Bolsonaro recibió al embajador argentino con gestos de buena sintonía
RIO DE JANEIRO.- En una muestra de la sintonía que desea tener con el gobierno de Mauricio Macri, el presidente electro de Brasil, Jair Bolsonaro , recibió esta mañana en su casa de Río de Janeiro al embajador de la Argentina, Carlos Magariños, quien resaltó que ambos líderes tienen el mismo compromiso con el futuro del Mercosur.
"Vine a transmitirle los saludos del presidente Macri, felicitarlo por su triunfo y expresarle nuestra disposición para colaborar y cooperar con Brasil en todo lo que sea necesario para asegurar el éxito de su gestión. Le expresé nuestra certeza de que bajo su liderazgo Brasil va a recobrar el dinamismo de su economía", señaló a LA NACION el diplomático argentino. Fue recibido en la residencia de Bolsonaro en el barrio carioca de Barra de Tijuca junto al cónsul general en Río de Janeiro, Claudio Gutiérrez, y el jefe de la Cancillería en la embajada argentina en Brasilia, Luis Fuhr.
Según relató también el equipo del mandatario electo, se trató de un encuentro protocolar muy ameno, de una hora, del que no participaron otros asesores de Bolsonaro, del derechista Partido Social Liberal (PSL). Aunque no conversaron sobre asuntos específicos, en el ambiente estaban aún frescas las declaraciones que la semana pasada había realizado el futuro "superministro" de Economía el próximo gobierno, Paulo Guedes, quien había resaltado que el Mercosur no será una prioridad para la nueva gestión. Tras la sorpresa y malestar que generaron sus palabras, Guedes luego se retractó y pidió disculpas a la Argentina y los otros dos miembros del bloque comercial, Paraguay y Uruguay.
Vine a transmitirle los saludos del presidente Macri, felicitarlo por su triunfo y expresarle nuestra disposición para colaborar y cooperar con Brasil en todo lo que sea necesario
Al preguntársele por ese "cortocircuito" entre la Argentina y Brasil, Magariños fue contundente: "No hubo ningún cortocircuito, no hay ningún problema con el Mercosur. Entre la visión del presidente Macri y la del presidente electo Bolsonaro, no hay ninguna diferencia, están pensando exactamente lo mismo: un Mercosur más abierto al mundo, más flexible, más dinámico. Nadie duda que haga falta hacerle una visita a todos los instrumentos de integración que tenemos en toda la región, pero la filosofía, el sentido, es el mismo".
Anteriormente, el propio Bolsonaro, que criticó las relaciones comerciales de "sesgo ideológico" que en el pasado siguieron los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff , del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), había subrayado que no piensa en abandonar el Mercosur. "Hablamos de la economía en general, de la necesidad de generar empleo y que nuestros países crezcan, de la certeza de que la relación entre la Argentina y Brasil es una relación entre hermanos, de cooperación, de que tenemos que integrarnos más rápidamente con todos los países de América Latina", explicó Magariños.
El diplomático argentino aclaró que no discutieron la posibilidad de que Bolsonaro participe de la próxima cumbre del G-20, que entre el 30 de noviembre y el 1º de enero convocará en Buenos Aires a los jefes de Estado y de gobierno de las mayores economías mundiales
El diplomático argentino aclaró que no discutieron la posibilidad de que Bolsonaro participe de la próxima cumbre del G-20, que entre el 30 de noviembre y el 1º de enero convocará en Buenos Aires a los jefes de Estado y de gobierno de las mayores economías mundiales, ni sobre una eventual visita del presidente electo brasileño a la Argentina. "Para nosotros lo importante es que haga la visita cuando él lo considere oportuno. No hablamos del G-20. Yo no le saqué ningún tema específico porque me parece que el presidente electo se está recuperando en este momento, que no hay que atosigarlo con cuestiones de agenda. Traté de ser muy prudente. Le agradecí muchísimo que tuviera la deferencia de atenderme", indicó, en referencia al estado de salud de Bolsonaro, quien aún está limitado en sus actividades por el apuñalamiento que sufrió el 6 de septiembre durante una manifestación callejera en Juiz de Fora, Minas Gerais.
Si bien el actual mandatario, Michel Temer, invitó a Bolsonaro a acompañarlo a la reunión del G-20 y a los otros viajes al exterior que tiene programados antes del traspaso del poder, el 1º de enero, el presidente electo deberá someterse antes, el 12 de diciembre, a una operación para que le retiren la bolsa de colostomía que le fue colocada tras el atentado.
El político ultraderechista también se había comprometido con las autoridades de Chile, Estados Unidos e Israel a que sus primeras salidas serían a esos países, decisión que dejaría de lado la tradición de los últimos mandatarios brasileños de tener como primer destino internacional a la Argentina.
Como no podía ser de otra manera entre un argentino y un brasileño, el buen entendimiento que hubo entre Bolsonaro y Magariños solo se vio alterado cuando el fútbol se coló en la conversación. En un momento, cuando el diplomático argentino mencionó que Macri había sido presidente de Boca Juniors, Bolsonaro fue rápido en apuntar que los xeneizes habían dejado fuera de la Copa Libertadores a su equipo, el Palmeiras. Con sonrisas, prefirieron pasar a otros asuntos menos espinosos.
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