Boudou les apuntó a Moneta y a Echegaray para repartir culpas por el caso Ciccone
Responsabilizó al ex jefe de la AFIP por el plan de pagos otorgado a la imprenta, y dijo que el banquero aportó la plata para la quiebra
El juicio oral contra el ex vicepresidente Amado Boudou es un todos contra todos. El ex funcionario señaló al ex jefe de la AFIP Ricardo Echegaray, y dijo que la plata para levantar la quiebra de Ciccone la puso Raúl Moneta, el empresario millonario que fue declarado insano.
El ex jefe de asesores de Echegaray en la AFIP Rafael Resnick Brenner, acusado de facilitar el pago de las deudas de Ciccone, apunto a tres acusados: a Echegaray, como quien le ordenó realizar el plan de pagos excepcional para Ciccone; a Boudou, y a Guido Forcieri, el jefe de asesores del ex ministro de Economía, con quien dijo que se reunió por las deudas de Ciccone. Así fue la audiencia de ayer, un ring de catch, con varios luchadores.
José María Núñez Carmona, el socio de Boudou, eligió no declarar aún. Lo hará el 7 de noviembre. Lo propio hizo Alejandro Vandenbroele, señalado como testaferro de Boudou, pero a quien el ex ministro ayer insistió en desconocer. En los pasillos ni se hablan, ni se miran, ni se saludan. Se mantienen a distancia, como desconocidos.
Forcieri abrió la audiencia de ayer con un traspié. Dijo que nunca se había reunido con Resnick Brenner. El fiscal Marcelo Colombo le marcó la contradicción con sus declaraciones anteriores. Admitió que sí lo hizo, pero por un caso vinculado al padre de Resnick.
A su turno, el ex jefe de asesores de la AFIP lo terminó de complicar. Resnick Brenner afirmó que el asunto familiar al que se refería Forcieri era antiguo. Agregó que efectivamente se reunió en el Ministerio de Economía con Forcieri por indicación de Echegaray para tratar la deuda de Ciccone. E indicó que en esa reunión estaba Núñez Carmona. En un solo párrafo perdieron Forcieri, Echegaray, Núñez Carmona y Boudou. El experto en aspectos tributarios respondió a todos y complicó a Echegaray, gran ausente en este juicio. Su actuación sigue siendo investigada por el juez Ariel Lijo. Son vanos los pedidos del fiscal Jorge Di Lello para que lo procese como cómplice de la maniobra que le permitió a Boudou quedarse con las acciones de Ciccone, a cambio de evitar su quiebra y facilitar el pago de sus deudas.
Resnick dijo que el plan de pagos que le fue otorgado a Ciccone, el del artículo 32 de la ley de procedimiento tributario, era excepcional, sólo lo concedía el administrador (Echegaray) y le bastaba con poner un OK manuscrito. Dijo que realizó el expediente para darle ese beneficio a Ciccone siguiendo instrucciones del administrador general y que fue el único trámite del artículo 32 que le tocó realizar, que consistía en un plan ventajoso y una quita de la deuda.
En el expediente donde tramitó ese beneficio, Echegaray le indicó que se lo enviara al ministro de Economía, Boudou, para que opine. Y Boudou dijo que debía considerarse una solución que no produjera perjuicio al fisco y que estuviera en consonancia con la política del gobierno de evitar despidos y proteger la industria nacional. Echegaray otorgó el plan, pero al poco tiempo enmendó el expediente e indicó que se le concedieran otras facilidades, menos ventajosas.
Cuando parecía que la audiencia terminaba, Boudou pidió declarar. Relajado, de buen humor, traje gris y corbata rosada, se subió al estrado y en una hora resumió su defensa. Dijo que no puede haber cometido el delito de recibir las acciones de Ciccone como coima (cohecho pasivo) porque para ello hubiera sido necesario acusar no sólo a Nicolás Ciccone, sino a Silvia Ciccone, que transfirió una porción menor de las acciones y no es juzgada. Aún se desconoce quién puso la plata para levantar la quiebra de Ciccone, unos 50 millones. Para la acusación, fue Boudou mediante The Old Fund, del supuesto testaferro Vandenbroele. Boudou dijo que fue Moneta. "Esta empresa es del señor Moneta, le dicen el gaucho Moneta", dijo por la afición a los caballos del millonario.
En la causa hay papeles que aparentemente informan de un aporte de dinero de Moneta, pero el fiscal Raúl Plee, cuando intervino en el caso, estimó que podían ser comprobantes posdatados para simular la llegada de capitales. Moneta desistió de reclamar el dinero.
Boudou dijo que no conoce a Vandenbroele. "Es muy difícil poder probar cien por cien que no conozco a Vandenbroele. Uno esperaría que aparezca la foto o el video mío con él, algo que decían que estaba y nunca apareció", apuntó.
Señaló que no puede haber negociaciones incompatibles con el Banco Central, la Casa de Moneda o la AFIP porque son autónomos y que él, como ministro de Economía, no podía influir en sus decisiones para contratar la impresión de billetes, otorgar facilidades de pago de impuestos o impedir licitaciones para comprar rotativas.
Afirmó que sólo supo del trámite de facilitar el pago de impuestos a Ciccone cuando Echegaray le mandó el expediente para que opine. Nada comentó de los supuestos dos encuentros previos que dijo Nicolás Ciccone que tuvieron.
"Soy completamente ajeno a estos hechos", señaló, y para contrastar con Echegaray remarcó: "El caso Ciccone tuvo mucha vida en AFIP, con completa ajenidad de mi persona en las actuaciones".
El juicio seguirá el 7 de noviembre, con la declaración de la ex esposa de Vandenbroele Laura Muñoz, cuyo testimonio su defensa intentó evitar ayer a toda costa, pero fracasó.
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