Beatriz Sarlo, sobre la pelea con Axel Kicillof: “Intercambiamos misivas de amor, vía judicial”
La ensayista explicó que, para ella, se trató de “un conjunto de torpezas que ni siquiera fueron provocadas por gente del gobierno de la provincia”
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Beatriz Sarlo protagonizó un intenso cruce con Axel Kicillof luego de que, en medio del escándalo del vacunatorio vip, la ensayista dijo que, desde el gobierno provincial, le habían ofrecido “vacunas por abajo de la mesa”. Esta noche, en una entrevista con Luis Novaresio, la intelectual se refirió a aquel hecho, y contó: “Intercambiamos misivas de amor, vía judicial. Intercambiamos cartas documento, pero creo que ya está. Verdaderamente, no valía la pena”. Más tarde, retrucó: “Nos carteamos documentos”.
Para ella, lo que ocurrió fue “un conjunto de torpezas que ni siquiera fueron provocadas por gente del gobierno de la Provincia, sino por allegados”. De esta manera, consideró que si se hubiera querido instalar un vacunatorio vip para intelectuales hubiera sido más sistemático y hubiera habido más personas del sector convocadas. “Yo, por lo menos, no conozco ningún caso”, insistió al remarcar que se trato de “esos desarreglos que produce la política actual”.
Cuando se le consultó por la gestión de Alberto Fernández opinó: “Ha dado un paso importante que es ser elegido presidente del PJ, con muchas dificultades y con el apoyo de Máximo [Kirchner], que se está convirtiendo en el gran elector. Máximo es quien decide quién va acá y quién, allá. Es una figura que va a haber que seguir muy atentamente”. En ese sentido coincidió con el periodista que Máximo es el “gran elector”, incluso más que Cristina Kirchner. Dijo que la madre podría haber optado por “el camino más sensato: una jubilación honorífica, desfilando por toda América Latina explicándole a cada uno de los presidentes de la región qué es lo que hay que hacer en el mundo”. En cambio, contrastó: “No eligió eso, sino que quiso seguir jugando en la política local y quizás mantuvo el poder también pensando en la herencia de su hijo”.
Entonces, Sarlo opinó que Máximo “tiene lo que se aspira a tener en el Justicialismo para empezar a mandar, aunque es un partido muy fragmentado hoy”. Por el contrario, continuó: “Alberto Fernández es un hombre para tener un jefe. Para Kirchner fue impecable. Si de jefe le toca Néstor, las cosas pueden andar; pero si le toca Cristina, veremos”. En línea con esto consideró que la clave está en que “el jefe sea mejor que él”, cosa que ocurría con Néstor, pero que no se da con Cristina, aunque tenga “dotes carismáticas para enardecer multitudes”. Así, lanzó: “Su estilo y sus preferencias son para ser un gran segundo, pero en la vida le tocó ser un gran primero”. Pese a esto, proyectó que el actual jefe de Estado no tendrá el mismo destino que Fernando De la Rúa.
En otro tramo de la entrevista, consideró que Kicillof “no es alguien que resulte interesante para la reflexión política”, pero de igual manera analizó: “Es alguien que trasladó el estilo duro que proviene de la izquierda política, y que está muy bien trasladarlo porque es un estilo de discurso duro que quizás necesite también la política argentina. Lo trasladó como una política hecha de arreglos y desarreglos discursivos, como es la actual en la Argentina. Le dio buenos resultados quizás porque muchos votantes de la provincia de Buenos Aires necesiten discursos más cortos, duros y sencillos”.
Vacunación contra el coronavirus
Además, Sarlo habló sobre la segunda ola del coronavirus, y advirtió: “Creo que nos va a costar transitar esta segunda etapa porque conocimos la primera; es decir, conocimos el año con todas las prohibiciones, totalmente sensatas en mi opinión. Este va a ser otro año así”.
La escritora también explicó por qué decidió no vacunarse y reafirmó que se negó para poder mirar a sus pares a los ojos. “Vivo en un edificio y en cuanto me hubiera cruzado en el ascensor con alguien grande que no esté vacunado me hubiera desmayado de vergüenza si me hubiera vacunado. No es tanto por los principios, sino por las relaciones psicológicas. Mis vecinos no son gente rica, no vivo en Puerto Madero. Me hubiera resultado imposible desde un punto de vista psicológico enfrentar a esa gente”.
Por eso, consultada por el caso de Duhalde, remató: “Tiene una visión fuerte de familia. Duhalde podría haber encontrado en Lomas quien recibiera esas dosis en condiciones de mayor peligro que sus hijas. Lo digo sin ironía. Es una familia política donde Eduardo hace política y los demás han jugado alrededor de eso y tienen los valores que él les ha transmitido”. Por el contrario, dijo que ella nunca se sintió “parte de un clan”: “Una vez que yo cumplí 17 años, tomé el primer colectivo que pasaba por la esquina y dejé de ser parte de nada”.
El libro de Mauricio Macri
Más adelante, el periodista le preguntó por el libro de Mauricio Macri, Primer Tiempo, y ella confesó que no lo leyó ni que le interesa hacerlo: “No son buenos libros de expresidentes; el de Cristina, tampoco. Son quickly: ‘vamos, que salimos, rápido’”. Entonces, describió cuán desdibujada está la oposición y, en este contexto, opinó que “el radicalismo no encontró su vieja imagen”.
Y sobre el rol de Macri y Cristina en la política actual evaluó: “Si los líderes que ya han tenido su período no pegan un paso al costado, es muy difícil que lo que venga pegue un paso adelante”.
¿Suspender las PASO?
Finalmente, Sarlo reflexionó sobre si es posible “parar la vida política por la pandemia” en relación a la decisión de postergar las PASO. “¿No podemos organizar un voto a distancia? Preferiría que no se suspenda la política, porque nunca vi peores consecuencias que las de la suspensión de la política en todo el curso de mi ya larga vida”.
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