Axel Kicillof apela a una profunda reformulación de su gabinete para dinamizar la gestión
En 2019, inició la gestión apoyado en ministros de su riñón político; tras las PASO y las generales, relegó a algunos de ellos y abrió el juego al kirchnerismo, los intendentes y el massismo
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En la foto que el gobernador Axel Kicillof se sacó con los integrantes de su flamante gabinete el 12 de diciembre de 2019, en el escenario del Teatro Municipal Coliseo Podestá, de La Plata, no había ningún intendente y tampoco ningún representante del Frente Renovador. Ese día, el mandatario provincial les tomó juramento a los ministros que iniciaron la gestión bonaerense que reemplazó a la de María Eugenia Vidal. En ese listado y en la foto final junto al gobernador, La Cámpora estaba presente solo con Fernanda Raverta. Dos años después, la imagen del gabinete bonaerense devuelve otra composición y otro equilibrio de fuerzas entre los distintos sectores del oficialismo.
Si bien se dieron modificaciones fuera del tiempo electoral, las PASO y las generales derivaron en un fuerte recambio del gabinete de Kicillof, que incluyó la salida de tres funcionarios de su riñón político y el ingreso de sectores que inicialmente estaban fuera del equipo, como los intendentes y el massismo. En la metamorfosis del plantel ministerial, también aumentó la representación de La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner.
“La etapa es distinta. En un relanzamiento como el que se armó, con varias propuestas [por el ‘Plan 6X6′ anunciado el jueves] y después de gestionar dos años, la necesidad del gobernador es otra. No es una repartija de nombres por espacio”, afirmó a LA NACION una fuente de confianza de Kicillof.
La última salida del círculo más cercano a Kicillof fue la de Agustina Vila, exdirectora general de Cultura y Educación. La reemplaza Alberto Sileoni, exministro de Educación de Cristina Kirchner. Vila, que fue jefa de Gabinete del Ministerio de Economía cuando lo lideraba Kicillof, será ahora secretaria general de Gobierno, puesto que ejercía Federico Thea, otro dirigente de confianza del gobernador. Thea seguirá en el gobierno bonaerense, aunque todavía no se informó su destino.
Los reemplazos de dirigentes del grupo más identificado con Kicillof habían comenzado tras las PASO. Luego de una reunión con Cristina, en El Calafate, el gobernador informó los desplazamientos de Carlos Bianco de la Jefatura de Gabinete y de Agustín Simone del Ministerio de Infraestructura, en un movimiento de piezas que incluyó la llegada de Cristina Álvarez Rodríguez como ministra de Gobierno en lugar de Teresa García, que era en ese momento candidata a senadora bonaerense, banca que ganó.
La dinámica de los cambios anunciados el jueves se dio “casi con el mismo proceso” de decisión que los de la primera ola, según comentó a este diario una fuente de trato permanente con Kicillof. “Hubo varias charlas con Cristina, [Sergio] Massa, Máximo, ‘Wado’ [por el ministro del Interior, Eduardo de Pedro], y con el Presidente”, indicó la fuente.
Sin Bianco y Simone, en septiembre ascendieron en su reemplazo dos intendentes clave: Martín Insaurralde y Leonardo Nardini. Los jefes comunales no tenían hasta ese momento participación en el gabinete de Kicillof y la reclamaban, aunque sin estridencias públicas.
En el entorno del gobernador aseguraron a LA NACION que no está disconforme con el trabajo de sus colaboradores reemplazados. “Después de gobernar dos años en pandemia, hay áreas que tuvieron una exposición muy fuerte y situaciones que desgastaron a los funcionarios. ‘Carli’ [por Bianco, actual jefe de asesores] tuvo que ser el bombero de la pandemia y la cara de muchas malas noticias. Él necesitaba un nuevo aire y el gobernador le dio una nueva tarea. No está disconforme con ninguno. A cada uno le ha dado nuevos desafíos”, sostuvieron cerca del mandatario provincial.
En principio, el recambio en el gabinete de Kicillof tuvo buena recepción entre los intendentes, al abrirse el juego para más sectores del Frente de Todos. Las diferencias están entre algunos que consideraron que el gobernador se vio forzado a hacer retoques por presión del massismo y de La Cámpora, y otros que opinaron que las negociaciones fueron sin condicionamientos.
Insaurralde -el intendente más cercano a Máximo Kirchner fuera de los que están enrolados en La Cámpora- gana protagonismo dentro del gabinete. El jueves, la camporista Daniela Vilar, una diputada nacional cercana a Insaurralde, fue nombrada por Kicillof nueva ministra de Ambiente, una cartera que se creará en la provincia. Vilar es la esposa de Federico Otermín, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense y dirigente de máxima confianza del exintendente de Lomas de Zamora.
La Cámpora ya tenía lugar en el gabinete, con Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad, que reemplazó en ese puesto a la también camporista Fernanda Raverta cuando ella tomó las riendas de la Anses. Nicolás Kreplak, que sucedió como ministro de Salud al actual diputado Daniel Gollán, es el tercer ministro camporista de Kicillof. En la organización que conduce Máximo Kirchner había satisfacción con el nuevo lugar obtenido, según pudo saber LA NACION de una fuente de la agrupación.
El massismo había quedado fuera de la distribución de ministerios con la que había comenzado la gestión bonaerense. Con la creación del Ministerio de Transporte, y la designación al frente de Jorge D’Onofrio, el espacio de Massa consigue finalmente su lugar en el gabinete.
Otra área que se lanzará es el Instituto Cultural, que estará a cargo de Florencia Saintout. La exdiputada bonaerense y exdecana de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), una dirigente de fuerte perfil kirchnerista, estaba a cargo del Consejo Universitario provincial, otra dependencia que había creado Kicillof.
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