El gobernador y la diputada recorrieron la muestra en simultáneo, pero sin saludarse y a la distancia
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“Gobernador, gobernador, gobernador”, gritaban los fotógrafos que dispararon en cuánto Axel Kicillof enfocó hacia las cámaras e hizo el tradicional corte de cintas para inaugurar la exposición Expoagro Edición YPF Agro. A continuación, sonó el Himno Nacional y en la estrofa “Oh juremos con gloria morir”, Kicillof levantó su brazo e hizo el gesto de la “V” mientras apoyaba su otra mano en el pecho.
Minutos antes, el gobernador bonaerense fue recibido por autoridades de Exponenciar, organizadora del evento, directivos del diario LA NACION y del Grupo Clarín, figuras del agro y autoridades de entidades bancarias. Del mundo político lo esperaban el ministro de Agricultura, Julián Domínguez; el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, a quién saludo con un abrazo; y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, quienes pasaron la noche en esta localidad bonaerense tras haber participado de la cena inaugural de la mayor muestra del campo. “Es impresionante”, le dijo Kicillof a las autoridades minutos después de la foto, sobre el predio de 52 hectáreas al cual vino por primera vez.
Tras la inauguración, la comitiva emprendió una larga caminata para visitar el stand del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el del ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires. “Vení Sergio”, gritó el gobernador para que el ministro de Seguridad, que había quedado relegado en el grupo de funcionarios, periodistas y fotógrafos, camine junto a él. Quién se alejaba de tanto en tanto era De Pedro, que se perdía del grupo porque permanecía hablando con productores agropecuarios de los stands que iban atravesando.
“Wado quiere nuez”, le dijo Kicillof a un grupo de productores con los que conversó y probó sus artículos regionales. “Yo quiero una foto con vos”, le contestó uno al mandatario, que durante toda la recorrida se mostró relajado. Kicillof no dudó y como al hombre no le daba el ángulo para tomar la selfie, fue el quien tomó su teléfono y se retrató junto a los productos de ese stand. La secuencia se repitió varias veces. Pese a que prefirieron no anunciar su presencia por miedo a algunas protestas de productores autoconvocados, ese clima no se trasladó a la visita del mandatario.
Mientras Domínguez acumulaba gorras y barbijos que le entregaban en los stands, Kicillof mantuvo su look -un traje azul con camisa blanca- durante todo su recorrido. Pese a los casi 30 grados, se alegró cuando un productor le dio un mate, que no soltó hasta la conferencia de prensa final. El ministro de Agricultura, en cambio, se terminó una botella de agua en el camino y atacó una gaseosa en la última parada.
Debieron agregar como tercera estación el stand de Italia, donde el embajador Fabrizio Lucentini los aguardaba para inaugurar el espacio. Kicillof cortó la cinta tricolor. “Kicillof, de origen italiano, viene de Roma”, bromeaban sus ministros, imitando el acento del país europeo.
Ese buen clima que acompañó la visita de Kicillof por Expoagro solo fue interrumpido una vez, cuando desde un stand le gritaron “chorro”. El comentario pasó casi inadvertido y el gobernador ni siquiera detuvo su paso.
Vidal, en la otra punta
En la otra punta del predio, mientras tanto, María Eugenia Vidal llegaba a la muestra tras haber recorrido obras de San Nicolás con el intendente Manuel Passaglia y su hermano Santiago, diputado provincial. Pese a que se barajó la idea de posponer su llegada a Expoagro para la tarde, finalmente Vidal respetó el horario original anunciado. Solo canceló la última actividad porque, explicaron, debió partir al Congreso. Aunque coincidieron, los dos funcionarios no se cruzaron en ningún momento.
Mientras Kicillof optó por los stands estatales, Vidal visitó dos espacios privados: Don Mario, uno de los semilleros más grandes del país, y Energy Mercosur, que se dedican a la generación de energía en sus distintas formas, mediante la utilización de energías renovables.
Lo hizo acompañada del presidente del bloque de Diputados de Pro, Cristián Ritondo, y el exministro de Economía Hernán Lacunza. “Nosotros apostamos a que el campo debe ser el puente de crecimiento de la Argentina, este gobierno solo pone palos en la rueda con recetas que ya sabemos que nunca funcionaron”, lanzó Vidal.
Ritondo se sumó y señaló que “los productores agropecuarios necesitan un gobierno que los respete y no que les invada el mercado del trigo, del maíz y de la carne”. “El intervencionismo populista quita rentabilidad y desalienta las inversiones, que son las que generan riqueza y los dólares que le faltan al Banco Central”, afirmó.
Kicillof, por su parte, cerró su visita con una conferencia en el stand de Banco Provincia, donde afirmó: “La Provincia no podía estar ausente”. Consultado sobre si su presencia fue un gesto hacia el campo, Kicillof respondió que el peronismo mantiene una buena relación con el sector y para ellos “es natural”.
“Vuelve Expoagro gracias a una política pública, la de vacunación, que posibilita poder hacer la exposición de manera presencial”, dijo el gobernador, que anunció créditos del banco a 60 meses con tasas del 20 al 24%. “Tanto se habla de subsidios y lo voy a decir. Este Gobierno subsidia la producción agropecuaria también”, agregó.
Además, aprovechó para ara apuntar contra la gestión de Cambiemos: dijo que se reactivaron las obras en la Cuenca del Salado, “que estaban paradas”, y afirmó que “se revirtió la etapa de cuatro años de caída de la producción tambera”.
Volvió a hablar de Mauricio Macri al ser consultado por su posición respecto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. “Nos encontramos en una situación muy complicada que dejan dos responsables directos que se llaman para sintetizar Macri y el Fondo Monetario Internacional. Yo creo que hay muchas preguntas a quienes tenemos que buscarle una salida a esta trampa y muy poco cuestionamiento a quienes generaron esta situación, que andan como de turistas viendo lo que pasa sin terminar de hacerse cargo del desaguisado que dejaron”, afirmó Kicillof. Evitó contestar si apoya el acuerdo alcanzado.
Tampoco pronosticó si será aprobado, pero celebró que el acuerdo deba pasar por el Congreso: lo calificó como un “avance democrático” y volvió a criticar a la anterior gestión porque no consultó al Congreso para firmar “el crédito más grande de la historia del Fondo”.
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