Axel Kicillof, exministro de Cristina, encarnará al kirchnerismo más puro en la provincia
Encabezará la gestión en un territorio donde La Cámpora pisará fuerte; con un “gobierno de cercanía”, pondrá el foco en la economía, la salud y la educación
LA NACIONHernán Cappiello
El kirchnerismo más puro desembarcará de la mano de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Si Alberto Fernández llegó al gobierno nacional encarnando una síntesis del peronismo, es en esta provincia donde el gen kirchnerista está más desarrollado. Y ayer, al inaugurar el escenario de la victoria, a las 22.45, Cristina Kirchner lo colocó una vez más en ese lugar.
Kicillof, el ministro mimado de Cristina cuando era gobierno, cercano a La Cámpora, llega con más del 52% de los votos para gobernar una provincia. Y de entrada ayer les explicó a los bonaerenses que la tarea no será fácil. Hizo todo lo contrario que el macrismo en 2015, cuando eludió hablar de la "herencia". Kicillof dijo que recibe la Argentina y la provincia con cuatro millones más de pobres, un aumento de la deuda externa, una caída de 4 puntos del PBI per cápita y un aumento del desempleo.
Así llega Kicillof a gobernar una provincia donde La Cámpora puede exhibir su máxima expansión territorial desde que llegó al poder al amparo de Máximo Kirchner, estrenando nuevos municipios y peleando por otros.
El hijo de la vicepresidenta electa va a tener en el Gobierno el peso que le permita Alberto Fernández, pero va a extender su influencia sobre las dos cámaras del Congreso, donde La Cámpora tiene ahora una presencia "tremenda" –según califican intendentes del PJ más rancio–, y también sobre los municipios comandados por jefes comunales de esa agrupación.
De todos modos, los colaboradores más cercanos a Kicillof remarcan: "No va ser un gobierno de La Cámpora. Es una agrupación más, como el Frente Renovador u otra facción del espacio", dijeron.
El desafío político de Kicillof, según analizan intendentes bonaerenses que hablaron con LA NACION, es mantener ese equilibro entre todas las fuerzas que conviven en la provincia. El arco ideológico total del peronismo está expresado de izquierda a derecha entre los intendentes, donde hay hombres del peronismo histórico, del viejo peronismo revolucionario y del nuevo peronismo camporista.
Kicillof, en su discurso de victoria, calificó este aglutinamiento de fuerzas como "la unidad del campo popular"; dijo que eso fue lo que permitió "un triunfo de la política" por sobre "el modelo neoliberal".
Kicillof viene manteniendo reuniones con todos los intendentes, escuchando sus demandas en cada rincón. A todos les dijo lo mismo: vengan a verme después del 27 con una carpeta y sus proyectos que los analizaremos, y si caminan, los pondremos en marcha.
La estrategia de Kicillof es prolongar la campaña durante la gestión. Que las incansables recorridas con el Renault Clio por la provincia continúen durante su gobierno. Les dice a sus colaboradores que la campaña es como un "spoiler" de la gestión, confiaron a LA NACION. Ante miles de manifestantes que lo vivaban, y sobre el escenario junto a Cristina y a Alberto Fernández, habló de estar presente al lado de cada argentino.
La palabra clave es "gobierno de cercanía", con un gobernador que esté todo el tiempo fuera de la Casa de Gobierno, cerca de los vecinos.
Los intendentes peronistas clásicos ven en el gobierno de Kicillof la oportunidad de recrear el gesto de Cristina Kirchner de hacerse a un lado para darle el protagonismo a Alberto Fernández. Creen que Kicillof puede ahora dejar el sectarismo de La Cámpora y ser abierto, inclusivo, como lo fue Cristina Kirchner con su renunciamiento.
Creen que su gobierno va a ser de apertura y que no tendrá la endogamia de la que supo hacer gala el kirchnerismo cuando estaba en la Casa Rosada. Pretenden que siga el gesto de Cristina que permitió la unidad para dejar de lado las diferencias y hacer desaparecer las facciones. Ayer él fue la voz del kirchnerismo exhortando a los militantes a que no se movieran de la calle, a pesar de la lluvia, para festejar el comienzo de un nuevo momento político.
Gabinete y objetivos
Quiénes serán los integrantes del gabinete provincial es un misterio. Kicillof se movió con hermetismo, aunque las personas que lo rodean a diario dan una pista de los potenciales elegidos. "Será un gabinete joven", apuestan dirigentes del peronismo bonaerense.
Se menciona a Charly Bianco y a Federico Thea. Bianco está unido a Kicillof desde la facultad. Es una relación profesor-alumno. En la campaña fue clave en el territorio. Thea es abogado y fue secretario legal y técnico de Kicillof en Economía. Es rector de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPaz). Podrían sumarse Agustina Vila, de la misma casa de estudios, o Augusto Costa, viejo conocido del gobernador, para llevar adelante la relación de Kicillof con las pymes y con las cámaras empresariales.
La economía es la obsesión de Kicillof. Sostienen en su entorno que es responsabilidad de María Eugenia Vidal renegociar o conversar con los acreedores. Y señalan que la gobernadora pidió al Banco Provincia estirar por nueve meses los pagos de un bono que debía pagar en diciembre por $4250 millones.
El entorno de Kicillof cree que la provincia estará quebrada, sin plata, y que habrá que recurrir a la imaginación para la gestión. Si bien estará condicionado por las políticas de la Nación, piensa trabajar sobre la renegociación de la deuda. Advierte, sí, que el cuadro financiero de la provincia es preocupante y que será necesaria una reestructuración de las acreencias. "La situación de la deuda de la provincia es muy similar a la de la Nación", dijo hace poco a LA NACION.
Kicillof adelantó que impulsará una revisión del reparto de fondos entre las provincias y una reducción del margen de ganancias de las distribuidoras de energía; dijo que no cortará las concesiones, sino que buscará una tarifa "pagable" para los bonaerenses. Además, piensa realizar una mejora en el salario de los policías.
Otro objetivo suyo es trabajar en una política para las pymes, a las que considera el motor económico de la provincia. Quiere basar en ellas un plan productivo.
Las otras prioridades serán la salud, la educación y la seguridad, dicen en su entorno. Kicillof adelantó que va a poner en marcha un plan de corto, mediano y largo plazo para la prevención y persecución del delito.
En Salud trabará sobre los salarios de los trabajadores, los insumos y las políticas de prevención y detección temprana de enfermedades. Y en Educación la idea es poner nuevamente el acento en los sueldos docentes y en atacar las deficiencias de la infraestructura escolar de la provincia.
Por Hernán Cappiello
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