Cafiero reiteró en la ONU el reclamo argentino por las Malvinas: “El conflicto de 1982 no alteró la naturaleza de la disputa”
A 40 años de la guerra, el canciller presentó ante el comité de descolonización los argumentos argentinos para recuperar la soberanía de las islas; el representante británico esgrimió el principio de autodeterminación
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NUEVA YORK.- Como todos los años, la Argentina llevó a la Organización Naciones Unidas su reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Y, como todos los años, el comité abocado a la disputa aprobó por consenso una resolución que llama a la Argentina y al Reino Unido a reanudar las negociaciones para encontrar una salida al conflicto, una conversación que, 40 años después de la Guerra de Malvinas, continúa esquiva, y que nadie vislumbre en el horizonte.
“En la Argentina, decimos que Malvinas nos une”, dijo el canciller, Santiago Cafiero, al abrir un mensaje que año a año se reitera en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
“Reafirmo aquí que las victorias militares no otorgan derechos. El conflicto de 1982 no alteró la naturaleza de la disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, que continúa aún hoy pendiente de negociación y solución”, enfatizó.
Al igual que sus antecesores, Cafiero habló en una nueva sesión del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, el C-24, que todos los años dedica un encuentro a la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas entre la Argentina y el Reino Unido. Cafiero insistió en que Londres retome las negociaciones con la Argentina para encontrar una solución pacífica y definitiva a la controversia. Ayer, Cafiero se reunió con el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, que reiteró su compromiso a llevar adelante gestiones “de buenos oficios” para facilitar el diálogo, una misión que rige desde 1982.
Cafiero reiteró los argumentos argentinos –la “colonización iniciada” por Londres en 1833; el respeto a la “integridad territorial” de la Argentina–, y, al evocar la guerra, Cafiero remarcó que, en 1982, el país estaba gobernado por “una junta militar ilegal e ilegítima”.
“Desde entonces, con la reanudación de la democracia, que cumplirá en 2023 40 años ininterrumpidos de vigencia, la Argentina se ha consolidado como un país democrático comprometido con todos los esfuerzos por resolver la disputa de soberanía”, indicó Cafiero. “¿Es que hay democracias que valen más que otras? ¿Hay Estados habilitados a incumplir la Carta de la ONU y no leímos la letra chica?, la comunidad internacional debe actuar o será cómplice de la doble moral, de aquellos que son promotores de los valores del multilateralismo en tierra ajena”, continuó.
Cafiero indicó que las posiciones, cuatro décadas después del conflicto, son nítidas: dijo que para el Reino Unido, “Malvinas es dominación, especulación y oportunismo; para mi país, es soberanía, justicia y dolor por nuestros caídos”.
“El mundo no puede permanecer indiferente ante el objetivo de alterar la estabilidad en América Latina y el Caribe, una de las zonas de paz más consolidadas del planeta”, cerró el canciller. “Es hora ya de que el Reino Unido escuche a la comunidad internacional y retome las negociaciones para alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía con la República Argentina. Que no le tenga miedo a la paz. Que pierda el temor al diálogo dentro del derecho internacional”, completó.
Perseverancia
Luego de la sesión, Cafieron destacó en una entrevista con medios argentinos la “perseverancia” del reclamo argentino, y dijo que, a pesar de la falta de avances, la estrategia no cambiará, y se buscará ampliar el apoyo internacional para elevar la presión sobre el Reino Unido.
“Se sigue acumulando material diplomático para ejercer presión sobre el Reino Unido para que vuelva a la mesa de negociación. El abordaje de la Argentina es la diplomacia, no tenemos otro abordaje”, indicó.
Cafiero llegó acompañado a Nueva York de una amplia comitiva conformada por legisladores del oficialismo y de la oposición del Congreso, legisladores provinciales; funcionarios de la Cancillería, el gobernador de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, un nutrido grupo de figuras que cada año busca proyectar un mensaje de unidad detrás del reclamo argentino por las islas.
Junto a Cafiero viajaron a Nueva York los senadores Adolfo Rodríguez Saá (Frente de Todos), María Eugenia Duré (Frente de Todos) y Pablo Daniel Blanco (JxC); los diputados Alberto Asseff (JxC), Rosana Andrea Bertone (Frente de Todos), Federico Frigerio (JxC), Aldo Leiva (Frente de Todos), Roxana Reyes (JxC) y Eduardo Valdés (Frente de Todos).
La postura de los isleños
En la sesión del comité, los isleños también reiteraron sus argumentos: dijeron en el comité que son un pueblo que ejerce su derecho a la autodeterminación –menos de 3000 personas viven en las islas actualmente–, una democracia, y definieron a la Argentina como un vecino agresivo con “una ambición colonial”.
Gavin Short, miembro de la Asamblea Legislativa que gobierna actualmente las islas, recordó el referendo que se realizó hace unos años, en el cual los isleños eligieron preservar su actual estatus político como “Territorio de Ultramar del Reino Unido”. También hizo referencia a la guerra.
“Hemos tenido paz en las Falkland durante los últimos 40 años en las Falklands. Pero la constitución argentina exige que las negociaciones sólo pueden tener un desenlace: que las Falklands y su pueblo se conviertan en argentinos contra los deseos de la gente”, dijo Short, miembro de la Asamblea. “En las Falkland practicamos la autodeterminación”, afirmó.