Axel Kicillof analiza cambios de gabinete y apuesta al “nuevo” Senado para dinamizar su gestión
Juntos por el Cambio ya no tendrá la mayoría a partir del viernes y el gobernador espera aprovechar el nuevo tablero para avanzar en debates postergados; deberá negociar también con sus aliados
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LA NACION
LA PLATA.– El gobernador Axel Kicillof espera dinamizar su gestión a partir de esta semana. Nuevas estructuras y cambios en el gabinete podrían precipitarse tras el recambio legislativo. Las modificaciones, exigidas por intendentes y aliados del Frente de Todos, se mantienen por ahora bajo estricta reserva: desde la gobernación solo deslizan que los cambios se anunciarán cuando el mandatario haga la presentación del programa de gobierno para los próximos dos años.
Kicillof espera que el recambio parlamentario del 10 de diciembre en el Senado bonaerense habilite una renovación de su gestión. El tablero pasará de estar dominado por Juntos por el Cambio (26 senadores, contra 20 del oficialismo) a una paridad de 23 escaños por bando. Esa paridad fue celebrada por Kicillof como un triunfo la noche de las elecciones del 14 de noviembre.
Kicillof está decidido a gravitar en la definición de las nuevas autoridades del cuerpo que tiene como presidenta a la vicegobernadora Verónica Magario. Además del vicepresidente primero del Senado –hoy en manos del peronista Alfredo Fisher– que está en la línea de sucesión en caso de acefalía, el Frente de Todos debe elegir a un nuevo jefe para su bloque, tras la salida del camporista Gervasio Bozzano.
Uno de los dos cargos –probablemente el de líder de bloque– será ocupado por Teresa García, exministra de Gobierno de Kicillof y armadora de la campaña electoral de 2019. La senadora electa –de amplia trayectoria legislativa y referente del kirchnerismo en el Senado durante el gobierno de María Eugenia Vidal– será sin dudas uno de los apoyos a los que apostará Kicillof para dinamizar la Cámara alta.
Hay una agenda fuerte en el Senado: además de las negociaciones inmediatas por el presupuesto 2022 y la nueve ley impositiva de la provincia, la Cámara alta deberá resolver la designación pendiente de tres ministros de la Suprema Corte de Justicia, las vacantes en el Tribunal de Cuentas y en la Contaduría General, el cargo de Defensor del Pueblo bonaerense y ocho asientos en el directorio del Banco provincia, entre otros temas.
El ala más dura del kirchnerismo aspira a remover además al Procurador bonaerense, Julio Conte Grand, pero no tiene los números para impulsar un juicio político que requiere dos tercios de los votos.
Más allá del impulso que espera conseguir el gobernador, el oficialismo no tendrá quorum propio en el Senado, que se forma con 24 senadores. Y solo en caso de empate podría definir Magario. Además, para determinadas leyes necesitará consensuar con la oposición. Por ejemplo, el pedido de endeudamiento de 94.000 millones de pesos previsto en el proyecto de presupuesto 2022.
Las negociaciones, sin embargo, no se limitarán solamente a la oposición. Cada senador del oficialismo tiene peso específico. Y a la hora de acordar muchos tienen expectativas particulares acordes a su territorio y a su proyecto dentro del partido. Por caso: la senadora Magdalena Goris, esposa del intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, tiene intereses que defender dado el enfrentamiento de ese alcalde con Máximo Kirchner.
Entre los senadores que renovaron se destaca también Luis Vivona, allegado al Leonardo Nardini, alcalde en licencia de Malvinas Argentinas y actual funcionario de Kicillof. Y Gustavo Soos, mano derecha del intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, que ya se plantó en contra de la re-reelección de los intendentes, vedando así un planteo de reforma a la ley Orgánica de Municipios en el ámbito legislativo.
El “nuevo” Senado que celebra Kicillof es en realidad más afín al oficialismo, pero aún así el gobernador deberá negociar con un crisol de intereses que siempre tiene a los intendentes como fuerza de veto: no habrá un nuevo endeudamiento sin un Fondo de Infraestructura Municipal de al menos 12.000 millones de pesos. “No le vamos a firmar un cheque en blanco al gobernador”, sostiene dentro de su mismo espacio político.
Las vacantes en la Suprema Corte
Una vez que Kicillof logre equilibrio en el Senado estará listo para comenzar con los verdaderos desafíos. Uno de ellos, por caso, es renovar la vacantes en la Suprema Corte de Justicia de la provincia.
El máximo tribunal provincial está compuesto en la actualidad por cuatro miembros. Hilda Kogan es la única mujer y llegó con el aval del radicalismo, Sergio Torres fue propuesto por la exgobernadora María Eugenia Vidal, Luis Genoud fue ministro de Seguridad del exgobernador Felipe Solá y Daniel Soria ocupó un cargo en la municipalidad de La Plata durante la intendencia del actual ministro de Justicia Julio Alak. Es decir que la Corte está dividida ante un caso que toque la fibra política de la actual administración.
De las tres vacantes que hay pendientes a renovar dos podrían corresponderle al oficialismo y una a la oposición, según el cálculo prematuro que arriesgan en la Casa de Gobierno.
La semana que pasó circuló el nombre del juez federal Daniel Obligado como uno de los favoritos del kirchnerismo a la hora de elevar los pliegos. Pero la designación del magistrado que firmó uno de los últimos sobreseimientos de la vicepresidenta Cristina Kirchner y que facilitó la libertad del exvicepresidente Amado Boudou fue desmentida por la Gobernación.
Kicillof no tiene esta pulseada como prioridad inmediata, aunque sí reconoció que vería con agrado la renuncia del Procurador Conte Grand, exfuncionario de Vidal. Sin juicio político posible, algunos de sus adláteres volverán a presionar al exsecretario Legal y Técnico de Vidal para que dé un paso al costado.
Se espera que Kicillof reciba esta semana a los nuevos senadores en una reunión formal de presentación. Una de las senadoras kirchneristas que desembarcará en la Cámara alta ya avisó: “Llego y vuelvo a pedir la renuncia del Procurador”.
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