Junto a Cristina Kirchner, Axel Kicillof marcó distancia con Milei: “Sin igualdad de oportunidades, la famosa libertad es una estafa”
El gobernador se pronunció desde la Legislatura y luego habló ante la militancia; hubo amplio operativo de movilización de los intendentes kirchneristas y de los gremios
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LA NACION
LA PLATA.– El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, asumió este lunes su segundo mandato con la presencia de la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y desde el inicio se posicionó como antónimo político de Javier Milei. Incluso, luego parafraseó al Presidente y cerró el discurso que ofreció ante la militancia con un “viva la justicia social, carajo”.
“Se habló de ajuste y motosierra. Quiero advertir: no van a ser aquellos a los que no les sobra nada los que van a perder. Vamos a defender a las mayorías de los sectores populares”, prometió Kicillof.
“Sus propuestas no conducen a una mejor sociedad ni a una mejor economía”, afirmó el mandatario, que se paró en “las antípodas” del pensamiento del libertario y de un gobierno nacional “cuyas prioridades no compartimos”, aunque aclaró: “De todos modos, deseo con honestidad y sin ninguna duda que las cosas salgan bien”.
El discurso del mandatario de Unión por la Patria buscó sentar posición en favor del Estado y la gestión pública, frente al ajuste que propuso este domingo el Presidente en su primer mensaje. “Respetamos profundamente la voluntad popular de los argentinos, pero pedimos también respetar la voluntad de la mayoría de los bonaerenses que respaldaron masivamente un proyecto de desarrollo, inclusión y defensa de derechos, que es el que llevaremos adelante en la provincia de Buenos Aires”, añadió.
“Sin igualdad de oportunidades, la famosa libertad es una estafa”, fue otra de sus frases más duras hacia el ideario libertario. La pronunció Kicillof al defender el pago de los viajes de egresados de los estudiantes bonaerenses, pero también el servicio gratuito de ambulancias, los nuevos patrulleros y la asistencia alimentaria en las escuelas, entre otras políticas de su gobierno.
“Lo que se hizo no se consigue con motosierra ni con ajuste. Hace falta más derechos. Más y mejor Estado”, anticipó Kicillof. Y reclamó más recursos para administrar su gobierno. Durante todo su discurso el mandatario se se posicionó como líder de la oposición y de la resistencia.
“Aportamos casi el 40 por ciento de la coparticipación. Recibimos poco más del 20. Tenemos enormes deudas sociales que hay que reparar”, proclamó. “Con semejante desproporción entre lo que recibimos y lo que aportamos, es imposible. Nos toca recuperar los recursos que le fueron quitados a nuestra provincia”, exigió.
La jura del gobernador y de su vice, Verónica Magario, tuvo lugar en la Legislatura, ante decenas de intendentes: Mario Secco (Ensenada), Ariel Sujarcuk (Escobar), Fernando Espinoza (La Matanza) y Mariano Cascallares, (Almirante Brown) y Julio Alak (La Plata) se dejaron ver desde temprano en los palcos.
Kicillof habló desde la Cámara de Diputados de la Legislatura –institución que, ya anunció, pretende reconvertir en una asamblea unicameral– con un mensaje que fue un repaso de su primer mandato (2019-2023) y una carta de intención para el segundo período (2023-2027).
“Yo Axel Kicillof, juro por la patria y por el pueblo de la provincia de Buenos Aires desempeñar con lealtad y honradez el cargo de gobernador. Si así no lo hiciere que la patria y el pueblo me lo demande”, juró Kicillof ante la mirada de dirigentes nacionales, como Máximo Kirchner.
Más tarde expresó: “Quiero empezar agradeciendo hayan votado, como hayan votado. Mi compromiso es seguir votado para todos sin distinción. Quiero agradecer y felicitar a los 135 intendentes electos: a los de nuestro espacio y a los de la oposición”.
Tras mencionar el respaldo recibido por representantes sindicales, movimientos sociales, Madres y Abuelas de Plazo de Mayo, agradeció “muy en especial a la dos veces presidenta: Gracias Cristina por venir. Gracias por estar”, dijo.
“Esta reelección se produce en circunstancias de malestar social. Se valoró lo que realizamos en circunstancias complejas. Se votó para proseguir la transformación de la provincia. Nos eligiendo para seguir transformando. Ese es el contrato que vamos a honrar en los cuatro años”, agregó.
“Estamos ingresando en un escenario muy particular: fuerzas muy distintas van a gobernar la Nación y la provincia de Buenos Aires. Nuestra fuerza consiguió la mayoría de los votos en tres elecciones. Gracias a ese amplio respaldo pudimos recuperar 16 municipios para alcanzar 84. La provincia se pintó de celeste”, remarcó.
Luego, se pronunció desde un escenario montado en la Casa de Gobierno, con otro mensaje más político dirigido al peronismo movilizado en la Plaza San Martín.
En esa plaza se agruparon gremios varios, como la CGT, la CTA y Suteba. También se movilizaron enormes columnas de La Cámpora. Dentro del recinto parlamentario Kicillof estuvo acompañado de invitados especiales como el sindicalista Hugo Moyano y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Kicillof asistió ayer a la jura de Milei y se lo vio con un gesto de incomodidad, sentado detrás del expresidente Mauricio Macri y al lado del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, durante el acto que tuvo lugar en el Congreso.
En la Legislatura Kicillof dialogó a solas con la vicepresidente saliente, su única referencia en la política.
El fin de semana, Kicillof solo felicitó a Gastón Granados, tras la jura como intendente de Ezeiza. Participó de ese acto el sábado y publicó una foto en la red social X.
Kicillof rompió hoy el silencio que guardó por 24 horas y buscó posicionarse como el líder de la oposición, parado sobre el peso de los votos de la provincia de Buenos Aires y la diferencia de casi 20 puntos con la que se impuso a sus adversarios en octubre.
El mandatario tiene desde hoy tres desafíos de los que dependerá su proyección a 2027: establecer un diálogo institucional con Milei a efectos de administrar una provincia deficitaria y endeudada, totalmente dependiente de obras y de Aportes del Tesoro Nacional; situarse como referente de los diez gobernadores opositores, y organizar y contener el repliegue del kirchnerismo para volver al poder desde la provincia de Buenos Aires.
El nuevo gabinete
En lo inmediato, Kicillof tomará jura a su nuevo gabinete, que tiene como novedad el recambio de Sergio Berni por Javier Alonso en Seguridad y la llegada de tres exministros nacionales: Gabriel Katopodis (Infraestructura y Servicios Públicos); Silvina Batakis (Hábitat y Desarrollo Urbano) y Martín Mena (Justicia).
Kicillof intentará a contra reloj tener un presupuesto y una Ley Impositiva para 2024. Y por sobre todo, autorización para tomar más deuda, ya advertido por el gobierno nacional de que habrá un ajuste en infraestructura y en las transferencias discrecionales.
Volvió a denunciar el injusto reparto de fondos coparticipables, dado que la provincia aporta casi el 40 por ciento al PBI y recibe menos del 22 por ciento de esa masa de recursos. Reclamará un nuevo régimen de transferencias para evitar quedar expuesto a la voluntad discrecional del nuevo presidente de la Nación.
Y en esta línea se posicionó sobre un conflicto que puede estallar en su gestión con un pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia respecto de los recursos reasignados por Mauricio Macri y luego restituidos por decreto de Alberto Fernández para un Fondo de Fortalecimiento Fiscal.
Lo escucharon atentos, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Bueno Aires, Sergio Torres, el procurador Julio Conte Grand y el secretario de Enjuiciamiento de la provincia de Buenos Aires, Ulises Giménez, entre otros funcionarios presentes.
Los alcaldes del Gran Buenos Aires y de la octava sección electoral se movilizaron desde las primeras horas de la tarde para manifestar apoyo al gobernador, que buscará perfilarse como el líder de la resistencia al cambio de paradigma que propuso ayer Milei. Entre los asistentes se dejaron ver también Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Fabián Cagliardi (Berisso).
En el recinto de la Legislatura juró también la vicegobernadora Verónica Magario que revindicó, al igual que Kicillof, a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. “No vamos a dejar las convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno. Vamos a defender al pueblo bonaerense, porque sino la libertad no existe. Desde acá te digo: tenés compañeros para la resistencia”.
Desde la plaza San Martín Kicillof se posicionó como líder emergente de la oposición: “Se que hay un gobierno de otro signo elegido por la mayoría. Respetamos la voluntad popular porque el peronismo es democrático. Hay un gobierno nacional distinto pero no hay un único pensamiento. No es verdad que no haya alternativas. La alternativa es clara. Es el peronismo. Por sufrir un traspié algunos fantasean con que el peronismo y el kircherismo fue enterrado”, especuló Fue interrumpido por los movimientos sociales que lo reclamaron como Presidente de la Nación. Antes de concluir cerró Kicillof: “Viva la justicia social, carajo”.
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