Axel Kicillof: “Hicimos frente a la mayor crisis sanitaria del último siglo con dos escarbadientes”
VILLA GESELL (ENVIADO ESPECIAL).– Luego de anunciar este lunes, desde Villa Gesell, que las clases comenzarán el 17 de febrero en algunas zonas de la provincia y ponderar el diálogo con los gremios docentes, para diferenciarse así del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador Axel Kicillof dialogó con LA NACION.
La tormenta en la costa impidió que regresara por vía aérea hasta Chapadmalal, donde pasa sus días desde fin de año junto a su familia, y cambió los planes de la entrevista, que se dio en el auto, con el chofer y la ministra de Comunicación Pública, Jesica Rey, como testigos.
En el trayecto de 76 kilómetros y una hora de viaje hasta Mar Chiquita, el gobernador bonaerense dijo que es un precursor del debate para reformar el sistema de salud, cuestionó a María Eugenia Vidal por no completar las obras en hospitales y se mostró esperanzado por la Sputnik V, que ya se aplicó.
"Pasamos de la ruleta rusa a la vacuna rusa", dijo a modo de broma, con mate y termo en mano, para graficar lo que significaba para él salir durante la pandemia hasta que recibió la vacuna Sputnik V. "El año pasado, cuando volvía a casa me sentía entrando a un templo shaolin. Todo un ritual para desinfectarme. Tengo una obsesión que no sé si me voy a poder sacar con el lavado de manos. La exposición [al virus SARS-CoV-2] fue inmensa. Por eso no pude disimular la emoción cuando me vacunaron. Yo estaba mentalizado que tenía que llegar sano a la vacunación. Era todo un desafío".
–¿La demora de la llegada de la vacuna retrasa el regreso a clases presenciales?
–El regreso a clases no está supeditado a la vacunación, es concomitante. Lo primero es vacunar a población de riesgo de las escuelas. No está modificado el plan. Puede cambiar el ritmo.
–¿Hay acuerdo con los gremios?
–Es lógico y razonable trabajar los protocolos con los docentes. En este caso, para ellos, nosotros somos la patronal. Siempre hay que trabajar para llegar a un consenso. Mucho se habla del diálogo y el consenso pero hay un trabajo que no se hizo con los gremios ahí en algunos lugares. No tenemos un acuerdo particular, es el que acordamos en octubre. Hubo una reunión la semana pasada. Si yo anuncio algo sin hablarlo, genera rechazo. Creo que hay algo de política partidaria en el tema. No me quiero meter en política partidaria en este asunto, venimos haciendo un trabajado muy serio y en base a la experiencia internacional.
–¿Qué opina de Máximo Kirchner presidente del PJ bonaerense?
–Máximo fue muy importante en el armando del Frente de Todos, desde la época macrista, es un dirigente que actuó en la Provincia. Es diputado por la Provincia. Se está armando un consenso. Es importantísimos en nuestra provincia. El Frente de Todos fue un frente electoral y ahora es una coalición de Gobierno que debemos sostener y que ahora tendrá su primera prueba electoral.
–¿Qué piensa del crecimiento y los lugares relevantes que suma a diario La Cámpora?
–Trabajo perfectamente bien con La Cámpora y otra agrupaciones de la coalición, como el Frente Renovador o con el Movimiento Evita. La articulación es sencilla, porque vengo del kirchnerismo.
–Patricia Bullrich promete un "dream team" de candidatos. ¿Qué opina?
–El otro día escuché críticas del 'no ministro' de Salud de Macri [en alusión al exsecretario de Salud Adolfo Rubinstein], cuando él con la exgobernadora no abrían nuevos hospitales cuando estaban listos en un 80 o 90%. Nos hubiera venido bien que en lugar de achicar el sistema de salud lo agradaran. Tuvimos que correr de atrás en una pandemia. Arrancamos en menos diez. Lo achicaron, lo desfinanciaron. Después se pelearon con los docentes. Creo que primero tienen que dar explicaciones de lo que hicieron. Con todo. La seguridad también fue una catástrofe. Yo, cuando llegue el momento, voy a mostrar cómo dejaron todo. Vos podés tener un problema macroeconómico como el gobierno anterior. Pero los sueldos de los policías cayeron 20 puntos. Eso lo podría explicar la exministra [Patricia Bullrich]. Como estuvo la pandemia, este año nos dedicamos a mejor lo que nos dejaron, en lugar de mostrarlo. Ellos deberían explicarlo antes de ir a una elección. Hay que ponerle más nivel a la discusión. En lugar de tirar dardos y petardos, deberían explicar lo que hicieron. Criticar todo es más fácil que dar una propuesta. Por ejemplo el ex 'no ministro' de Salud dijo que se iba a vacunar. Lo mismo la exministra de Seguridad. Me parece muy bien.
–¿Habla con María Eugenia Vidal? ¿La imagina candidata en la provincia?
–Con Vidal no hablo hace rato. Es cierto que para la aprobación del presupuesto intercambiamos mensajes. Es cierto que se puso a disposición durante la pandemia. Ahora están cuestionando dónde será candidata. Yo no me meto en las internas de la oposición. Me parece una bajeza.
–Un sector de Juntos por el Cambio propuso "jubilar a Mauricio Macri". ¿Lo imagina afuera de la contienda política?
–No me quiero meter, pero sí digo que hablaban de que Macri y Vidal no solo iban a ganar la reelección sino que iban a hacer jueguitos intercambiando roles. Sin embargo, es el único presidente y la única gobernadora que no consiguieron la reelección en democracia. Para ir a otros casos, se me viene a la cabeza Donald Trump. Es muy difícil defender lo que hicieron. Lo demás tendrá que definirlo el expresidente. Por lo pronto, el macrismo está vivito y coleando en la provincia de Buenos Aires. Mi oposición es macrista más que vidalista.
–Comparte grupos de WhatsApp con intendentes. ¿Cómo es ese espacio?
–Fuimos aprendiendo. Fue una forma de mostrar apertura. Hemos logrado una actitud de respeto. A mí me pasó con la escuela de mis chicos, que estoy en el grupo de WhatsApp de papis y mamis y bueno, está el que todos los días pone una noticia, cómo está el tiempo, manda saludos de cumpleaños. Finalmente es imposible, porque hay 100 mensajes por día que no dicen nada. Creo también que estamos aprendiendo a respetarnos políticamente en esos grupos. Hay muy pocas chicanas ahí. Tratamos de circular información. Son cuatro grupos: uno de intendentes del Frente de Todos, uno de Juntos por el Cambio, otro de independientes y otro del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Hubo momento que alguno se ofendió por un comentario político, pero después volvió.
–¿Cómo evalúa su primer año de gobierno?
–Me tocó lidiar con algo desconocido. Es una provincia tan grande y tan diversa que uno puede pasarse la vida recorriéndola sin poder decir que uno tiene un conocimiento total de lo que pasa. Nunca pensé encontrarme con la dimensión desconocida del coronavirus. El que diga que estaba preparado para gobernar en una pandemia está mintiendo. Se mezclan las dos cosas. Un primer año de gobernador en la provincia, donde no hay un curso que te enseñe a gobernar esta extraordinaria provincia y tan peculiar, y el coronavirus…. Qué te puedo decir. Creo que hicimos un esfuerzo grandísimo. Fue un año de Gobierno que valió 10 años. Yo crecí muchísimo. Fue muy intenso para todos. Cuando comenzó a verse que colapsaban los sistemas de salud en España, Italia o Nueva York, uno qué iba a decir: ‘Qué va a pasar en la provincia de Buenos Aires’. Nuestro sistema sanitario había quedado abandonado y devastado después de un gobierno que decía que no le importaba sostener el sistema público de salud. Nuestro sistema de salud tiene problemas estructurales, que no le puedo echar la culpa al gobierno anterior, pero sí puedo decir que no quisieron ampliarlo. No quiero cargar las tintas sobre el gobierno anterior, pero abordamos la situación sanitaria más compleja del último siglo con dos escarbadientes. Yo entiendo que algunos pensaran eso, que íbamos a colapsar. No tiene que ser malintencionado que puedan pensar en el desborde el sistema sanitario. Pero no es que no desbordó porque la comparación estaba mal, sino porque pasé de 800 a 2200 camas de terapia intensiva en tres meses en medio de una pandemia.
–¿Cómo evalúa la idea del sistema nacional integrado de salud que propuso Cristina Kirchner?
–Estoy involucrado yo personalmente. Antes de ser funcionario, cuando era investigador y economista, uno de mis temas de estudio fue la economía de la salud. Algo que es llamativo del sistema argentino es que está compuesto por tres subsistemas: público, obras sociales y privado. Cuando un sistema tiene tres subsistemas es obvio que tiene que estar articulado entre sí de la mejor manera posible. Si no, tenés dos problemas: por un lado, falta de coberturas y, por el otro, exceso de cobertura. Es decir, mala utilización de los recursos. Algunos dicen que la economía se trata de emplear recursos escasos para necesidades múltiples. A mí me da la impresión que la integración del sistema de salud es algo casi de sentido común. No hay nadie de derecha, centro o izquierda, peronista o liberal, que no haya hablado de la necesidad de integrar el sistema.
–Pero eso genera ruido en las obras sociales y privados
–No sé si es ruido. Yo he tenido conversaciones con varios. Pero creo que algunos utilizaron esa palabra para agitar fantasmas de estatización o nacionalización. Criticar por criticar y acusarlo a uno es perder el tiempo porque después se dan un tortazo. Antes de venir con las acusaciones, convendría poder discutirlo un poco. La pandemia puso de manifiesto que nuestro sistema de salud tiene muchas deficiencias, muchísimas. Cuando hablo del sistema de salud, me refiero a los tres subsistemas. Yo como gobernador, que estoy a cargo del sistema público y del IOMA, que viene con graves problemas históricamente, hay que ponerse a discutir francamente sin agitar fantasmas ni decir tonterías. Yo estoy dispuesto a dar esa discusión, en pos de mejorarlo, no es en contra de nadie es a favor de todos.
–¿Qué piensa de la inclusión en el temario de sesiones extraordinarias del proyecto para suspender las PASO?
–En el caso de la provincia tenemos la particularidad de tener un régimen de primarias a través de una ley provincial. Entonces, aun cuando se modificara la ley nacional, para que no haya PASO en la provincia hay que cambiar la ley provincial. En mi caso, no tengo mayoría legislativa. Si, como pasó en Europa, estamos en medio de una segunda ola cuando llegue el invierno y el frio, será difícil de sostener un calendario como si no pasara nada y hacer una campaña electoral. Es muy difícil todo. Pero creo que la dirigencia política y la sociedad debemos charlar en cómo se debe llevar adelante una campaña en medio de una pandemia.
–Hay un pedido de intendentes de rever el límite de mandatos que se estableció en el gobierno anterior, ¿qué opina?
–Como gobernador no tengo reelección [indefinida]. Pero creo que es una discusión interesante para dar. Que se dio y que ahora está en manos del Poder Legislativo o, eventualmente si hubiera alguna presentación, en manos del Poder Judicial. Hoy, el Poder Ejecutivo no tiene injerencia en eso. Entonces, estoy observando esas posiciones.
–¿Cómo toma las críticas en redes sociales?
–Recién me entero [ríe] No me dijiste Jésica, ¡Por favor! Creo que yo por mi edad las voy conociendo. Hoy mis hijos se manejan cómo pez en el agua. Es su medio natural. En el caso nuestro, aunque uno esté actualizado tecnológicamente, hay algunas, como Tik Tok o el mismo Instagram, que son redes que fueron apareciendo y cobrando importancia. Yo, de repente, en Twitter es donde más experiencia tengo, porque lo sigo. Me parece que la dinámica de las redes cada vez más se empieza a alejar de lo que pasa cuando uno usa la red social más grande que tiene la provincia de Buenos Aires, que es la de las organizaciones sociales, clubes de barrios y la de los municipios. Eso sigue funcionando. A veces se forma una realidad paralela que está muy bien, que es bienvenida, hay que conocerla también, pero que no refleja lo que está ocurriendo en el terreno.
–¿Le enojan los ataques en redes?
–Aprendimos que hay mucha manipulación en las redes sociales. No me enoja. Sí me parece que cuando se usan las redes sociales para operaciones políticas, falsas noticias o ataques está mal. Y no lo digo yo, lo dice el expresidente Donald Trump que se estaba peleando todos los días en redes sociales. Creo que tengo una serie de complejidades y temas de magnitud por el tamaño y lo que es la Provincia, más lo que está pasando con la pandemia, que no me puedo estar ocupando de eso. Bienvenido que podamos discutir en todos los lugares y bienvenida la libertad de expresión. Pero cuando uno ve falsas noticias sobre la efectivad de una vacuna o sobre el coronavirus, que es algo de vida o muerte, es otra cosa. Uno se encuentra con fervorosos opositores a nuestro gobierno que cuando contraen el virus recién empiezan a tener mensajes de cuidados porque la pasan mal. A veces no debería ser necesario que uno sufra en carne propia para que se haga solidario con los que otros sufren. Pero está bien que cuenten cómo fue contagiarse. Bienvenido.
–¿Se toma tiempo libre?
–Trato, porque además tengo hijos chiquitos y una familia con la que necesito imperiosamente compartir tiempo y actividades. Tengo una compañera a la que amo y es lo que más me gusta estar en el mundo con ella y con nuestros hijos. Así que trato de hacerme ratos libres para estar con ellos. Lo que pasa es que hay momento que por las preocupaciones, las situaciones o la intensidad que tiene esto con la pandemia, a mí me cuesta desconectar. Donde más lo logro es con la familia. Tengo tiempo libre, menos de lo que me gustaría y menos, a veces, de lo que produzco. Por ejemplo, yo pensaba estar unos días con ellos en vacaciones. Lo hice, pero en el medio comenzaron a crecer los casos y tuve reuniones de emergencia para empezar a ver las medidas. Muchas veces planeo algo, pero no lo puedo hacer porque me intercepta la realidad.
–¿Lo entienden sus hijos?
–A veces me critican porque estoy muy pendiente del teléfono, aun cuando estoy con ello. Pero lo vamos manejando. Para el grado de responsabilidad que tengo, estoy bastante satisfecho de cómo logro desconectarme. También tengo bastante práctica. Hay un tiempo que hay que dedicarlo a la familia, porque si no, uno se enferma. Como a mí me gusta tanto y lo disfruto mucho, me sale naturalmente, pero hay que encontrarle la vuelta. Mi compañera me ayuda un montón para tener ese tiempo de calidad.
–¿Qué pasatiempos tiene para desconectar? ¿Futbol, pádel?
–No, no. Pero jugamos al ping pong, al pool, pescamos ahora que estamos en Chapadmalal. Compramos una caña. Yo no soy muy fanático de la pesca pero a mis chicos le gusta, entonces lo hacemos. Nos gusta la playa y meternos al mar. Ver series y películas también. Le dedico mucho a la familia dentro de mis posibilidades.
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