Cambió el consorcio del Sarmiento y el Gobierno negocia con Odebrecht
Esta semana se concretó la salida de los brasileños; Ghella comanda la obra y busca financiamiento
El consorcio a cargo del soterramiento del Sarmiento culminó esta semana las gestiones para desvincular definitivamente a Odebrecht de la obra. Pasaron casi tres meses desde que la Casa Rosada anunció la salida del gigante brasileño, sumido en el escándalo del Lava Jato: fueron semanas de arduas negociaciones y trámites entre las empresas y el Gobierno.
A partir de ahora, tanto el consorcio como Mauricio Macri respiran más tranquilos. Pero el cordón con Odebrecht no se cortó del todo. Todavía resta resolver el escándalo de las coimas que podrían salpicar a ex funcionarios del kirchnerismo y a otras firmas locales.
Según pudo conocer LA NACION, mientras las causas judiciales avanzan, las negociaciones para llegar a un acuerdo con Odebrecht siguen vivas para tener datos de los pagos indebidos, tanto en la Justicia como en el Poder Ejecutivo.
La Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), un organismo del Ministerio Público Fiscal encabezado por Sergio Rodríguez, tuvo hace un mes y medio la última reunión con representantes de Odebrecht. El fiscal planteó que el único acuerdo que habilita la ley argentina es el del régimen del arrepentido. En la constructora acordaron evaluar la propuesta, que sigue en suspenso.
En el Gobierno, en tanto, tampoco cerraron la ventana de negociación para un acuerdo en el ámbito administrativo. La Procuración del Tesoro aún debe estimar el daño causado por Odebrecht para exigir un resarcimiento y, eventualmente, iniciar una demanda civil. En ese camino, ya extrajo copias de las tres causas judiciales que investigan el Lava Jato local.
Sin Odebrecht, con un "cambio de cara", la unión transitoria de empresas (UTE) a cargo del Sarmiento esta semana pasó a denominarse "Consorcio G&S". Sin la española Comsa, que también salió de la obra, en el proyecto sobrevivieron dos socios: Ghella, que quedó con el 71% del contrato, y Sacde (ex Iecsa), la empresa que Marcelo Mindlin le compró al primo del Presidente y que quedó con el 29% del proyecto.
La estrategia de Ghella
Ghella supo traerle buenas noticias a Macri en el pasado. Emporio familiar fundado en Italia, hizo en la ciudad de Buenos Aires el entubamiento del arroyo Maldonado. Especializada en túneles, la empresa hoy está construyendo ferrocarriles en los Alpes y subterráneos en Sidney. Para cuidar su reputación, cuando el Lava Jato golpeó al Sarmiento, activó un operativo para no ser salpicada por Odebrecht.
Ghella y Odebrecht encararon una larga negociación que culminó en los últimos días con un contrato de confidencialidad mutua, en el que se contemplaron "contingencias" a futuro en caso de que haya consecuencias legales y económicas para el soterramiento.
Así, al tiempo que compró la salida de Odebrecht, Ghella se convirtió en un salvavidas para Macri, quien evitó el costo político de seguir girándole fondos a una firma que se declaró corrupta.
Según pudo conocer LA NACION de fuentes del mercado, Ghella no sólo le quitó un lastre al Gobierno: también busca financiamiento internacional para el soterramiento, una posibilidad antes vedada por la presencia de los brasileños.
Cuando la obra se licitó, en febrero de 2006, Néstor Kirchner estipuló que los adjudicatarios buscarían financiamiento privado. La UTE ofreció créditos del Credit Suisse y el Depfa Bank, pero el gobierno de entonces dijo que la tasa era alta.
En 2008, Cristina firmó un decreto en el que consideró que "las turbulencias internacionales" hacían inconveniente el crédito privado y ordenó pagar la obra con fondos del Tesoro.
El kirchnerismo desembolsó, así, $ 865 millones, aunque la tuneladora no se movió.
En octubre del año pasado, Macri reactivó la obra y dispuso un presupuesto público de US$ 3000 millones. Ya se giraron más de $ 1000 millones en fondos públicos.
Ese esquema podría cambiar si resultaran exitosas las tratativas de Ghella para conseguir un crédito internacional. Aunque se inició hace casi diez años, el proyecto sólo avanzó un 10 por ciento.
Nuevos actores en la obra del soterramiento
- Esta semana se concretó la salida de Odebrecht del Sarmiento. Ghella pasó a comandar la obra y la UTE pasó a llamarse Consorcio G&S
- Tanto la Justicia como el Gobierno dejaron abiertos los canales de negociación con Odebrecht para tener datos de las coimas
- Según fuentes del mercado, Ghella busca financiamiento internacional para el Sarmiento. Hasta ahora la obra fue financiada con dinero público