En campaña, Fernández refuerza la comparación con Macri y reparte críticas a Santilli y Milei
El Presidente ratificó que la estrategia es la polarización con el anterior gobierno; recorridas, obras y cercanía, el plan oficial para los próximos días; seguirán los anuncios en materia económica
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“Fue muy complicado, pero la gente tiene claro cómo es la cosa”, le dice el presidente Alberto Fernández a LA NACION. En medio de una decena de personas que lo persiguen para inmortalizar el momento, el jefe del Estado se entrega a cada pedido. “Yo lo disfruto”, repite una y otra vez.
“¡Eh! ¡Fernández!”. En medio del trance, el grito obliga al Presidente a girar la cabeza. A unos 30 metros, sentada sobre una silla de plástico en la puerta de su casa, detrás de una frazada, Hilda mueve su brazo derecho buscando llamar su atención. Junto a ella, ocho personas salen a recibirlo. Las fotografías se multiplican, junto a los choques de puño e interminables palmadas en la espalda.
Acompañado por la intendenta Mayra Mendoza y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el Presidente bajó este mediodía de la combi que lo trasladaba a Quilmes y se acercó a las decenas de vecinos que lo esperaban. Todo se conjuga en tono de campaña: los gestos, los movimientos y también las palabras.
Es por eso que el discurso del Presidente se enfocará minutos después en la oposición. Fernández busca forzar con sus palabras la comparación con el gobierno de Mauricio Macri. En tono de infidencia, contó que “hizo zapping” durante el fin de semana y escuchó a referentes de la oposición hablar sobre la necesidad de “acompañar a la gente”.
“Pensaba, cuando tenés que repetir tanto que tenés que estar al lado de la gente es que no estás acostumbrado. ¡Nosotros no estamos con la gente, nosotros somos la gente! No todo es coaching”, lanzó desde la tarima que se ubicó en el medio de la avenida Santa Fe, en Quilmes, una de las 100 obras que se inauguraron hoy en simultáneo. El destinatario del dardo tenía nombre y apellido: Diego Santilli, exvicejefe de gobierno porteño y precandidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Al lado del Presidente asentía Victoria Tolosa Paz, cabeza de la lista del Frente de Todos. Ahí está el eje de la batalla para el oficialismo. “Victoria, en tu nombre decimos todo”, le regaló el jefe del Estado a la precandidata en el único momento de protagonismo que tuvo durante la fría mañana bonaerense.
“Prometimos medicamentos gratis y los tienen; dijimos que se acababan los padecimientos por aumentos de tarifas, y ya no pasa. ¿Será que me criticarán porque arreglé la deuda que dejaron? ¿Será, Kato [por Katopodis], que nos equivocamos en crear el Ministerio de Salud y el de Ciencia y Tecnología?”, ironizó el Presidente.
Y siguió: “¿Será, Mayra, que nos equivocamos en poner de pie los hospitales que abandonaron? O tal vez en que hay 1.260.000 trabajadores que ya no pagan el impuesto a las ganancias. ¿O en ampliar los derechos de la mujer? ¿Será por el reclamo a los laboratorios para que no se abusen y por ser uno de los 20 países del mundo que más vacunaron a su gente? ¿O será, Kato, porque no privamos a nadie de obras públicas y viviendas?”.
El Presidente cargó contra la administración macrista por la falta de resultados y puso en duda el objetivo que se trazó Macri con la instalación de la PPP, las obras que se financiaban con participación pública y privada.
“Hoy estamos presentando 100 de 1800 obras que estamos haciendo en todo el país. El 70% estaban paralizadas cuando llegamos por incumplimientos con muchos constructores que las tenían que llevar adelante. Los contratos de la participación pública privada (PPP), formidable negocio para algunos y formidable desastre para el Estado, que fuimos desmontando uno a uno”, resaltó.
También hubo un párrafo especial para la prédica antipolítica que encarna el economista Javier Milei, quien llamó a “quemar” el Banco Central. “Otros hablan de casta política”, graficó el Presidente, que enfatizó el tono en la palabra casta. Según confiaron cerca del mandatario, Fernández no buscó confrontar con Milei, sino alertar sobre los efectos de las palabras que dicen los referentes libertarios. “Genera preocupación”, admitió uno de los hombres de confianza del jefe del Estado.
En una carrera contra reloj –el miércoles vence el plazo para la inauguración de obras antes de la veda electoral–, el gobierno nacional desplegó para los próximos días una batería de anuncios con el foco puesto de dejar atrás la pandemia y mostrar a un Presidente en acción.
Este martes, por ejemplo, se pusieron en marcha 100 obras de agua y saneamiento, de equipamiento urbano, hídricas, de mejoramiento vial urbano, viales y de infraestructura social con una inversión de $22.008 millones. Mañana seguirán los anuncios, en este caso préstamos a tasa cero para monotributistas.
“A veces me pregunto por qué no podemos proponer una campaña política que tenga la honestidad de decir: ‘Vivimos los dos peores años de la humanidad y acá estamos”, dijo y parafraseando a Víctor Heredia, cerró: “Todavía cantamos. Estamos de pie”.
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