Bolsonaro en Buenos Aires | Una comitiva de 50 personas, mensajes para Lula y un “test de popularidad” en Florida
El expresidente de Brasil llegó a la Argentina esta mañana para asistir a la asunción de Milei, su “amigo”, a quien visitó en el piso 21 del Hotel Libertador
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En la antesala de la asunción presidencial, Javier Milei se encontró con uno de sus políticos internacionales fetiche: Jair Bolsonaro. La reunión, que definieron como “un encuentro entre amigos”, se llevó a cabo antes del mediodía en el piso 21 del Hotel Libertador, el ya emblemático búnker y centro de reuniones de La Libertad Avanza (LLA). “Él me hizo un breve retrato de lo que vive Argentina en este momento. El tema más importante es la economía, todo el mundo sabe de eso. Hablamos de tomar medidas rápidas, tenemos una hiperinflación en el horizonte, Argentina es muy importante para un mundo que se está polarizando”, expresó el exmandatario de Brasil.
Bolsonaro arribó a la Argentina alrededor de las 10 de la mañana con una comitiva de unas 50 personas. Entre ellos, gobernadores y congresistas afines, pero también miembros de su familia, parte de su equipo de trabajo y su seguridad personal. En Buenos Aires, fue recibido por Eduardo Bolsonaro, uno de sus tres hijos, quien ya se encontraba en la ciudad desde la noche anterior. El también diputado federal por el estado de São Paulo ha forjado en los últimos tiempos un vínculo estrecho con Milei.
“Argentina va a tener aires de esperanza, no va a ser fácil, pero hay esperanza”, destacó durante una rueda de prensa el legislador brasileño, quien ya lo había visitado a Milei en el Hotel Libertador el día de los comicios generales de octubre y ha sido uno de los primeros en difundir el ascenso de la carrera política del libertario en Brasil. En paralelo, le envió cuestionamientos al presidente actual de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien acusó de “intentar interferir en las elecciones”.
Milei ha sido un duro detractor del jefe de Estado brasilero, a quien ha tratado de “comunista y corrupto”. Amenazó incluso con cortar relaciones comerciales con Brasil, a pesar de que es el principal socio económico de la Argentina, con una participación de mercado del 17% en exportaciones y del 24% en importaciones. Eso despertó fuertes enojos e incertidumbre. Por este motivo, Lula no dirá presente en la ceremonia de asunción presidencial de Milei. En su lugar, enviará al canciller Mauricio Vieira, quien días atrás estuvo con la futura canciller, Diana Mondino, y con Daniel Scioli (cuya continuidad como embajador en Brasil es casi un hecho) para intentar reparar las golpeadas relaciones bilaterales.
Un paseo por Florida
En su camino al Hotel Libertador, Bolsonaro y su hijo hicieron una recorrida por la calle Florida, desde el cruce con Tucumán, que Eduardo definió como un “test de popularidad”. Allí, el exmandatario de Brasil fue identificado por algunas personas, que le solicitaron fotos y lo acompañaron en caravana hasta el búnker de LLA, donde Milei se hospeda desde hace más de un mes. “Milei no mintió, habló con la verdad. Lo mismo hice yo, que comencé a hablar con la verdad y de esa forma conseguí la simpatía de la población brasilera”, afirmó Bolsonaro. Y, en ese sentido, destacó que hubo un cambio del vínculo de la política con la sociedad a partir del uso de las redes sociales. “Fueron el principal medio de políticos como Milei y Bolsonaro”, dijo, en alusión a sí mismo.
La cumbre -que duró alrededor de una hora y media- no fue una mera formalidad diplomática. La visita del militar retirado y máximo referente de la oposición en Brasil al presidente electo de la Argentina implica, para el libertario, un encuentro de alto impacto a nivel geopolítico y de respaldo ideológico en un momento álgido para la región. Lo mismo para Bolsonaro, que aspira a recuperar el poder en Brasil tras haber sido derrotado en las últimas elecciones por Lula.
Antes del encuentro con Milei, Bolsonaro brindó una entrevista donde tuvo duras críticas contra lo que considera “los radicales de izquierda”. “El triunfo de Milei tiene un significado para el mundo, que está muy dividido entre izquierda y derecha. Yo soy un poco radical en esa cuestión. No son opositores, son enemigos. Porque su objetivo es robar nuestra libertad. Hay quienes me dicen que debemos dialogar con los radicales de izquierda. Nosotros defendemos la libertad, la democracia, el libre comercio y, lo que es muy importante, la autonomía de cada país”, expresó Bolsonaro durante una charla presencial con Eduardo Feinmann en Radio Mitre, antes de dirigirse al hotel de Milei.
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