Ayer socios, hoy adversarios: José Mayans y Miguel Pichetto protagonizaron un duro cruce por la deuda externa

En otros tiempos, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, supieron ser compañeros de bloque y compinches en la estrategia parlamentaria del Senado. Hoy están ubicados en veredas contrarias: José Mayans, jefe del bloque del Frente de Todos, y Miguel Pichetto, miembro opositor de la Auditoría General de la Nación (AGN), de ellos se trata, protagonizaron este mediodía un agrio entredicho en la Comisión Mixta Revisora de Cuentas. La discusión estalló cuando desde la oposición se propuso auditar la gestión de la deuda externa en lo que va de la gestión de Alberto Fernández.

Mayans rechazó el planteo opositor. “A mí lo que me interesa es la auditoría de la deuda externa del período 2016-2019. Otra cosa es el período 2020 y 2021, porque son cuestiones son totalmente distintas y vendrá después. No hay que saltear períodos. ¿Para qué está la auditoría? Para asesorarnos técnicamente, para que nos digan qué se hizo en el Banco Central, que hizo con las Lebac, qué hizo con las Leliq, por qué fueron al FMI sin pasar por el Congreso, por qué se incrementó la deuda en 100 mil millones de dólares”, enfatizó el formoseño.

Acto seguido, Mayans se dirigió a los auditores con tono admonitorio: reclamó el pronto envío a la Comisión Mixta de la cuenta de inversión –que es el informe sobre la ejecución presupuestaria– de la última parte de la gestión de Macri, que está retrasada. El kirchnerismo quiere rechazarla en el recinto, como ya hizo con la de 2016.

“Tenemos que saber qué ha pasado acá –continuó–. Cuando el Banco Central paga 1000 millones de dólares por mes de tasa de interés, la Argentina tiene que saber quiénes cometieron esta fechoría. El rol de ustedes es proveernos de esa información. Después nosotros iremos a discutir lo que trajeron ustedes al recinto. Ustedes hagan la parte técnica y dennos los diagnósticos; déjennos a nosotros la parte política. Para eso nos votaron, para que rindamos cuentas”.

Pichetto tomó el guante. Previo a la exposición del formoseño había enfatizado la necesidad de avanzar en una auditoría integral sobre los gastos por el Covid, uno de los compromisos que el país asumió con el FMI en el acuerdo con la deuda externa.

“Celebro el aporte positivo, casi docente, que hace el senador Mayans sobre la tarea de la auditoría”, ironizó Pichetto. El auditor, excandidato a vicepresidente de Mauricio Macri, aclaró que la oposición “no tiene interés de ocultar nada”.

“Cuando esté terminada la cuenta de inversión 2018 el Congreso la evaluar, como lo hizo con otras cuentas. El resultado de abrir una 2015 y 2016 implica un trabajo hasta 2025, y eso no tiene ningún tipo de utilidad. La Auditoría no tiene que hacer auditorías forenses”, sostuvo.

Y acicateó: “Si quiere también le puedo aportar el último balance del Banco Central con los aportes que recibió del Tesoro, como también los aportes que recibió una empresa argentina muy importante (Aerolíneas Argentinas). Cuente con nosotros para el trabajo en conjunto. Entre bomberos no nos pisemos la manguera. Somos un organismo técnico, pero también político. No nos subestime”, advirtió.

Con el ceño fruncido, Mayans retrucó: “Ustedes hacen una asistencia técnica. Esa es la función de la Auditoría. Esa es la función de usted, que pasea por el país haciendo consideraciones políticas”.

La reunión terminó con los ánimos caldeados. El oficialismo dejó en claro que su estrategia es rechazar los informes de auditoría referidos a la gestión anterior. La oposición, en minoría, insistió en avanzar con las auditorías de la actual administración, sobre todo en lo referido a los gastos por el Covid y la gestión de la deuda interna. No hubo fumata.

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