El regreso al FMI, nuevos socios y la cumbre del G20: cómo fue la política exterior del gobierno de Macri en 2018
La política exterior de la Argentina en 2018 estuvo marcada por el pedido de auxilio al Fondo Monetario Internacional y por la presidencia del Grupo de los 20 ( G20), aunque hubo novedades en casi todos los frentes: el Mercosur, el intento de apertura de nuevos mercados, la cooperación internacional, la cuestión Malvinas. A pesar de que la "inserción inteligente en el mundo", objetivo repetido una y otra vez por la actual administración, se topó con varios obstáculos, el Palacio San Martín cumplió este año con su objetivo de diversificar las relaciones y de destacar la presencia argentina en foros y mecanismos internacionales.
Analistas, académicos y funcionarios coincidieron con este diagnóstico ante la consulta de LA NACION sobre un balance de la política exterior argentina durante 2018, en base a cinco ejes que dominaron la agenda.
El politólogo Andrés Malamud consideró que el Gobierno "entendió que el mundo que viene es menos occidental y más áspero" y que "ante la incertidumbre que genera la transición, apostar el futuro de un país periférico y dependiente como la Argentina a una sola canasta era un error". "[La Casa Rosada] Empezó a diversificar sus apuestas, manteniendo buenas relaciones con Occidente mientras cultiva pragmáticamente a las potencias que vienen", sintetizó.
Juan Battaleme, especialista en política exterior y seguridad internacional, opinó que "el balance que puede hacerse de la gestión de Cambiemos en materia de política exterior es positivo". Aunque planteó que una mejor relación con el mundo "no significa que los problemas argentinos vayan a ser resueltos por factores externos", destacó que "una buena política exterior permite recibir ayuda cuando más se la necesita y blinda a una administración de problemas externos". En ese sentido, afirmó que la política exterior del 2018 "es uno de los pocos campos, si no el único, donde la administración sale fortalecida".
La diputada Cornelia Schmidt-Liermann (Cambiemos), presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara baja, dijo a LA NACION: "Fue, sin dudas, el campo en el que nuestro gobierno tuvo sus mayores y más rápidos éxitos: lo considero como el 'reflorecer' de Argentina en un mundo difícil".
El regreso al FMI y la necesidad de financiamiento
A principios de mayo, el presidente Mauricio Macri anunció que había hablado por teléfono con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, para "trabajar en un acuerdo" para que el organismo le prestara miles de millones de dólares a la Argentina. "Nos va a dar respaldo para enfrentar este escenario global y evitar crisis como las que hemos tenido", aseguró el mandatario. En junio, la Argentina y el organismo de crédito internacional acordaron un programa stand by por USD 50.000 millones y una duración de 36 meses.
"La política exterior estuvo signada este año por un eje principal: desde el lugar que se la mire, la economía ha sido el foco y objetivo de los funcionarios dedicados a la temática", aseguró a LA NACION el economista Pablo Kornblum. "La necesidad de financiamiento urgió el recurrir al FMI -vía [Donald] Trump-, al swap con China y a todo aquel país en el mundo que desee colocar sus divisas en nuestro país", agregó.
La politóloga Elsa Llenderrozas, especialista en relaciones económicas internacionales, consideró que los gobiernos de las principales potencias y los organismos financieros internacionales "le dieron un gran respaldo al gobierno argentino" que le permitió "enfrentar la crisis cambiaria y de financiamiento". Sin embargo, destacó que inversores y mercados financieros "no terminan de confiar en la viabilidad del modelo económico y actúan en consecuencia".
Además, la Argentina avanzó en el proceso para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aunque todavía no consiguió la invitación para convertirse en miembro. Es una de las metas del Gobierno: considera que pertenecer al organismo internacional es fundamental para atraer inversiones al país. "En la OCDE pasa algo extraño: todos nos aceptan, pero no ingresamos", se sinceró Macri tras la cumbre del G20.
La presidencia del G20: "jugar en primera"
La Argentina asumió este año la presidencia rotativa del G20, el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política, cuyos miembros representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75% del comercio internacional. Fue un trabajo intenso que implicó desafíos políticos, económicos y comerciales, jurídicos y culturales a escala global y que culminó con la Cumbre de Líderes, que supuso un protagonismo que el país no tenía desde hacía tiempo. Hubo consenso, comunicado final, reuniones bilaterales clave. Y no hubo hechos de violencia como los registrados en 2017 en Alemania. En la conferencia que dio tras el cierre de la cumbre, Macri declaró: "Hoy tenemos una Argentina conectada al mundo como nunca antes".
Un embajador de amplia trayectoria resumió a LA NACION: "La Presidencia del G20 nos posicionó en el escenario global, nos permitió mostrar un liderazgo activo, influir en la agenda de temas y ‘jugar en primera’".
Battaleme sintetizó: "Una política exterior se construye por capas. La política de ‘integración inteligente al mundo’ [de esta administración] comenzó en la primera gira a Davos y obtuvo un punto cúlmine con la organización del G20 en Buenos Aires". Llenderrozas fue más allá: dijo que "los apoyos que el Gobierno cosechó durante la cumbre del G20 y con todos los encuentros ministeriales previos" son "los mayores logros de su gestión".
Raid de bilaterales: de Trump a Xi y de Putin a May
Macri, la vicepresidenta Gabriela Michetti y el canciller Jorge Faurie mantuvieron reuniones de alto nivel con líderes de otros países en la Argentina y en el exterior durante todo el año. En enero, el mandatario viajó a Francia y a Rusia, adonde mostró buena sintonía con Emmanuel Macron y con Vladimir Putin. Rex Tillerson, Mariano Rajoy y Boris Johnson, entre otros, pasaron por Buenos Aires antes del G20.
Finalmente, la mayor concentración de reuniones bilaterales fue hacia fines de noviembre y principios de diciembre, antes, durante y después de la Cumbre del G20. Macri mantuvo 17 encuentros, con Trump, Putin, Macron, Xi Jinping, Shinzo Abe (Japón), Angela Merkel (Alemania), Giuseppe Conte (Italia), Moon Jae-in (Corea del Sur), Lee Hsien Loong (Singapur), Pedro Sánchez (España) y Narendra Modi (India), entre otros. Además, el Presidente se reunió con la primera ministra británica Theresa May, en la primera visita a Buenos Aires de un premier del Reino Unido desde la guerra de Malvinas.
La agenda de reuniones en los días del G20 en la capital argentina no estuvo exenta de tensiones. Incluso la Argentina debió buscar una rápida resolución al cortocircuito vivido tras la bilateral entre Macri y Trump, cuando un comunicado de la Casa Blanca informó que los mandatarios habían expresado "su compromiso compartido de enfrentar los desafíos regionales como Venezuela y la actividad económica depredadora china". Macri le debe a Trump el apoyo que permitió destrabar la asistencia del FMI, pero al mismo tiempo China es uno de los principales socios comerciales de la Argentina, garante de inversiones millonarias en áreas estratégicas y gran receptor de exportaciones argentinas.
"Tenemos excelente relación con Estados Unidos, que siempre ha sido el primer inversor, y hoy tenemos una excelente relación con China", sostuvo Macri terminadas la Cumbre del G20 y la visita de Estado del líder chino, Xi Jinping.
Malvinas: un "deshielo" sin la cuestión de fondo
La disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido por las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares circundantes continuó en 2018 como parte de la política exterior del país. Como desde hace décadas, el accionar diplomático se implementó en el plano multilateral y en el bilateral.
Durante 35 años, restos de argentinos que combatieron en Malvinas estuvieron enterrados en el cementerio de Darwin de las islas con la leyenda "Soldado argentino solo conocido por Dios". Tras el trabajo de identificación llevado adelante por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en 2017, las familias involucradas viajaron al archipiélago en marzo de este año. Fue una misión humanitaria posible gracias al avance en la relación argentino-británica. No fue la única señal del acercamiento. A fines de noviembre, y tras meses de especulaciones, la Argentina y el Reino Unido acordaron una nueva ruta aérea que unirá Malvinas con la ciudad de Córdoba.
Un diplomático con experiencia en el tema Malvinas dijo a LA NACION que hubo "deshielo" hacia el Reino Unido y "progreso" en el vínculo, pero resaltó que no se discutió la "cuestión de fondo", la disputa de soberanía.
Pocos días después del anuncio del vuelo, Theresa May viajó a Buenos Aires para participar de la Cumbre de Líderes del G20. En una reunión con Macri, "abordaron todos los temas de la relación bilateral", según describió Faurie. En la conferencia de prensa que dio antes de partir de regreso hacia Londres, la premier dijo a LA NACION: "La relación está en desarrollo, en crecimiento, y creo que seguirá creciendo".
América Latina: Macri ante un nuevo mapa regional
En un año electoral movido en América Latina, con elecciones presidenciales en Costa Rica, Paraguay, Colombia, México y Brasil, y un cambio en la jefatura del Estado en Cuba, el mapa político regional comenzó a cambiar. Con un mundo también en transformación, con potencias emergentes alejadas -física y culturalmente- de la región, la Argentina tuvo reacciones incipientes.
En abril, la Argentina y otros cinco países -Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú- decidieron suspender por tiempo indefinido su participación en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). "Es una institución que se olvidó de América del Sur", describió el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Fulvio Pompeo.
Durante 2018, el Mercosur inició negociaciones para un Acuerdo de Comercio Integral con Canadá, intentó profundizar sus vínculos con Rusia, Japón, India, Australia, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean) y la Alianza del Pacífico. También acentuó su alejamiento del gobierno de Nicolás Maduro, al que Macri cuestionó repetidamente por "destruir la democracia" en Venezuela.
Como parte del Mercosur, la Argentina impulsó durante 2018 la concreción del postergado Acuerdo de Asociación con la Unión Europea ( UE) y negociaciones para un Acuerdo de Comercio Integral con Corea del Sur. El bloque también inició conversaciones para profundizar acuerdos con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), Rusia, India, Marruecos, Túnez, Singapur y Nueva Zelanda.
Las elecciones presidenciales en Brasil generaron expectativa en Cancillería y en Presidencia. A fines de octubre, la victoria en segunda vuelta del diputado y exmilitar ultraderechista Jair Bolsonaro despertó rápidamente preguntas sobre el futuro de la relación entre la Argentina y su principal socio comercial y sobre el futuro del Mercosur. "Todavía no sabemos cómo será el comportamiento del nuevo gobierno de Brasil en el plano internacional y esto incidirá en la política exterior de nuestro país", planteó Llenderrozas. Será uno de los desafíos que deberá enfrentar la Argentina al frente de la presidencia pro tempore del Mercosur desde este mes.
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