El juez Claudio Bonadio envió los cuadernos al tribunal oral, que decidirá si los perita
El juez federal Claudio Bonadio envió esta mañana los seis cuadernos -que al parecer son los originales escritos por Oscar Centeno- al tribunal oral que juzgará el caso de las coimas, para que ese tribunal decida qué medidas adoptar. Así lo informaron a LA NACION fuentes del juzgado.
Ahora, todo indica que sobre esos cuadernos se ordenará un peritaje, pero no está definido cuándo.
También será el TOF 7, que tiene para juzgar el tramo central del caso de los cuadernos de las coimas, el que decida si la aparición de esta semana modifica la situación de Centeno, que dijo que había quemado esos cuadernos que finalmente aparecieron.
En el juzgado de Bonadio sostenían ayer que esto no complica su situación, a pesar de que Centeno le mintió al juez. Centeno tiene estatus de arrepentido en esta causa. Haber mentido respecto del destino de los cuadernos podría configurar un caso de perjurio, un delito que tiene un castigo muy severo. El artículo 276 bis del Código Penal establece que "será reprimido con prisión de cuatro a diez años y con la pérdida del beneficio concedido el que, acogiéndose al beneficio del artículo 41 ter, proporcione información falsa o datos inexactos".
El argumento de quienes sostienen que Centeno no cometió ese delito es que la "información" a la que alude el artículo 276 bis es la que brindó como arrepentido; que fue, básicamente, que las fotocopias correspondían a textos escritos por él y que lo que relataban esas anotaciones efectivamente había sucedido. Esta posición afirma que la ley del arrepentido se refiere a los hechos que tienen que ver con el delito, pero no a cuestiones "marginales" (como sería, según estas fuentes, el destino de los cuadernos originales).
Este argumento, sin dudas, será discutido. Pero hay otra cuestión que podría favorecer a Centeno. En agosto del año pasado, él dio dos versiones diferentes de lo que había hecho con los cuadernos. Primero, dijo que los tenía en su casa; después, que los había quemado. La primera versión se la dijo al fiscal Carlos Stornelli en la fiscalía, en su declaración como arrepentido; la segunda, horas después, al juez Bonadio, en indagatoria.
Anoche, otras fuentes del caso destacaban que la ley no castiga a quien miente en una indagatoria, sin juramento, como lo hizo Centeno. Sus sospechas eran que Centeno estaba advertido.
Los seis cuadernos que hoy tiene la Justicia los entregó anteayer el periodista Diego Cabot, de LA NACION, después de haberlos recibido de una persona que no se identificó.
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