Báez lavó dinero comprando bonos del Estado, según un fiscal
Los títulos adquiridos en el exterior estarían en el Banco Nación
Los 50 millones de euros en negro que supuestamente sacó del país el empresario kirchnerista Lázaro Báez regresaron al país lavados mediante la compra de títulos públicos argentinos, y quedaron depositados en la sucursal Plaza de Mayo del Banco Nación, frente a la Casa de Gobierno.
Así lo estableció el fiscal José María Campagnoli, quien reconstruyó el camino del dinero desde las operaciones que realizó Helvetic Group –la empresa suiza que se quedó con la financiera SGI de Puerto Madero, más conocida como "La Rosadita"– hasta que esos fondos regresaron a la Argentina, entre fines de 2012 y abril de este año, a una cuenta de Austral Construcciones, la empresa insignia de Báez.
El presunto círculo del lavado se cerró ante la pasividad del área antilavado del Banco Nación y de la Unidad de Información Financiera (UIF), órganos que tienen entre sus funciones detectar movimientos sospechosos de fondos.
Campagnoli expuso esos hallazgos en un escrito que presentó el miércoles último en la causa que instruye la jueza María Gabriela Lanz. Allí se investiga una presunta extorsión sufrida por Federico Elaskar, titular de SGI, para que entregara el control de la financiera a Jorge Chueco y Daniel Pérez Gadín, abogado y contador de Báez, respectivamente. El objetivo era quedarse a cargo de la firma para cederla a Helvetic Group. Esta causa corre simultáneamente a la investigación por presunto lavado de activos que instruye el juez federal Sebastián Casanello.
Campagnoli solicitó además que se cite a prestar declaración indagatoria al hijo del empresario, Martín Báez, al igual que a dos miembros de Helvetic Services Group, Verena Úrsula Fontana y Claudio Fontana.
A todos ellos los consideró protagonistas de la presunta operatoria de lavado desarrollada, a la que calificó como la "armada de valijeros y testaferros de Lázaro Báez y sus socios".
Los pedidos de indagatoria, sin embargo, quedaron en suspenso, a la espera de que la Cámara de Apelaciones defina si admite el pedido de recusación que presentó Báez contra Lanz, luego de que lo citara a indagatoria junto a Pérez Gadín.
Basado en documentación oficial, financiera y bancaria, y una pesquisa de la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), que lidera junto a Ignacio Rodríguez Varela, Campagnoli estimó que todos ellos deben explicar el movimiento de millones de dólares desde y hacia la Argentina.
Dijo Campagnoli que los acusados hicieron la operatoria en dos tramos, según su hipótesis: la mitad del dinero se habría conseguido repatriar en títulos de la deuda, y la otra mitad "habría sido blanqueada empleando en la compra de esos mismos títulos los dineros ingresados al país de manera clandestina, o bien destinado a tal fin sumas de dinero en negro existentes en Argentina,
En esa senda, Campagnoli se topó con un "hallazgo notable", como lo caracterizó. "Entre el 14 de diciembre de 2012 y el 8 de abril de 2013 se registró el ingreso al país de aproximadamente 65.000.000 de dólares que los extorsionadores acusados en autos [los sindicados como los que le sacaron la empresa a Elaskar, entre los que incluyó a Báez] negociaron en frenéticas transacciones de bonos de la deuda soberana" argentina.
El motivo de ese supuesto frenesí, explicó, es que ya el entorno de Báez estaba al tanto -o sospechaba- que Elaskar estaba en contacto con el periodista Jorge Lanata, quien estaba por revelar la operatoria con presuntos fondos ilícitos por entre 45 y 50 millones de euros, que equivalen a los US$ 65 millones ahora detectados, según el tipo de cambio entonces vigente.
Y así fue. Apenas seis días después de la última repatriación de dinero se difundieron los videos de Elaskar y Leonardo Fariña por televisión.
"No puede negarse que las noticias eran alarmantes tanto para los que se preocupaban por la suerte de esos cincuenta millones de euros, como para aquellos que debían velar por mantener esa fortuna intacta", explicó Campagnoli.
El fiscal integró junto a Rodríguez Varela el equipo que desembarcó en el entonces Ministerio de Justicia y Seguridad junto a Gustavo Béliz y Norberto Quantín, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, para retornar al Ministerio Público poco más de un año después.
"Perseguían la impunidad"
Los custodios de esos presuntos fondos negros, según Campagnoli, no eran otros más que Pérez Gadín y uno de los hombres que desembarcó en SGI tras el desplazamiento de Elaskar, Jorge Oscar Chueco, junto al presidente de Austral Construcciones, Julio Enrique Mendoza, Fabián Rossi y Martín Báez, entre otros.
El apuro por completar la tarea antes de quedar expuestos por televisión tenía un doble objetivo. Por un lado, colocar el dinero "fuera del inoportuno conocimiento que tenía, hasta entonces, Elaskar", quien de colaborar con la Justicia podría marcarles a los investigadores dónde buscar y, eventualmente, decomisar.
Por otro lado, "perseguían de esa manera su impunidad y el entorpecimiento de las investigaciones judiciales que pudieran haberse iniciado luego de la denuncia pública, por entonces prácticamente irreversible".
Para eso, Martín Báez, Pérez Gadín y el resto volaron repetidas veces a Suiza, Estados Unidos, Alemania, Italia, España e incluso Nueva Zelanda, hasta completar 179 viajes a lo largo de 2012, lo que logró reconstruir a partir de los datos aportados por distintas aerolíneas, registros migratorios y de sus gastos de tarjetas de crédito.
Al igual que en su presentación anterior, sin embargo, Campagnoli expuso las dificultades que afrontó, de distintos organismos públicos, para avanzar en su pesquisa.
Ni Aerolíneas Argentinas, ni el Banco Nación, donde están depositados los fondos, aportaron la información requerida. En tanto que la unidad antilavado y las entidades obligadas a reportar operaciones sospechosas de lavado, tanto en los bancos como las sociedades bursátiles, entre otros, "brillan por su ausencia".
El fiscal Campagnoli inició su tarea de investigación antes de que estallara el escándalo público del caso Báez, con su difusión en el programa Periodismo Para Todos, y fue quien hasta ahora avanzó más en el descubrimiento sobre cómo funcionó el circuito de dinero.
EN NÚMEROS
- 50
millones de euros
Es el monto que habría sacado Báez del país y que fue reconvertido en títulos
- 179
Viajes
Son los que hicieron durante 2012 al exterior Martín Báez, Pérez Gadín y otros miembros del entorno de Lázaro
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