Boleta única: golpeado, el kirchnerismo confía en bloquear el proyecto en el Senado tras la derrota en Diputados
“No creo que sea tan fácil que salga”, dijo José Mayans, jefe de la bancada oficialista; los tres legisladores peronistas que están en la mira de la oposición; incertidumbre tras los primeros sondeos
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“No creo que sea tan fácil que se apruebe acá en el Senado”. Las palabras del jefe del interbloque del Frente de Todos en el Senado, José Mayans (Formosa), marcan a las claras el clima desfavorable que le espera en la cámara que preside Cristina Kirchner al proyecto de boleta única de papel que aprobó Diputados.
Más aún, según pudo saber LA NACION de fuentes legislativas, la bancada que responde a la vicepresidenta ya comenzó a mover los mecanismos necesarios para cerrar la brecha que abrieron en las filas oficialistas los senadores Guillermo Snopek (Jujuy), Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos), que apoyan o apoyaron el reemplazo de la lista partidaria por una única papeleta que contenga a todas las listas y sus candidatos.
Con esos apoyos, el aval a la boleta única alcanzaría los 38 votos, uno más de los que exige la Constitución para modificar aprobar una reforma electoral en la Cámara alta. Sin embargo, en la oposición aseguran que Snopek ya puso condiciones de difícil cumplimiento para apoyar el proyecto. “Dijo que no tiene problema en votar la boleta única si antes (el gobernador Gerardo) Morales la aplica en Jujuy”, contó un senador radical que estuvo al tanto de los sondeos que dirigentes de Juntos por el Cambio realizaron en los últimos días con el legislador peronista.
Sin el voto del senador jujeño, la posibilidad de que la boleta única pueda convertirse en ley en la Cámara alta queda al borde del fracaso. Con que Espínola o Kueider encuentren algún motivo para no votar el proyecto que aprobó Diputados, la iniciativa quedaría automáticamente bloqueada, ya que no alcanzaría la mayoría absoluta (37 votos en el Senado) que exige la carta magna.
Snopek es un acérrimo enemigo político del radical Morales, al que acusa poco menos que de manejarse como un “dictador” en la provincia norteña, pero el año pasado había presentado junto al macrista Esteban Bullrich -que renunció a la banca el año pasado afectado por una esclerosis lateral amiotrófica- un proyecto para establecer la boleta única.
En los fundamentos de la iniciativa, que todavía tiene estado parlamentario, se sostiene que “el sistema de Boleta única otorga transparencia e igualdad al sistema electoral, representa de manera más fidedigna la elección de los votantes al conjurar prácticas como el denominado ‘voto cadena’ o la adulteración, destrucción o robo de boletas”. Además, se afirma que “lo más relevante” del cambio es que “garantiza la presencia de la totalidad de la oferta electoral el día de los comicios en cada centro de votación”.
Sin embargo, desde la presentación de la iniciativa el panorama cambió. Snopek asumió este año la presidencia de la estratégica Comisión de Asuntos Constitucionales, lo cual lo pone en una difícil situación ante sus compañeros de bancada y, sobre todo, de Cristina Kirchner, que fue quien dio el visto bueno para que ocupara ese sitial.
Contactos con la oposición
Los sondeos de la oposición, aunque de manera informal, también incluyeron a los otros dos senadores que apoyaron en algún momento de sus carreras políticas la boleta única, y los resultados tampoco encontraron una respuesta definitiva. “Yo mantengo mi posición, pero quiero ver cómo se da el debate, porque están el modelo cordobés y el santafecino; y además tengo que ver qué se discute en el bloque”, fue la respuesta del correntino Espínola a los tanteos que le hicieron desde Juntos por el Cambio, según confiaron voceros de la principal bancada opositora de la Cámara alta.
Espínola afirmó de manera pública su apoyo a la instrumentación de la boleta única en su provincia como forma de terminar con un sistema electoral que cuestiona con severidad por la gran cantidad de boletas que hay en cada elección ante la posibilidad de usar listas colectoras. “La boleta única de papel resulta más amigable, más saludable, y más cercana para la gente”, opinó hace poco más de un mes.
Por su parte, Kueider impulsó la boleta única de papel en Entre Ríos cuando fue secretario de la Gobernación en el primer mandato del gobernador Gustavo Bordet. Sin embargo, aquel intento fallido fue en base al sistema santafesino, que contempla una papeleta por categoría.
El problema, para los impulsores de la reforma electoral, radica en que el proyecto que aprobó la Cámara baja se basa en el sistema que se aplica en Córdoba, de una única boleta con los candidatos de las diferentes categorías en juego en la elección. Esto podría convertirse en un obstáculo para que Kueider pueda desmarcarse del oficialismo.
El rechazo a la boleta única de papel es una de las pocas cuestiones en las Alberto Fernández y Cristina Kirchner han mostrado coincidencias en los últimos tiempos. La vicepresidenta habló con desdén del sistema al exponer en una universidad chaqueña, al afirmar que con su uso se eligen candidatos como “si fueran una ristra de ajos y chorizos”. Por su parte, el jefe del Estado criticó la iniciativa al afirmar que “quieren cambiar una de las pocas cosas que funcionan bien” en el país, con relación al sistema electoral vigente.
Algo similar opinó Mayans. “Cuando (Daniel) Scioli fue candidato (en la elección presidencial de 2015) perdimos por el 1% de los votos y se anunció antes de la 9 de la noche; más transparencia que eso, imposible”, dijo el jefe de los senadores oficialistas en diálogo con periodistas acreditados.
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