Axel Kicillof busca ampliar su influencia sin vincularse con los demás gobernadores
El bonaerense tiene diálogo directo con el Presidente y Cristina Kirchner y su protagonismo ya impacta en la gestión nacional
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CÓRDOBA.– Con el paso de los meses la figura Axel Kicillof, fue creciendo por su influencia en decisiones en materia económica y sanitaria que exceden a su distrito y que, para algunos, lo perfilan para la carrera presidencial de 2023. Pero, si bien el gobernador bonaerense tiene línea directa con Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con sus pares no tiene vínculos, más allá del estrictamente necesario desde lo institucional. Según sondeó LA NACION, a ellos no les preocupa. “No tiene la necesidad, su juego es otro”, desliza un mandatario de un distrito grande.
En la decena de distritos consultados por este diario hubo coincidencia de que sí hay diálogo institucional, de “gabinete a gabinete”, en temas puntuales con Buenos Aires. Por supuesto, esa dinámica es más fluida con los distritos con los que comparten intereses y hasta límites, como Córdoba, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos.
La situación cambia de “gobernador a gobernador”, en las relaciones que Kicillof construye con otros mandatarios. No existen. Las fuentes planteraron que ese contacto –al que definieron como el “ABC de la política”– es frecuente entre todos, aun cuando no compartan la misma línea dentro del peronismo. “Él tiene una manera de trabajar muy directa con Nación, se formó ahí y se maneja en ese ámbito”, dicen desde la administración de Omar Perotti en Santa Fe.
Un funcionario del cordobés Juan Schiaretti apunta que el kirchnerismo siempre se concentró en Buenos Aires y recuerdan que Néstor Kirchner solía decirles: “Ustedes no se preocupen, cuiden lo suyo que a nosotros con el 30% ahí nos alcanza mientras ganemos Buenos Aires, que es la madre de las batallas”.
Pese a las experiencias de candidatos ganadores sin trayectorias políticas previas, los peronistas remarcan que Kicillof “no es un dirigente” sino “un economista, un exministro gobernador”. Es una manera de acentuar que su crecimiento se debe al apoyo de Cristina Kirchner, con la que tampoco la mayoría de los mandatarios tiene diálogo frecuente.
Ningún gobernador peronista tiene la cercanía con la Vicepresidenta que tiene Kicillof, para quien es su jefa política indiscutida. Fue ella quien avaló que, cuando era diputado nacional, empezara a recorrer Buenos Aires hasta que lo eligió para competir contra María Eugenia Vidal.
Cuando Cristina Kirchner y Alberto Fernández se reencontraron, el bonaerense fue parte de algunas reuniones. Hoy tiene una llegada diaria con el Presidente, mucho más que cualquiera de sus pares, incluso de los que hablan directamente con él y, como a ningún otro, lo consultan.
Aunque no hay ninguna posibilidad de que la “liga de gobernadores” se reedite, sí hay molestia entre los mandatarios con la Casa Rosada y, mientras esperan los resultados de las legislativas, advierten que el 2023 está “lejos”. Es la respuesta a la consulta sobre si imaginan a Kicillof candidato.
“La conducción del kirchnerismo es muy cerrada, solo abren cuando necesitan, esa es su forma de moverse”, señala una fuente a la vez que imagina que habrá otros “anotados” y menciona rápido al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. “No lo van a bajar así no más”, ironiza.
Otra lectura es que el kirchnerismo duro “no ve riesgo” de que Kicillof arme su propio sector. “El rol que ocupe lo hará con ellos y eso da certidumbre; incluso por eso no se preocupa por tejer alianzas con otros gobernadores”.
Dos fuentes coincidieron en hacer una suerte de paralelismo –para marcar los contrastes– entre la figura de Kicillof y la del cordobés José Manuel de la Sota. La similitud la encuentran el bonaerense, como el cordobés años atrás, no es “aceptado” por sus pares. Sin embargo, el fallecido exgobernador de Córdoba sí buscó esa construcción cuando intentó llegar a la Presidencia. Kicillof no se ocupa del tema. La otra diferencia que apuntaron es la “trayectoria y formación” política de “El Gallego”.
En general los consultados entienden que Kicillof colabora en “abrir frentes de peleas a diario”; creen que esa estrategia no contribuye, pero reconocen que es un estilo que lo excede a él y alcanza tanto al “cristinismo duro” como a los camporistas. “El auto tiene acelerador, pero también tiene freno, y uno de los abanderados en no frenar es él”, resumió un interlocutor en diálogo con LA NACION.
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