Bariloche se blinda en medio del misterio por la agenda de Barack Obama
Sin información oficial sobre sus actividades, se espera mañana por la tarde la llegada del presidente estadounidense; mucha seguridad y arreglos de último momento
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Faltan menos de 24 horas para la llegada de Barack Obama a Bariloche y la ciudad ultima sus preparativos para recibirlo, en medio de la gran incertidumbre que genera su agenda, pero atenta a los obsesivos mecanismos con los que se buscará garantizar la seguridad de la visita.
Los movimientos comenzaron hace una semana. De a poco, los imponentes aviones Boeing C-17 Globemaster III comenzaron a llegar. Al día de hoy, ya hubo 11 movimientos, entre arribos y despegues, en el aeropuerto internacional de esta ciudad.
Fuentes ligadas a la logística de la visita confiaron a LA NACION que son más de 170 los hombres y mujeres que, desde hace días, deambulan por la ciudad de cara a la fugaz visita del hombre más poderoso del mundo.
De los aviones descienden autos, helicópteros y, hasta el momento, nueve pallets con los más avanzados equipamientos de comunicación, que entre otras cosas tienen la capacidad de bloquear las señales de celular e Internet en los alrededores de la comitiva.
Una foto y un partido de golf
En este contexto, la agenda del presidente estadounidense y su familia sigue siendo un misterio. Se sabe que la visita será fugaz. El arribo del mandatario está previsto para las 14.30 y su partida será a última hora de la tarde. No se sabe lo que hará durante ese lapso.
Desde el Gobierno esperan que Obama conozca la sede del centro de Investigación Aplicada (Invap) y se saque allí una foto. El Invap tiene montado un operativo por si eso ocurre. Sin embargo, no está confirmado que el presidente norteamericano se detenga cuando pase por la puerta del imponente predio de camino al centro de Bariloche o al Llao Llao, otro de los destinos que podría visitar.
En el histórico hotel tampoco tienen confirmación de la presencia de Obama. Se especuló con que el líder estadounidense pretendía jugar allí al golf, y de hecho desde el histórico hotel se aseguraron de tener un buen surtido de palos para zurdos, por si el presidente no trae los suyos o necesita repuestos.
Desde el hotel confirmaron, en tanto, que se encuentran "preparados" por si Obama desea pasar algunas horas allí. Esta mañana, en los alrededores del hotel había apenas un móvil policial, según constató LA NACION.
Otro de los destinos posibles es el exclusivo club de golf Arelauquen, sobre el lago Gutiérrez. Allí, sin embargo, tampoco se percibía mayor movimiento que el de costumbre.
Arreglos contra reloj
En medio de ese profundo hermetismo, la municipalidad realiza arreglos de último momento sobre el camino que une el aeropuerto con el centro de la ciudad y el Llao Llao. Son varios kilómentros en los que se vieron obras durante los últimos días. Esta mañana podían verse cuadrillas limpiando la cinta asfáltica y mejorando las banquinas.
Gustavo Gennuso, intendente de Bariloche, contó a LA NACION que en las últimas semanas se hicieron arreglos, pero aclaró que ya estaban previstos incluso desde antes de la confirmación de la visita.
La visita del presidente norteamericano coincide con la fiesta anual del Chocolate, que se celebra en esta ciudad en Semana Santa.
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