Buscan reprogramar deuda por más de US$60.000 millones
Para despejar "las exigencias financieras", Lacunza anunció un cambio en los pagos de corto plazo para bancos y aseguradoras; los individuos cobrarán sin cambios; los vencimientos de mediano término, con canje voluntario
En medio de una alta inestabilidad financiera y cambiaria, de un proceso electoral y con reservas limitadas, el Gobierno anunció ayer que buscará un "reperfilamiento" de la deuda de corto plazo y un proceso de canjes voluntarios con los pasivos de mediano plazo por un monto total que alcanza unos US$60.000 millones. El objetivo fundamental es ofrecer certidumbre sobre su pago, pero también frenar la fuerte volatilidad del dólar.
La decisión oficial fue presentada por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, en conferencia de prensa e incluyó además el comienzo de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que cerró ayer una misión en el país, para extender los vencimientos del préstamo que el organismo internacional le aprobó a la Argentina por US$56.300 millones. Esta última iniciativa y la vinculada con la deuda de mediano plazo son señales políticas a la oposición, que suele criticar el peso de la deuda que quedará como herencia.
En el microcine del Palacio de Hacienda -lleno de figuras políticas, como los radicales Luis Naidenoff, Mario Negri, Facundo Suárez Lastra y Mario Barletta, y hombres de Pro como Esteban Bullrich, Iván Petrella o Federico Pinedo-, Lacunza afirmó que la intención del Gobierno es "distender el desafío financiero de corto plazo para disponer de reservas suficientes para garantizar la estabilidad cambiaria e inflacionaria durante el período electoral". La decisión se tomó luego de una licitación de letras del Tesoro (LETE) declarada desierta.
El primer anuncio fue orientado a las personas jurídicas (bancos y aseguradoras), que son tenedores de deuda de corto plazo (Lecap, LETE, Lecer y Lelink). A aquellos tenedores con la foto del 31 de julio de este año se les pagará 15% al vencimiento original, 25% a los tres meses y 60% a los seis meses. La reprogramación salió por decreto. Todas las personas humanas, un 90% de los tenedores, cobrarán la totalidad al vencimiento como estaba acordado. No habrá, para ninguno, quitas de capital o intereses. Hoy, el Gobierno se reunirá con bancos y aseguradoras para negociar. Se trata de una deuda de corto plazo por unos US$16.000 millones, que en el 85% corresponden a personas jurídicas, según la Secretaría de Finanzas. Esto implica que, de aquí a octubre, el Gobierno dispondrá de US$9000 millones extras para enfrentar la escalada del dólar.
También habrá novedades para la deuda de mediano plazo, tanto en legislación local como extranjera. Son, en total, unos US$50.000 millones. En el plano local se buscará un canje voluntario para extender plazos sin quitas. "Para despejar las exigencias financieras del período 2020-2023, y que el mandatario que gane en las próximas elecciones pueda desplegar sus políticas económicas y sociales sin excesivos condicionantes financieros, decidimos elevar a la consideración del Congreso un proyecto de ley que promueva un canje voluntario de deuda bajo jurisdicción local, sin quita de capital ni intereses y con la sola extensión de plazos", dijo Lacunza. El proyecto ingresaría en los próximos días.
El ministro además afirmó que también se iniciará un proceso de canje de los bonos bajo legislación extranjera, bajo cláusulas de acción colectiva, con el "fin de extender los plazos de vencimiento", también sin quitas de capital ni intereses.
Para lograr este canje se necesita un 75% de aceptación con bonos de una serie o con dos tercios del total si se agrupan dos series, señalaron fuentes oficiales. Según la información oficial, se excluyen de estas propuestas a los Bonos Provincias, Bonos Plan Gas, Bonte 2020, BOTE 2021, BOTE 2023, BOTE 2026, Discount Ley AR, Discount ARS, Discount USD, Discount EUR, Discount JPY, PR13 y PR15.
En la conferencia, Lacunza pidió prudencia a los actores políticos. Además, afirmó que, pese "a haber cumplido estrictamente con todas las metas fiscales y monetarias del acuerdo con el FMI para dar continuidad al acuerdo vigente", se propuso al organismo "iniciar el diálogo, que inexorablemente deberá terminar en el próximo mandato, para reperfilar los vencimientos de deuda".
Encuentro con el FMI
Justamente, ayer por la tarde, antes de la conferencia de prensa, el ministro de Hacienda; el presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris; el secretario de Política Económica, Sebastián Katz; y la vicepresidenta segunda del BCRA, Verónica Rappoport, recibieron a los enviados del FMI para una reunión de cierre. Estuvieron por el organismo el director del Departamento Occidental del Fondo, Alejandro Werner; el jefe de la misión argentina, Roberto Cardarelli, y el encargado de la oficina local, Trevor Alleyne.
"Tuvimos varias reuniones en el transcurso de los últimos días, en las que se conversó sobre los programas fiscales y monetarios que estamos llevando adelante", dijeron en Hacienda. "Fueron reuniones de trabajo positivas. Vamos a seguir trabajando en las próximas semanas, con una nueva misión en Buenos Aires o Washington que aún no está definida", dijeron.
Lo mismo señaló Lacunza en la conferencia. No se confirmó si se realizaría o no el pago de US$5400 millones en septiembre, una decisión que todavía requiere de una quinta revisión de las cuentas, que, en rigor, no se realizó en estos días.
"Con respecto a la operación de la deuda anunciada hoy [por ayer] por las autoridades argentinas, el personal del Fondo está en proceso de analizarlas y evaluar su impacto", señaló el FMI en un comunicado oficial. "El personal entiende que las autoridades han tomado estos pasos importantes para hacer frente a las necesidades de liquidez y para salvaguardar las reservas", agregaron en un mensaje menos optimista que otras veces.
Según Lacunza, con la estrategia presentada, el Gobierno procura alcanzar varios objetivos simultáneos. El primero y más importante, le ofrecerá al BCRA "todas las herramientas necesarias para garantizar la estabilidad cambiaria y financiera". El ministro aseguró que el plan oficial "descomprime" una eventual fuente de demanda sobre las reservas, que actualmente llegan a US$57.000 millones.
El funcionario señaló que se ataca de raíz la causa subyacente de la desconfianza actual de los inversores referida a la falta de liquidez para pagar deuda de corto plazo. Además, al descomprimir la deuda de mediano plazo "no se le pasa el problema al que sigue".
Por otro lado, dijo que se ofrece "un marco institucional al consenso que necesita la Argentina en el Congreso Nacional, donde concurren todas las fuerzas políticas, para que definan el horizonte financiero argentino del período electoral y del próximo lustro". Y agregó: "Por supuesto, los funcionarios del Ministerio de Hacienda estaremos a disposición de las comisiones de Finanzas y de Presupuesto y Hacienda del Congreso para explicar la naturaleza y los detalles del proyecto y consensuar los horizontes y las condiciones que decida la mayoría parlamentaria, así como de la bicameral permanente de seguimiento y control de deuda exterior".
"Así, aun reconociendo que los resultados económicos del actual programa han sido inferiores a los esperados, especialmente en materia de inflación y empleo, pretendemos que el punto de partida del próximo mandato sea más sólido para recuperar el crecimiento sostenido, a partir de haber recuperado los equilibrios gemelos en los frentes fiscal y externo, un tipo de cambio competitivo y un perfil de vencimientos más despejado para el nuevo horizonte que se inicia el próximo 10 de diciembre", cerró Lacunza.
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