Axel Kicillof busca romper la parálisis de la Legislatura de Buenos Aires para tomar deuda y pagar salarios
El gobernador pidió autorización para colocar deuda por US$ 150 millones para pagar el medio aguinaldo y asistir a los intendentes; se tratará mañana en el Senado; si avanza, llegará el viernes a Diputados, que no sesiona desde el caso de Chocolate Rigau
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LA PLATA- La Legislatura de la provincia de Buenos Aires se apresta a concluir con un año de inactividad absolutamente récord para comenzar a sesionar, urgida por la necesidad financiera del gobernador Axel Kicillof de tomar deuda por 150 millones de dólares para hacer frente al pago del medio aguinaldo.
La Cámara de Senadores, que tuvo apenas cuatro sesiones ordinarias en lo que va del año, está citada para aprobar mañana la autorización de endeudamiento girado por el Poder Ejecutivo. Kicillof envió la solicitud de endeudamiento el viernes pasado. De avanzar el tratamiento de mañana en el Senado, podría haber sesión el viernes en Diputados.
Kicilof tiene apuro para que se apruebe esa autorización para colocar deuda esta semana por varias razones. Una de ellas es que una vez que asuman los nuevos legisladores la diferencia de votos a favor de Unión por la Patria podría esfumarse en caso de que se materialice una alianza opositora entre los bloques de Juntos y La Libertad Avanza. El gobernador necesita con premura el dinero para pagar aguinaldos de 600.000 empleados estatales antes de mediados de diciembre. Parte de la deuda que tomará, además, la repartirá con los intendentes para que puedan cumplir con sus obligaciones salariales.
El gobernador recibió ayer a los intendentes electos del peronismo para buscar apoyo para aprobar el endeudamiento, mientras su ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, se reunió con los senadores para acelerar el debate en el recinto esta semana.
Pero en la Cámara de Diputados la aprobación del crédito clave para Kicillof no será tan inmediato ni tan sencillo: el cuerpo, que sesionó dos veces en el año, está totalmente paralizado por el caso de corrupción que involucra al puntero del PJ Julio “Chocolato” Rigau, que está preso por tener en su poder las tarjetas de débito de presuntos “ñoquis” de la Legislatura.
El presidente de la Cámara baja, Federico Otermin, difícilmente se apreste a sesionar antes de asumir como intendente de Lomas de Zamora el 10 de diciembre próximo: nunca respondió las preguntas sobre el financiamiento presuntamente espurio de las tarjetas de débito secuestradas por la Justicia.
La Cámara baja no sesionó nunca tras la detención de Chocolate. También deberá dar explicaciones el vicepresidente del cuerpo, Rubén Eslaiman, quien podría ser instado a explicar los nexos con el concejal de La Plata Facundo Albini y con su padre Claudio Albini, ambos detenidos por defraudación. Claudio fue por años subjefe de personal y firmó los contratos de algunos de los empleados titulares de las tarjetas de débito en poder de Rigau.
Un factor más que entorpece la sesión del cuerpo, formado por 92 diputados que cobran un millón y medio de pesos por mes, es que la renovación de autoridades de la Cámara Baja no está acordada.
La puja alcanza en primer lugar a la presidencia que dejará vacante Otermin, pero también a las vicepresidencias que se negociarán como un nuevo acuerdo de gobernabilidad entre los nuevos representantes.
La alianza de Juntos y la Libertad Avanza es una pésima noticia para Kicillof si se materializa en la Legislatura: Unión por la Patria tendrá un bloque de 21 sobre un total de 46 senadores. Divididos, Juntos, con 20, y La Libertad Avanza, con 5, dejan en primera minoría a Unión por la Patria, pero si se constituyen como un solo bloque opositor serán mayoría.
Lo mismo sucede en Diputados: Unión por la Patria está empatada con Juntos en primera minoría con 37 escaños. Allí, La Libertad Avanza formará un bloque de 16 diputados que unidos a Juntos tendrá una mayoría de 53 votos opositores imposible de torcer para el oficialismo, aún si sumara a los dos diputados del frente de Izquierda.
Por todo este complejo entramado, Kicillof busca sacar a la Legislatura de su letargo esta semana.
Diciembre será un mes de negociación frenética. El gobernador reformuló el presupuesto para 2024 y la Ley Impositiva tras la elección presidencial de Javier Milei (Libertad Avanza) y se prepara para un año financieramente complicado: sin aportes del tesoro nacional, sin transferencias discrecionales y sin grandes obras de infraestructura ahora sólo espera que la Justicia no le quite, además, los recursos coparticipables que aún están en disputa con el gobierno de la ciudad.
La provincia de Buenos Aires aún no dio a conocer sus propios números de este cierre presupuestario que los deberá rendir una vez que eleve el presupuesto para 2024. Lo cierto es que Kicillof tenía redactado un borrador de presupuesto bajo un esquema de gobierno de Sergio Massa -en función del borrador del presupuesto nacional- que tras el triunfo de Javier Milei deberá ser reformulado.
Urgencias financieras
El ministro de Hacienda, Pablo López, emitió ayer un comunicado en el que minimizó las urgencias financieras que afronta la administración Kicillof y aseguró que el dinero que se tomará estará destinado, en gran parte para los municipios: “Desde el inicio de nuestra gestión, hemos mantenido una política de financiamiento responsable que nos ha permitido dar respuesta a las necesidades de las y los bonaerenses a través de organismos que otorgan crédito a tasas bajas y plazos largos. El financiamiento previsto para este año está en niveles históricamente bajos; a lo que se agregó una evolución de las principales variables macroeconómicas por encima de todas las previsiones, provocando que, en relación a los recursos actuales, represente sólo el 1,9%.”, dijo López.
Y siguió: “Como está especificado en el proyecto de ley, desde el Gobierno de la Provincia solicitamos una autorización adicional de financiamiento por $53.000 M que planificamos contraer en el mercado local y en moneda local, con el sólo objetivo de recomponer la relación entre financiamiento e ingresos provinciales”. El proyecto de ley incluye también la autorización para que los municipios reprogramen para el año entrante la devolución de las deudas contraídas con la Provincia en concepto de los Fondos Especiales de “Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal” y “para el pago de la suma fija a empleados municipales”; deudas que, de otra forma, deberían empezar a pagar en diciembre de 2023″, dijo el funcionario.
Algunos de los intendentes de los municipios más grandes del Gran Buenos Aires, como Hurligham reconocieron ayer durante una reunión en la Casa de Gobierno que sin ayuda financiera no podrán afrontar el pago de aguinaldos. En cambio, otros como La Matanza, dijeron a LA NACION que cuentan con fondos suficientes para afrontar el pago de sueldos y aguinaldos de más de 8000 empleados que tiene ese municipio.
En tanto los intendentes de la oposición están esperando que Kicillof los convoque para negociar y destrabar la votación con los legisladores de Juntos por el Cambio que hasta el 10 de diciembre tienen la mitad de los escaños en el Senado y son la primera minoría opositora en la Cámara de Diputados.
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