un descalabro total y absoluto sobre el conjunto del sistema de salud de la República Argentina, no un problema de la provincia de Buenos Aires. El aumento de las prepagas, lejos del discurso de Milei de que todo tenía que pasar al ámbito privado, terminó en que muchas familias de clase media que costeaban una prepaga o pagaban un seguro médico ya no lo pueden pagar más y aumentó la demanda de tratamientos en los hospitales municipales. Estamos trabajando para poder mejorar las prestaciones. También hubo cuestiones vinculadas a un reordenamiento del funcionamiento del IOMA, tratando que tenga menos intermediarios, por ejemplo, con las asociaciones de médicos de la provincia de Buenos Aires, para evitar que se hagan pagos y sobrepagos en lugares que no se tienen que hacer y no tienen un objetivo. Eso generó problemas que se han ido solucionando.
–¿Alienta la posibilidad de que Kicillof tome el lugar de liderazgo del peronismo?
–Es inevitable que Axel sea una referencia del peronismo, porque es el gobernador de la provincia más importante de la Argentina y porque se ha puesto a la cabeza del reclamo por los fondos que le corresponden a la provincia de Buenos Aires y por los impactos de las medidas económicas que ha tomado el gobierno nacional. Dado eso, es inevitable que el gobernador cobre esa visibilidad política. Tiene que ver con un proceso que se está desplegando. No es algo que se ha planificado en términos políticos para ponerlo en un lugar de liderazgo con respecto de otras referencias de nuestra fuerza política, es la materialidad de las cosas.
–¿En ese proceso se enmarca la agrupación que usted ha lanzado?
–El Frente Patria y Futuro es un frente de varias agrupaciones, de la misma forma que La Patria es el Otro es un frente de varias agrupaciones, que se acercaron políticamente a nosotros, a decir que apoyaban abiertamente el gobierno de Axel en la provincia, que para ellos era una referencia, que había que fortalecer políticamente la gestión del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Con una ideología común, en general vinculada al peronismo de izquierda.
–¿Cómo ve el vínculo con La Cámpora y con Máximo Kirchner?
–No veo una cuestión de tensión. Para que haya una tregua tiene que haber una guerra. No hay una guerra, no creo que haya ninguna interna. Puede haber diferencias de percepción en alguna materia, puede haber matices, inclusive puede haber diferencias tácticas sobre el momento en el que hay que salir o esperar para hacer determinadas críticas. Cuestiones válidas y saludables en una fuerza política, máxime si venimos de una derrota política tan fuerte a nivel nacional contra un candidato, Milei, que no tenía estructura política propia, con propuestas muy estrambóticas y disruptivas. No creo que haya ninguna interna, ninguna guerra, ni que sea necesaria ninguna tregua, porque son diferencias sanas, saludables, y las tiene que procesar nuestra fuerza política, como lo están haciendo otras fuerzas políticas.
–¿Considera que Cristina Kirchner puede ordenar, o está en otra postura?
–Cristina es referencia fundamental de nuestra fuerza política. Ha tenido sus reapariciones, actos, reuniones públicas en el Instituto Patria haciendo un diagnóstico muy claro de la situación económica, social y política, y llamando al trabajo de toda nuestra fuerza política para seguir construyendo alternativas del campo popular que representen los intereses de la Patria y del pueblo argentino. En ese marco, estamos todos y tenemos que estar todos. Hay que seguir privilegiando lo que nuestra fuerza política viene haciendo bien, aunque ha resultado insuficiente visto y considerando los resultados de las elecciones nacionales, que es la unidad de nuestro frente político. Ese es un piso mínimo que tenemos que tener y, a partir de eso, ir construyendo una alternativa del campo popular para poder gobernar los próximos años y poder sostener económica, social y políticamente la tremenda situación que estamos viviendo. Habrá que procesar las diferencias que tengamos entre los distintos factores con argumentos y buenas intenciones.
–¿Es para ustedes una preocupación cubrir las vacantes en la Corte bonaerense?
–Siempre es una preocupación porque las instituciones tienen que funcionar de la manera más completa posible. En vistas de la situación general, no es la preocupación principal ni mucho menos.
–¿Han tenido comunicación con Fernando Espinoza por su situación a partir del procesamiento por abuso sexual?
–Es un tema que hemos hablado, pero no le corresponde al gobernador ni al Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires tomar una definición al respecto. Es un tema de la Justicia. Lo que hemos hecho es poner a disposición nuestro Ministerio de las Mujeres y Diversidad, que es el único que hay en toda la Argentina, y que expresa claramente la posición del gobernador sobre estos temas. Respecto de las decisiones que tenga que tomar el intendente, es un intendente elegido por el pueblo de La Matanza y dependen de él y del pueblo de La Matanza. No tenemos ninguna competencia ni legitimidad sobre ese tipo de decisiones. Pero vamos a seguir trabajando con el gobierno de La Matanza, con el intendente de La Matanza, porque, si no, sería discriminatorio con el pueblo de La Matanza.
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