Balotaje: Sergio Massa triunfó en Buenos Aires por un margen insuficiente
El bastión del peronismo le reportó una ventaja de solo un punto y medio al candidato del oficialismo; la zona sur del conurbano fue la única región en la que obtuvo amplia diferencia
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La provincia de Buenos Aires dejó en evidencia, con sus números ajustados, que para el peronismo el balotaje fue un camino de penurias. Bastión habitual en el que el justicialismo se afinca en cada elección, la victoria de Sergio Massa en ese territorio resultó insuficiente por lo exigua. La ventaja sobre Javier Milei del candidato de Unión por la Patria se ubicaba en un punto y medio, y solo el conurbano le traía buenos resultados. En el interior provincial, Massa cayó sin atenuantes.
Con más del 98% de las mesas escrutadas, Massa cosechaba un 50,75% de los votos (4.861.701 sufragios) en la provincia de Buenos Aires, mientras Milei llegaba al 49,24% (4.716.855 votos). La diferencia era de 144.846 votos, un margen exiguo para las aspiraciones oficialistas, que se esperanzaban con lograr al menos unos diez puntos más que los que obtuvieron.
El objetivo previo del massismo era compensar con una victoria holgada en tierra bonaerense los resultados adversos en otras provincias clave, como Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Entre Ríos.
Massa ganó solo en el conurbano bonaerense, y con ventajas muy leves en algunas zonas, como la primera sección electoral, donde la distancia era calcada a la que se daba a nivel provincial. En la tercera sección (zona sur del conurbano, más La Matanza), Massa obtuvo su mejor resultado, con más de 15 puntos de ventaja sobre el desempeño de Milei.
El interior provincial, donde Massa había hecho pie en las generales (en ese turno electoral, ganó en todas las secciones electorales a excepción de la sexta), esta vez le dio la espalda. El titular del Palacio de Hacienda perdió en todas las secciones electorales del interior, y también en la sección capital (La Plata).
En la segunda sección (donde se ubican ciudades como San Nicolás y San Pedro), la ventaja de Milei sobre Massa era de casi 15 puntos (57,22% contra 42,77%).
El resultado en la cuarta sección fue aún más abultado en favor de Milei. Conseguía un 59,11% en esta región que tiene a Junín como ciudad principal, mientras que Massa llegaba a 40,88%.
La quinta sección electoral (Mar del Plata es la ciudad cabecera de esta región) significó otra derrota dura para Massa, por casi 17 puntos de diferencia. La cosecha del candidato de La Libertad Avanza fue de 58,25%, contra un 41,74% del postulante de Unión por la Patria.
En la sexta sección, la única del interior bonaerense en la que Milei había ganado en las generales, el resultado volvió a ser favorable para el libertario. Esta zona del sur bonaerense, donde Bahía Blanca es el distrito cabecera y Carmen de Patagones una de las ciudades centrales, fue la derrota más amplia para Massa dentro de la provincia de Buenos Aires. Milei ganó con el 63,37%, y Massa solo llegó al 36,62%.
Con un 59,98%, Milei también ganó en la séptima sección electoral. Massa obtuvo un 40,01% en esa región que tiene a Olavarría como ciudad principal.
Massa también perdía en La Plata (sección capital), por un escaso margen de alrededor de 4.000 votos. Milei cosechaba un 50,47%, contra el 49,52% del candidato de Unión por la Patria.
Apenas cerrados los comicios, los números que barajaban en el conurbano fuentes bien informadas sobre el desarrollo de la elección eran adversos para las aspiraciones massistas. Desde La Matanza, distrito clave de la tercera sección electoral, voceros del peronismo advertían que, si bien el ministro de Economía se imponía a nivel distrital y bonaerense, caía a nivel nacional. Y subrayaban que las diferencias no eran suficientes. “Estamos mal”, admitían desde ese distrito pasadas las 19, cuando todavía Massa no había admitido la derrota.
También llegaban números negativos desde distritos de la primera sección electoral, la otra región clave del conurbano bonaerense, que aglutina a los municipios de la zona norte del Gran Buenos Aires. Tigre era uno de esos distritos con números magros para el oficialismo.
La elección de ayer dejó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ante una inédita e incierta convivencia con un gobierno nacional de signo político contrario. En reiteradas ocasiones, Milei puso en duda el sistema de reparto de fondos nacionales a las provincias a través de la coparticipación. Buenos Aires fue una jurisdicción beneficiada con recursos discrecionales durante la gestión del presidente Alberto Fernández. Es una incógnita cómo funcionará ese flujo económico con Milei en el gobierno nacional.
Tras lograr su reelección el 22 de octubre, Kicillof aguardaba el resultado del balotaje para definir la integración de su nuevo gabinete. Sin controlar el gobierno nacional, ahora el kirchnerismo tiene en su poder solo los puestos de la administración bonaerense para distribuir entre sus dirigentes.
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