No habría aún votos para despenalizar el aborto en el Congreso
Luego de que Alberto Fernández confirmara que enviará un proyecto, un relevamiento de LA NACION muestra que la iniciativa podría ser aprobada en Diputados, pero sería rechazada en el Senado
Luego de que el presidente Alberto Fernández reflotara ayer el debate por el aborto tras confirmar que enviará al Congreso un proyecto de ley para despenalizarlo, la iniciativa todavía no contaría con los apoyos necesarios en el Congreso, de acuerdo a un relevamiento elaborado por LA NACION.
Pocos días después de haberse reunido con el papa Francisco, Fernández anunció ayer en París que avanzará con su intención de quitarle la responsabilidad penal a las mujeres que abortan, al tiempo que propondrá un sistema de asistencia de "mil días" para las embarazadas. Tras el anuncio de la iniciativa oficial, la Iglesia convocó para una misa en rechazo al aborto para el 8 de marzo, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer.
El escenario en el Congreso es similar al de 2018, cuando la iniciativa se aprobó en Diputados, pero fue rechazada en el Senado. Si el proyecto volviera a discutirse con la actual composición, la Cámara alta volvería a frenarlo, mientras que superaría la prueba en Diputados. Sin embargo, no hay una mayoría abrumadora en ninguna de las dos posturas y todavía hay un número suficiente de indecisos como para inclinar la balanza en ambas cámaras, particularmente en Diputados.
El dato surge de un relevamiento de LA NACION sobre las manifestaciones públicas de los diputados y senadores que conforman actualmente las dos cámaras acerca del proyecto que se discutió en 2018 y sobre cómo votaron ese año los legisladores que tienen mandato hasta 2021. Quienes hicieron declaraciones ambiguas o aseguraron no haberse definido o todavía no se expresaron sobre la cuestión en público se contabilizaron como indefinidos.
El conteo se actualizó tras la jura de los diputados que reemplazaron a legisladores que asumieron cargos en la gestión nacional o que fueron designados en puestos provinciales.
El sondeo indica que el proyecto se aprobaría en la Cámara de Diputados por 107 votos a favor contra 101 en contra. Pero hay 49 votos todavía indefinidos, casi el 20% del cuerpo. En el Senado, en tanto, el panorama es cercano a la paridad. La iniciativa sería rechazada por 34 votos contra 33, aunque hay cinco que no saben o no contestaron. El dato: en caso de haber empate debería definir la vicepresidenta Cristina Kirchner, que, si bien no habilitó la discusión durante sus gobiernos, el año pasado votó a favor.
Al igual que ocurrió durante otras discusiones parlamentarias, en este caso tampoco hay una línea única en cada espacio político, pero sí hay tendencias claras. La amplia mayoría del kirchnerismo votaría a favor en ambas cámaras, mientras que buena parte de los legisladores de Cambiemos se inclinan por rechazar la iniciativa.
La mayor resistencia a la despenalización del aborto es de los legisladores del interior del país, según la votación de 2018. Eso se refleja en las encuestas de opinión de acuerdo a la nueva composición del Congreso.
Por ejemplo, así como el exgobernador de Mendoza Alfredo Cornejo asegura que no se expedirá hasta que haya un plebiscito sobre la cuestión, los diputados Rosana Bertone (exgobernadora de Tierra del Fuego) y Sergio Casas (exgobernador de La Rioja) se manifestaron a favor de "las dos vidas", mientras que Lucía Corpacci dijo el año pasado que era "muy apresurado" manifestar su postura. Sus senadores votaron en contra.
El exgobernador de Río Negro y actual senador Alberto Weretilneck, sin embargo, se manifestó en favor de la despenalización.
Tras afirmar en la campaña electoral que enviaría un proyecto para despenalizar el aborto "cuanto antes", el Presidente confirmó ayer que avanzará con la medida, que ya causó malestar en la Iglesia Católica, que tomó hoy distancia con un comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina.
La Iglesia ya había manifestado su "desazón" al Presidente luego de que el ministro de Salud, Ginéz González García, habilitó un protocolo sobre el aborto no punible en línea con lo que había firmado el exsecretario de Salud, Adolfo Rubinstein, durante las últimas semanas del gobierno de Mauricio Macri, que obligó al entonces gobierno de Cambiemos a vetar la medida y al funcionario a renunciar.
Tres días después de llegar a la Casa Rosada, el gobierno de Fernández oficializó en el Boletín Oficial el "protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo".
El protocolo establece que las menores entre 13 y 15 años pueden decidir sobre la continuidad de su embarazo siempre y cuando constituya un riesgo para la salud física, emocional, social y psicológica. Además, esa guía respeta la objeción de conciencia de los médicos sin obstaculizar la Interrupción legal del embarazo (ILE), que debe realizarse en un plazo de 10 días.