Bonfatti, el socialista preferido del Gobierno
Va a los grandes actos oficiales y moderó su discurso opositor
Se sentó en las primeras filas de todos los últimos actos oficiales importantes, recibió a Cristina Kirchner en Rosario con bombos y platillos, y la Presidenta lo puso de ejemplo, como una víctima de la "insensatez" de los gremios docentes que hacen paro en Santa Fe.
En las últimas semanas, el socialista Antonio Bonfatti pareció dejar su lugar de gobernador opositor para subir varios peldaños en la estima de la Casa Rosada. Ahogado financieramente y con todas las cuentas provinciales en rojo, el recién llegado Bonfatti (asumió en diciembre) avisó a su equipo que "necesita" tener muy buenas relaciones con el Gobierno y que "no se va a hacer el guapo" a costa de las finanzas provinciales.
Las simpatías o conveniencias políticas de Bonfatti no tendrían nada de raro si no fuera porque es el sucesor político de Hermes Binner, ya lanzado a una postulación presidencial para enfrentar al kirchnerismo en 2015.
De cara a esas elecciones, Binner busca fortalecer el Frente Amplio Progresista (FAP, que el socialismo lidera) desde un perfil opositor, crítico del Gobierno. Y los coqueteos entre su delfín y la Casa Rosada ya provocaron quejas en voz baja de sus aliados políticos, que creen que el doble mensaje debilitará a Binner.
Ayer, por ejemplo, Binner acusó al Gobierno de manejar con "discrecionalidad" el Plan Argentina Trabaja, y de dejar a Santa Fe fuera del plan porque no es kirchnerista (de lo que se informa por separado).
Por la tarde, el congreso nacional del Partido Socialista fue en la misma sintonía: aprobó un rechazo rotundo a cualquier intento de reforma constitucional, pidió que se anule la concesión de TBA al Grupo Cirigliano y se manifestó a favor de todos los reclamos ambientalistas, en especial contra la megaminería. Los congresales también se quejaron porque el Gobierno "sacó de la agenda el aborto libre y gratuito".
En la quinta fila, como uno más, estaba sentado Bonfatti, que no habló en el acto de cierre.
"En este país, el federalismo es un dibujo; para conseguir cosas, hay que tocar timbres, yo también toqué timbres cuando era gobernador", lo defendió ante La Nacion Binner, al recordar la buena relación que él mismo tenía con la Casa Rosada cuando gobernaba Santa Fe.
Madurez
Bonfatti también habló de su cambio de sintonía con el oficialismo. "Apostamos a una relación madura con el gobierno nacional, con la vocación de trabajar en conjunto para mejorar la calidad de vida de nuestra gente", respondió a La Nacion a través de sus voceros.
El martes que pasó, Bonfatti estuvo en la Casa Rosada reunido con el ministro Julio De Vido con el fin de acordar obras para la provincia. Esa tarde, en el Senado el socialista Rubén Giustiniani expresó su rechazo al proyecto de traspaso del subte a la Capital y, horas después, la agencia Télam publicó críticas de dirigentes santafecinos: decían que el apoyo de De Vido a Bonfatti se contradecía con la actitud del senador.
Al día siguiente, la Presidenta volvió a criticar a los maestros santafecinos en huelga. Y esa noche Bonfatti hizo declaraciones elogiosas sobre el Gobierno por radio.
En el FAP, el cambio de postura no pasa inadvertido. "Me parece bien que participe de todas las reuniones institucionales, pero tiene que ser muy cauteloso cuando la Presidenta hace abuso de la institucionalidad, y usa esos actos, por ejemplo, para defender a La Cámpora", apuntó Gerardo Milman, diputado de GEN.
Otros aliados fueron menos diplomáticos. "Lo traen a la Casa Rosada, lo sientan y él aplaude", se quejó un dirigente de izquierda.
En el propio socialismo aceptan que Bonfatti cumple con demasiado celo su deber de confraternizar con la Nación, pero culpan al Gobierno.
"Son maestros en manipularte con el ahogo fiscal", argumentó un legislador de peso en el partido. "Buscan separarnos, con Binner hacían lo mismo", añadió, en relación con los elogios presidenciales a Bonfatti.
"Los medios están esperando para criticarte y el Gobierno te apura para que te saques la foto con ellos. Es una doble perversión", se quejó el diputado Roy Cortina (PS-Capital).
Mientras, y bajo dos fuegos, el proyecto presidencial de Binner 2015 avanza con una pata en Santa Fe.
lanacionar