"No vamos a estar lloriqueando sobre la herencia", prometió Kicillof
LA PLATA.- El gobernador electo de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, prometió que a partir del 10 de diciembre no va a "estar lloriqueando sobre la herencia. Vamos a estar trabajando para reconstruir lo perdido".
Kicillof habló así junto a a los intendentes de Hurlingham, Juan Zabaleta; de Ituzaingó, Alberto Descalzo; de Morón, Lucas Ghi, y de Merlo, Gustavo Menéndez, en la apertura de un Congreso para la Economía Política para la Argentina.
Frente a un auditorio completo prometió: "Hay que dejarle en claro hasta el último argentino que el experimento neoliberal de los cuatro años de Macri y de Vidal es algo que no debe repetirse nunca más" aseguró.
"El 10 de diciembre tiene que asumir un gobierno en Nación y en Provincia que no pierda un minuto. Hay que gobernar para la gente. Ese es el mandato, junto a los intendentes", remarcó.
El mensaje estuvo destinado a más de veinticinco alcaldes, que ayer se reunieron en Ensenada "para garantizar lo que viene que va a ser durísimo", según dijo a LA NACION Mario Secco.
Kicillof estaba reunido al mismo tiempo con los alcaldes de la primera sección, en la Universidad de Hurlingham.
Allí el jefe comunal local, Zabaleta, habló de poner en marcha un nuevo contrato social. "Ese contrato social tiene que arrancar abrazando a los pibes en los merenderos, decirles que sus papás van a tener trabajo y ellos van a comer con sus familias; decirles a los jubilados que los vamos a volver a cuidar, que van a tener remedios gratis y una mejor jubilación".
Mientras el futuro gobierno realizaba estas promesas, en la provincia se conoció la grave emergencia en que se encuentra el Programa Incluir Salud. Los trabajadores de ese programa destinado a proveer de medicamentos y atención sanitaria a las personas sin cobertura social denunciaron "desfinanciamiento por parte de las autoridades de la Agencia Nacional de Discapacidad". Y afirmaron que la situación del programa destinado a proveer remedios a los sectores más desprotegidos "se ha vuelto insostenible". Los trabajadores denunciaron que la última cápita que se pagó en este programa corresponde al mes de mayo. Y exigieron una respuesta "inmediata" para regularizar el funcionamiento.
En el entorno de la gobernadora María Eugenia Vidal no se quiere oír ni hablar de la provincia "arrasada" que denunció el Frente de Todos: se busca entregar la provincia con dinero en caja para sueldos, salarios y aguinaldos de 600.000 trabajadores públicos.
La idea es minimizar las denuncias por la deuda que superará los 12.000 millones -con el 80 por ciento nominado en dólares- según ya advirtió Kicillof.
En la Casa de Gobierno sostienen que el déficit de caja que se reconoce en unos 50 mil millones "no es nada comparado con los que se recibió de Daniel Scioli".
En cambio, no hay un plan claro sobre cómo se afrontarán los dos vencimientos de deuda por 260 y 277 millones de dólares que vencen en enero. En el gobierno de Vidal deslizan que se pueden colocar letras de los municipios para hacer frente a esos compromisos.
La idea es un tiro por elevación a la vicegobernadora electa Verónica Magario, dado que La Matanza, es uno de los municipios que tiene dinero en un plazo fijo destinado a obras, en cuentas bancarias. El gobierno saliente asegura que solo en ese distrito hay fondos por 10.000 millones de pesos.