Avance del kirchnerismo para controlar las escuchas judiciales desde el Congreso
Una resolución conjunta firmada hoy por los presidentes de ambas cámaras legislativas, Cristina Kirchner (Senado) y Sergio Massa (Diputados), dejó en manos de la comisión bicameral de inteligencia, controlada por el kirchnerismo, el seguimiento y control de la repartición de la Corte Suprema que tiene a su cargo las escuchas judiciales.
La Comisión Bicameral de Seguimientos y Fiscalización de los Organismos de Inteligencia está presidida por el diputado Leopoldo Moreau y el kirchnerismo controla sus decisiones, ya que tiene amplia mayoría en su integración. Tendrá a su cargo el seguimiento y control de las actividades de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado del Poder Judicial, encargada de las escuchas telefónicas que ordenan los jueces.
La medida fue tomada poco más de un mes después de que el Senado, por impulso de Cristina Kirchner, rechazara el decreto de necesidad y urgencia del gobierno de Mauricio Macri que había dejado en manos de la Corte el manejo de las escuchas judiciales.
La movida política de la vicepresidenta, que busca devolverle el manejo de las intervenciones telefónicas a la Procuración General de la Nación, todavía no se concretó, ya que para derogar un DNU se requiere que ambas cámaras lo rechacen. Eso no ocurrió aún en la Cámara de Diputados.
La resolución conjunta firmada esta tarde viene a cumplimentar el acuerdo celebrado en septiembre de 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, entre la Corte y el Congreso, cuando firmaron un convenio de colaboración para que el Poder Legislativo realice la fiscalización del cumplimiento de las normas legales en la realización de las intervenciones de las comunicaciones personales ordenadas en el marco de causas judiciales.
Aquel convenio dejó librado al Congreso la decisión de cómo instrumentar el seguimiento de la tarea desarrollada por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado, nombre que adoptó la oficina del Poder Judicial que quedó a cargo de las escuchas después de que Macri se las quitara al Ministerio Público Fiscal, que por aquel entonces todavía encabezaba la kirchnerista Alejandra Gils Carbó.
En el acuerdo celebrado por Cristina Kirchner y Massa se deja expresa constancia que el artículo 34 de la ley de inteligencia (25.520) establece que a la bicameral le corresponderá "cotejar y analizar la información y controlar que tales oficios hayan respondido a requerimientos judiciales".
En otras palabras, con esta decisión la bicameral, que controla el kirchnerismo, tendrá acceso a todas las intervenciones telefónicas ordenadas por la Justicia, cuyas constancias obran en poder de la dirección que depende de la Corte Suprema.
En uno de sus dos artículos resolutivos, la medida adoptada por los presidentes de ambas cámaras legislativas establece que la tarea de control quedará a cargo de una subcomisión, que estará integrada por algunos de los 12 miembros de la bicameral, que deberá elevar un informe semestral a las autoridades del Poder Legislativo.
El de las intervenciones telefónicas judiciales se ha convertido en una obsesión de Cristina Kirchner desde que, durante la presidencia de Macri, se divulgaron en los medios de comunicación conversaciones suyas con Oscar Parrilli captadas en el marco de denuncias judiciales por casos de corrupción.
Precisamente, el ahora senador Parrilli es integrante de la comisión bicameral que tendrá acceso a todas las escuchas ordenadas por la Justicia, incluso de aquellas captadas en las causas en las que fue o todavía es protagonista.
Yendo a Lomas. pic.twitter.com/ARTmLXtZCR&— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) June 8, 2020
Producto de aquella situación, la actual vicepresidenta comenzó a forjar su denuncia sobre la existencia de una suerte de lawfare (estado de guerra judicial) en su contra, por el que acusa al gobierno de Macri y a la Corte Suprema presidida por Carlos Rosenkrantz.
Otras noticias de Cristina Kirchner
Más leídas de Política
Análisis. Milei, entre Lula y el Gordo Dan
"Guardia pretoriana". Preocupación en los intelectuales por la idea de crear “un brazo armado libertario” para defender al Gobierno
"Son torturadores profesionales". Milei dio una entrevista en EE.UU. con fuertes críticas a periodistas argentinos
Está en la cárcel de Paraná. Detuvieron a Urribarri, exgobernador de Entre Ríos condenado por corrupción