Axel Kicillof festejó porque equilibró las fuerzas en el Senado bonaerense
El recinto quedará igualado en 23 votos con Juntos por el Cambio, pero con desempate de la vicegobernadora Verónica Magario
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LA PLATA. – Fue una derrota con sabor a victoria para Axel Kicillof. El gobernador logró su máximo objetivo: cambiar el signo político el Senado de la provincia de Buenos Aires.
“Basta de palos en la rueda en el Senado”, exclamó el gobernador con ánimo triunfalista cuando le tocó hablar en el búnker del Frente de Todos, después de Sergio Massa y escoltado por Máximo Kirchner.
Kicillof arrebató el quórum a la oposición en la cámara Alta. Su vicegobernadora, Verónica Magario, tendrá desde diciembre la última palabra, ante un empate en los escaños en una Cámara Alta partida en dos.
“Con empate, ganamos en el Senado”, aseguró exultante Teresa García, la exministra de Gobierno y ahora senadora electa por la primera sección electoral. El empate al que se refería es 23 escaños para el Frente de Todos. Y otros 23 para Juntos. En este escenario pasaría a desempatar Magario.
Pero antes deberá conseguir quórum, para comenzar cada sesión. Una misión que requerirá de consensos.
Hasta ahora Juntos tiene 26 senadores y Frente de Todos 20. Se renovaron 23 escaños. Pero el oficialismo puso menos bancas en juego y se quedaría con 10 de las bancas que se recambian en diciembre.
El empate de 23 a 23 que debería confirmarse con el recuento definitivo de los votos, es el escenario por el que más peleó Kicillof, ya que hasta ahora la oposición marcaba el quórum y el ritmo del recinto.
“Esta los números muy finos, aún no puede confirmarse”, dijo Roberto Costa presidente del bloque de Juntos. En caso de consolidarse el empate luego del reparto de bancas por parte la Junta Electoral provincial Kicillof podría disponer de votos para sacar leyes con mayoría simple, con el voto de desempate de la vicegobernadora.
Pero no tendrá quórum, que se formará con 24 escaños. Es decir, el oficialismo tendrá que negociar el inicio de cada sesión, pero luego las votaciones que requieran mayoría simple podría resultar ganador el Frente de Todos.
Es un avance notable para el Frente de Todos que con mayoría simple puede, por ejemplo, votar modificaciones en los impuestos. Puede también aprobar pliegos de jueces. A excepción de las designaciones de tres vacantes de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, que requiere la mayoría absoluta de sus miembros.
La Cámara Alta tiene que resolver, además, los nombramientos de ocho directores del Banco Provincia, del Defensor del Pueblo. En todos estos trámites podría avanzar, una vez que logre formar quórum para iniciar cada sesión.
Pero no podrá iniciar juicio político al Procurador, Julio Conte Grand ya que se requiere de dos tercios de votos para un juicio político.
Tampoco podrá tomar deuda sin negociar con la oposición dado que también ese trámite requiere de dos tercios de los votos.
En Diputados perdió un par de legisladores, pero todo indica que conservará la primera minoría a la hora de votar leyes, que obtuvo hasta ahora.
En la Cámara baja se renuevan 46 de las 92 bancas. Juntos tendrá 43 diputados, y el Frente de Todos 42 pero cuenta con dos aliados – FE y 17 de Noviembre- es decir que se impondría en una votación con 44. El Frente de Izquierda quedaría con dos y Avanza Libertad, tres. Lo cierto es que tanto la izquierda como el partido de José Luis Espert tendrán un rol clave ya que podrían bloquear el quórum.
Todo indica que a la hora de las alianzas la Cámara quedará partida en dos bloques de 46 diputados. En este esquema el Frente de Todos se podría quedar con la presidencia del cuerpo que hasta ahora ostenta Federico Otermin.
Claro que un sector de los intendentes que se movilizó para mejorar la elección respecto de las PASO puede reclamar ese cargo para Mariano Cascallares, uno de los alcaldes que mejor resultados tuvo en la tercera sección.
En Almirante Brown, distrito que gobierna Cascallares hasta diciembre, el Frente de Todos logró 47,85 por ciento de los votos contra 29,55 de Juntos. El guarismo es mejor que en Lomas de Zamora: el pago chico de Otermin obtuvo el 47,06 por ciento de votos contra el 33,54 de Juntos. Incluso Almirante Brown hizo una mejor elección que La Matanza: allí el partido oficial obtuvo el 46,34 por ciento de los votos contra 28,57 de Juntos. El dato no es menor: el distrito del jefe de gabinete, Martín Insaurralde, no fue el que mejor performance tuvo en la tercera sección.
“Hay que construir una alternativa al actual gobierno. Los candidatos nacionales, provinciales y seccionales trasmitieron nuestro mensaje”, dijo anoche Maximiliano Abad, que fuera hasta ahora presidente del bloque opositor. Lo cierto es que solo en caso que todo el arco opositor se una en diputados podría condicionar al gobierno, una situación improbable.
Si bien el gran ganador de la jornada fue Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires, los dirigentes de Juntos en la Legislatura no tenían anoche ánimo festivo. La nueva Legislatura será más favorable a Kicillof que los dos últimos años. Y esta situación dará una ventaja al gobernador a la hora de gestionar hasta 2023.
Las aspiraciones de una reelección vuelven a tomar aire, y acaso la brecha tan ajustada con la oposición pueda permitir a Kicillof volver a posicionarse. Anoche, Sergio Massa tuvo un gesto hacia el gobernador. Lo presentó como el hombre que se cargó al hombro la elección de la provincia de Bueno Aires: una derrota, con sabor a victoria en el Frente de Todos. “Fue la militancia la que se puso esta elección al hombro”, respondió Kicillof. “Escuchamos el resultado de las PASO. Cambiamos las políticas. Mejoramos. Por ese camino vamos a seguir. Lo que se viene es recuperarnos. Renacer. Se inicia una nueva etapa”, se esperanzó.
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