Boudou y Bonafini encabezaron el recuerdo en la Plaza de Mayo
Como un año atrás, las organizaciones juveniles y piqueteras confluyeron en la Casa Rosada
Un año después, la Plaza de Mayo volvió a convertirse en el epicentro de los homenajes a Néstor Kirchner. Sin las imágenes de dolor de aquella jornada y con el rostro del ex presidente multiplicado en banderas, remeras y prendedores, las organizaciones piqueteras y los jóvenes fueron, nuevamente, los protagonistas de una peregrinación que se prolongó hasta la noche, con recitales y una marcha de antorchas.
Aunque el desfile de militantes empezó temprano en la mañana, el momento más significativo se dio a las 16, cuando un centenar de mineros del yacimiento santacruceño de Río Turbio ingresaron en la plaza empujando una estatua de bronce de Kirchner de 2,4 metros de altura. La imagen, sonriente, con los brazos bien abiertos y las piernas incrustadas en un enorme trozo de carbón, sirvió de escenario para el encuentro entre la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y el vicepresidente electo, Amado Boudou, que se sumó a la caravana de los mineros.
Ambos compartieron luego una radio abierta para "hablar con Kirchner", como había prometido Bonafini. "Hoy no voy a hablar con ustedes, voy a hablar con vos. ¿La vida se fue al carajo? No, la muerte se fue al carajo, y millones de Néstor dieron fruto", sostuvo la titular de Madres. "A la Argentina no la para nadie, tenemos el pensamiento de Néstor y la conducción de Cristina", completó Boudou, que llegó junto a la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala.
Luego sería el turno del diputado Edgardo Depetri (Frente Transversal); el intendente de Quilmes, Francisco "Barba" Gutiérrez, y los dirigentes del Movimiento Evita Emilio Pérsico y Fernando Navarro, que integran la Corriente Nacional de la Militancia junto al diputado Agustín Rossi, el senador Daniel Filmus y el ex canciller Jorge Taiana. El grupo organizó la vigilia de la noche anterior en la plaza del Congreso, la marcha hacia la Casa Rosada y el escenario que allí se montó.
Sin embargo, buena parte de los militantes que se acercaban a la Plaza lo hicieron por fuera de las organizaciones partidarias. De hecho, y casi como si emularan el proceso de construcción política del kirchnerismo, los primeros en llegar fueron los grupos piqueteros y sindicales, luego las organizaciones juveniles y, por último, los estudiantes y profesionales de la zona.
El continuo ir y venir de los distintos grupos mantuvo la plaza colmada durante buena parte de la tarde.
"Yo no era militante, pero cuando murió Néstor sentí que tenía que estar en la plaza. Hoy [por ayer] dejé a mi nene con mi marido para poder decir «acá estoy»", enfatizó María Alvero, una ama de casa de San Martín que pasó la tarde junto a una de las fuentes de la plaza.
"Yo estaba muy desilusionado del PJ. Comencé a seguir a Néstor en 2003, cuando vino el apriete de la Corte", sostuvo Sergio Iriarte, músico e iluminador teatral, que, de riguroso traje y zapatos negros, seguía el acto a la distancia.
Frente a él, un enorme globo gris reproducía el rostro del ex presidente, que se repetía en esculturas del "Nestornauta" y enormes marionetas, junto a imágenes del "Che" Guevara, Perón y Evita.
Sin el rigor del luto de un año atrás, también el merchandising estalló en la plaza: prendedores, llaveros, remeras, gorros, pósteres y banderas, todos con el nombre o el rostro de Néstor y Cristina Kirchner. Como un año atrás, al primero le decían "gracias". A la Presidenta, "fuerza".
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