Bullrich desató una fuerte polémica al hablar de que la gente pueda portar armas
"El que quiere andar armado, que ande armado". Aunque la frase continuó, esas ocho palabras de Patricia Bullrich rebotaron rápido en todo el arco político, en horas en las que las decisiones oficiales en materia de seguridad pasaron al frente de la agenda.
La ministra de Seguridad se quejó de que le "recortaron" su declaración, que fue parte de una entrevista con el magazine Puntal AM esta semana, a la salida de una cena con miembros del gabinete en una parrilla de Río Cuarto. Pero, según pudo reconstruir LA NACION, la funcionaria luego subrayó que hay un "cambio de paradigma" en materia de seguridad y bregó por el "fin del garantismo".
"El temor es que los ciudadanos quieran hacer justicia por mano propia", le había manifestado la cronista a Bullrich, en alusión al caso del policía Luis Chocobar.
La ministra respondió: "Ese es un tema de las personas. El que quiera estar armado, que ande armado; el que no quiera estar armado, que no ande armado. La Argentina es un país libre. Nosotros preferimos que la gente no esté armada. Pero si decimos que si hay alguien que defiende a la gente, no lo destruyan".
Ayer, en Casa Rosada, aseguraron que los dichos de Bullrich no estuvieron en la mesa de discusión, a pesar de que la ministra tuvo un rol protagónico en la agenda del día, que giró en torno del superclásico y a la admisión de público visitante en los partidos.
Días atrás, sin embargo, la Jefatura de Gabinete difundió una carta en la que brindó respaldo a las medidas impulsadas por Bullrich y subrayó que "el Gobierno está orgulloso de la política de seguridad y derechos humanos que se están llevando adelante". "La gestión se puso dos objetivos urgentes: frenar la entrada de las bandas en nuestras fronteras y bajar la violencia en los barrios y recuperar la autoridad del Estado", rezó el comunicado.
"El paradigma es mano justa. Ni mano dura ni abolicionismo", subrayaba ayer un funcionario en Casa Rosada. "La gente lo que pide es tranquilidad en las cuatro cuadras que camina hacia el colectivo. Quiere sentir que el Estado está cerca, pero no está en el debate filosófico de la seguridad", analizaba, al tiempo que aseguraba que en las encuestas oficiales no está medido el tema particular de la portación de armas.
Según cifras oficiales del ex-Renar, en la Argentina hay 1.016.843 usuarios de armas de fuego autorizados por el Estado, de los cuales 305.381 están vigentes y 711.462, vencidos. Esas personas tienen registradas 1.618.877 armas de fuego.
Las declaraciones de Bullrich se inscribieron en un momento de alta sensibilidad política, por los recientes incidentes en las inmediaciones del Congreso durante la votación del presupuesto -que terminó en controversia por los extranjeros detenidos- y por el proyecto del Gobierno de endurecer los controles migratorios y acortar los tiempos para la expulsión de los inmigrantes que cometan delitos. Todo ello en la puerta de operativos de seguridad que tendrán los ojos del mundo, como los despliegues policiales que tendrán los partidos de la final de la Copa Libertadores y el G-20.
"Estoy en contra de la justicia por mano propia, pero una cosa distinta es la legítima defensa. Si a una persona la están por matar, se puede defender. Nosotros cambiamos el paradigma, porque cambiamos el garantismo por la defensa a las víctimas y no tiramos por la ventana a los policías", se explayó ayer Bullrich en la intimidad, según pudo saber LA NACION. Públicamente subrayó: "Recomendamos que los ciudadanos no anden armados".
La funcionaria volvió a defender a rajatabla el accionar de Chocobar, el policía que en diciembre de 2017, vestido de civil, disparó y mató a un ladrón que había apuñalado a un ciudadano estadounidense. En el Gobierno están convencidos de que el uniformado saldrá absuelto en el juicio oral y público por homicidio agravado por la utilización de un arma de fuego en exceso en el cumplimiento de un deber. Y que otros casos judiciales similares apoyarán esta doctrina.
Distintos sectores de la oposición salieron ayer al cruce de la ministra y de las políticas de seguridad que viene exhibiendo el oficialismo. "Lo único que le falta al Gobierno es sumarse al discurso del odio y la xenofobia. Presidente, no hace falta engancharse en todas las modas", provocó el diputado peronista y exgobernador bonaerense Felipe Solá.
"Presidente, su ministra de Seguridad Patricia Bullrich dijo que el que quiere andar armado, que ande armado... ¿No le parece una locura que instigue a la violencia?", interrogó la diputada kirchnerista Teresa García en Twitter. El senador Fernando "Pino" Solanas fue más allá. "Patricia Bullrich está del tomate si cree que la solución es que cada uno se arme", lanzó.
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