Axel Kicillof apuntó contra quienes lo tildan de marxista: "Soy peronista y keynesiano"
El precandidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto, tildó a Axel Kicillof de marxista y, desde entonces, se abrió un debate plagado de chicanas entre un bando y el otro sobre la formación del exministro de Economía. Para él, esta clase de comentarios responden al hecho de que, desde el oficialismo, "quieren ensuciar porque no tienen mucho para mostrar y van sacando de la galera estas cosas". Y disparó: "Que Vidal se baje del helicóptero y vea con sus propios ojos cómo están echando gente en la provincia".
El precandidato a gobernador para la provincia de Buenos Aires brindó una entrevista a "Navarro 2019", el programa que se emite por El Destape Radio, y allí aclaró: "No soy marxista; soy peronista y keynesiano". Y explicó: "Soy peronista porque en el país ha representado poner un modelo industrial por encima de un modelo financiero. En economía me considero más keynesiano".
De todos modos, el principal adversario de María Eugenia Vidal en estas elecciones sostuvo: "Entre los vecinos no es una preocupación que me acusen de marxista, yo me consideró peronista, pero me parece que es perder el centro dar esta discusión".
"Que le pongan la etiqueta que quieran. Dijeron que lo mío era una deformación marxista por pasar por la universidad pública, por la que tienen mucho desprecio. Es perder el tiempo dar esta discusión". Y agregó: "Nunca me inicié en el Partido Comunista, ni en uno trotskista ni en uno maoísta".
Además, el precandidato a gobernador enfatizó que esta clase de comentarios son parte de una "campaña sucia". "La rareza es que lo hacen desde el candidato más importante hasta el último legislador. Todo el aparato más los trolls pagados por el Estado. Todo para ver si pueden conseguir que no voten a otros, en vez de alguien que los vote a ellos".
"Desde que empezó la campaña se la han pasado agrediendo", dijo Kicillof. Y opinó que esto es consecuencia de que a Juntos por el Cambio "no le queda otra" que tratar de desprestigiarlos como resultado de las promesas incumplidas y del "desastre del presente". "En la provincia hay una emergencia alimentaria, productiva y educativa", describió.
Agregó: "En la provincia de Buenos Aires no veo ninguna tranquilidad ni ningún veranito. Hay un invierno horrible y no se pueden pagar las facturas. Además, se cierran los negocios y la gente se queda en la calle. Esa es la realidad". E irónico dijo que, por la baja en el consumo y la producción, "si hay una paz, es la de los cementerios".
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