Bonafini acusó a la jueza Argibay
Empezó con sus actos contra los miembros de la Corte
Hebe de Bonafini finalmente cumplió con su "amenaza" de revelar públicamente el currículum de cada juez de la Corte como una manera de presionarlos para que fallen a favor del Gobierno y en contra del Grupo Clarín cuando resuelvan por la constitucionalidad de la ley de medios.
Ayer empezó leyendo los antecedentes de Carmen María Argibay para que "el pueblo, que es el mejor juez, evalúe a cada juez".
Bonafini hizo una lectura del currículum de la magistrada y desgranó los cargos que ocupó en la Justicia, su tarea en la Corte y en defensa de los derechos de la mujer.
Al final se detuvo en la posición que tuvo Argibay cuando le tocó intervenir para revisar la constitucionalidad de los indultos. "Se expidió en contra de la inconstitucionalidad del perdón porque se trataba de cosa juzgada", dijo Bonafini. Según añadió, la jueza había argumentado que "la ley está por encima de las convicciones personales". La líder de las Madres de Plaza de Mayo la acusó: "Por eso, ella defendió esa ley, porque su convicción era que había que aportar a la ley. Ésa es Carmen Argibay".
Las Madres decidieron no concurrir caminando a los tribunales, después de su habitual ronda de los jueces alrededor de la Pirámide de Mayo, debido a que hacía más de 40 grados de sensación térmica. Por eso hicieron el acto sólo en la plaza.
Bonafini venía posponiendo las últimas dos semanas la lectura de estas "investigaciones", como las llamó, sobre cada uno de los jueces de la Corte, pues usó sus discurso de los jueves para anunciar una campaña de junta de firmas para persuadir a la Corte de que vote a favor del Gobierno en la ley de medios .
Ayer dijo sobre los jueces de la Corte que "hay buenos, hay malos, hay regulares, hay de todo".
"Las Madres no vamos a hacer ninguna apreciación, lo vamos a leer y después son ustedes, el pueblo, los que evaluarán si es buena, si es mejor, cómo es", señaló.
Los jueces de la Corte son designados por el presidente con acuerdo de los dos tercios del Senado. A Argibay la designó Néstor Kirchner. Estuvo detenida tras el golpe militar durante 9 meses. Raul Alfonsín la nombró jueza en la Capital Federal.
Integró el Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual, fue nombrada por las Naciones Unidas jueza para el Tribunal Criminal Internacional, que juzgaba crímenes de guerra en la ex Yugoslavia. De allí llegó a la Corte el 3 de febrero de 2005.
La nominación de Argibay fue resistida por la Iglesia pues se definió como una "atea militante'" y que apoyaba el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. En la Corte, Argibay dirige la Oficina de la Mujer e inauguró el primer lactario del Poder Judicial.
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